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16 octubre 2015 • Es la antítesis de una verdadera carta enviada desde el frente de combate

Moisés Domínguez Núñez

La propaganda de guerra: un “legionario sediento de sangre” en Badajoz

LegionariosEn la guerra “todo vale” y hoy traemos a colación una supuesta carta intervenida a un supuesto legionario aragonés y que no es otra cosa que una “bala de papel” con la que se quería insuflar ánimos en las huestes del Frente Popular. Pero no nos adelantemos.

Es un documento que podría confundir al historiador o investigador poco avezado pues éste podría tomar al pie de la letra lo que expresa esa misiva.  Por eso es tan importante, cuando cae en tus manos un documento de estas características, acudir a todas las fuentes para comprobar y poner en contradicción la información que contiene.

Para un historiador de combate, este documento sería el “Santo Grial” que demostraría, sin dejar lugar a dudas, la madre de las matanzas de nuestra contienda civil que no fue otra que la supuesta matanza de Badajoz. Es fácil encuadrar a estos pseudo-historiadores  pues hacen una lectura lineal de los textos y más si esas supuestas pruebas “irrefutables” dan pábulo a  sus posiciones apriorísticas. No comparan ni descartan, tan solo se relamen de satisfacción pensando en los réditos de todo tipo que van a conseguir si logran “colocar” esta historia en el departamento de cultura de la administración de turno.

La carta apareció publicada en el panfleto Tierra y Libertad del 10 de Septiembre de 1936 y ocupa toda la página dos. El gacetillero de turno la titula de forma tremendista “ELLOS MISMOS SE RETRATAN. LEED LA CARTA DE ESTE LEGIONARIO SEDIENTO DE SANGRE”. Como coletilla expone el periodista toda una declaración de intenciones:

“No hay necesidad de comentar esta carta. Se comenta sola. Este legionario expresa una acometividad tan innoble, una brutalidad tan insólita que difícilmente podríamos establecer términos de comparación adecuados. Representa el salvajismo de la cruz y el salvajismo de la media luna contra la decencia española

Leamos la carta que fue enviada a una dirección de Zaragoza y saquemos posteriormente  nuestras propias conclusiones.

Queridos tíos y primos:

No sabemos en el día que vivimos pero lo esencial es que todavía estoy vivo y con ganas de matar hasta que me llegue mi hora.

Antes de ayer le puse un telegrama, me parece que fue en Cáceres y después fuimos para Mérida con una columna del tercio o sea la que manda el Coronel Yagüe que son 5 banderas del Tercio y 4 tabores de Regulares, más 100 falangistas que nosotros hemos formado por estos pueblos que por cierto y dicho sea de paso son muy cobardes pues con frecuencia tienes que volver la cabeza para atrás y algunos que siguen por miedo no tienes más remedio que darles dos tiros porque si no no seguiría nadie y nos espiarían.

Al tomar Mérida tuvimos 62 bajas del Tercio, regulares y falange pero hicimos 220 bajas y 650 fusilamientos. Después de descansar unas horas salimos para Badajoz donde después de 19 horas de fuego y artillería y demás elementos y entre ellos la aviación se pudo entrar pero con una enormidad de bajas pues las nuestras son incontables porque de la 16 compañía del Tercio donde íbamos nosotros han quedado unos pocos (pero Gracias a Dios y la Virgen del Pilar) entre la nuestra también quedo yo. Los rojos aquí han tenido unas 800 bajas y los fusilamientos no se pueden calcular, quizás se aproximen a los 2000 y me quede corto, solamente a mí me ha tocado intervenir en más de 20 pelotones de 25 hombres cada uno.

Aquí estaremos dos o tres días y después volveremos para Cáceres porque de Cáceres vamos sobre Toledo y Madrid. No tengo tiempo para más porque de un momento a otro tengo que intervenir en fusilamientos y detenciones, aparte que toca salir para tomar Olivenza, pueblo grande, que aún no ha sido  tomado  y con mucha concentración Roja .

Comunique mis noticias a todos y no se olviden de Felipe, los quiero a todos, muchos recuerdos para todos y también para (ilegible) y mi familia y tío Pablo. Especialmente para mi Josefina.

Julián

Carta dirigida a

Mariano García

Calle Cerdán, nº 23 (La Molinera)

Zaragoza.

Lo primero que hay que observar es la gran cantidad de faltas de ortografía que contiene la carta en su lectura original.No había que dar la impresión de que el contrario fuera gente culta. Se presenta al presunto legionario como un cruel asesino “con ganas de matar”,  algo  que el propio  servicio de censura subraya para destacarlo sobre otros aspectos menos interesantes de la carta.

Para presentar la carta al lector y dar la presunción de veracidad se permite el autor escribir en los márgenes. Parece que al escribiente no le dio tiempo a hacerse con más cuartillas del Hotel Majestic, famoso hotel de Badajoz. Había que publicarlo en una página de periódico por lo que el autor se las apañó para meterlo todo a una sola cara.

Vamos al contenido. Tiene tal cantidad de erratas y falsedades que es imposible no exponerlas pues esos datos desmontan la veracidad de la  misma:

Dice el “legionario” Julián que “ANTES DE AYER” puso un telegrama desde Cáceres. Si nos atenemos a que expresa que estaba en Badajoz y que escribía poco antes de proseguir “la matanza” en Olivenza podemos  fechar la carta el 17 de Agosto de 1936, pues ese día fue tomado este pueblo. Esto significa que el día 15 de Agosto de 1936 este soldado de fortuna estaba, como si tal cual, en Cáceres enviando un telegrama para más adelante decir que después de ir a la estafeta de correos fue a tomar Mérida con una Columna del Tercio. Increíble pero cierto. Ahora resulta que la Columna Madrid  vino del norte en vez del sur y que encima Julián retrasa la toma de Mérida al 15 o 16 de Agosto de 1936 cuando ésta se produjo realmente el 11 de Agosto.

Seguimos con los disparates. Nos sigue relatando nuestro amigo Julián que dicha columna la “manda el Coronel Yagüe que son 5 banderas del Tercio y 4 tabores de Regulares”. Aquí cazamos al tramposo nuevamente y nos da la prueba del siete de cuándo pudo escribir esta carta. El “Coronel” Yagüe no fue habilitado como tal hasta el 6 de Septiembre de 1936 en el que la Junta de Defensa lo nombra Coronel. Cuando entró en Badajoz el 14 de Agosto de 1936 lo hizo con un ¡Viva a la Republica! y como Teniente Coronel. Pero es que además el mentiroso expresa que “son 5 banderas del Tercio y 4 tabores de Regulares” cuando en realidad la Columna Madrid por tierras de Extremadura, por esos días, la conformaron 3 banderas ( I, IV y V ) de la legión y 3 tabores de Regulares ( II de Tetuán, II de Ceuta y I Tabor de Tetuán ) . Mal soldado si no sabía la composición de sus propias fuerzas.

Nos sigue mintiendo nuestro legionario Julián “Después de descansar unas horas salimos para Badajoz”. Pues bien, entre el 11 de Agosto y las 2 de la madrugada del 13 de Agosto transcurrieron más de unas pocas horas. No contento con los disparates que estaba relatando tiene la osadía de copiar literalmente la prensa nacional para determinar el número de bajas que hubo en Mérida. Quien quiera puede acudir a la prensa histórica, como el Heraldo de Zamora, para confirmar estos extremos.

Seguimos con la carta. Lo que expresa de los cobardes falangistas es digno de admiración. Como para el legionario los falangistas eran unos redomados cobardes “había que meterles dos tiros” pues según el legionario muchos se quedaban en la retaguardia y no avanzaban. Podía preguntar a algún historiador extremeño por esos “cobardes” camisas viejas de los pueblos de la ruta de la plata pues en la retaguardia hicieron muy bien su labor de “limpieza”.

Con todo, llegamos a Badajoz y he aquí lo único que puede ser repescado de toda esta entelequia, pues efectivamente hubo preparación de artillería y aviación antes de tomar esta ciudad de frontera. Digo esto pues si nuestro amigo Julián estaba hospedado en el Hotel Majestic (que estaba sito en la Plaza de Soledad de Badajoz) bien pudo coger esta cuartilla antes de huir a Portugal.

Siguiendo con el relato y llegado a este punto no puede faltar la Matanza de Badajoz de la que él no solo es testigo sino participante activísimo, faltaría plus. El peliculero se hace pasar por uno de los pocos supervivientes de la 16 Cía. del ilustre capitán don Rafael González Pérez Caballero que atravesó la brecha de la muerte “con solo 14 hombres” y se jacta de  la “enormidad de bajas” que ha tenido su compañía. Mi buen amigo y gran historiador Francisco Pilo ya dejó bien claro que no hubo esa enormidad de bajas entre las filas del Tercio. El que quiera que lea sus libros y se ilustre. Eso lo dijo la propaganda nacional que aunque tonta y a año luz del agit-prog de la izquierda empezaba a hacer sus pinitos en el arte  de crear mitos.

Y como Julián no desfallece, se transmuta por unos instantes en otro amigo del Frente Popular y como cual Jay Allen nos deja, “los fusilamientos no se pueden calcular quizás se aproximen a los 2000 y me quede corto”. Él no podía ser menos que los propagandistas del Frente Popular, aunque pensándolo bien, seguramente lo fuera. En la parte final de su carta se desmelena y no puede dejar de citar que intervino durante dos o tres días en los fusilamientos posteriores a la toma de la ciudad pero no participó en uno sino que “a mí me ha tocado intervenir en más de 20 pelotones de 25 hombres cada uno”.

Para rematar la carta y antes de despedirse de todos sus seres queridos, en especial Josefina, nos deja otra perla  y ésta de las gordas. El muy pillín nos dice que “No tengo tiempo para más porque de un momento a otro tengo que intervenir en fusilamientos y detenciones, aparte que toca salir para tomar Olivenza, pueblo grande y que aún no ha sido  tomado  y con mucha concentración Roja”. Olivenza fue realmente tomada por el capitán de Infantería Ildefonso Blanco del Regimiento de Infantería Castilla Nº3, fuerzas de asalto, guardias civiles y voluntarios falangistas. Nada de legionarios sedientos de sangre. Así que ustedes me dirán.

Esta misiva es la antítesis de una verdadera carta enviada desde el frente de combate a la segura retaguardia. Adolece de aquellos sentimientos que un combatiente intenta trasmitir a sus seres queridos. No hay empatía alguna con el posible lector. No afloran las frustraciones, ni las alegrías, ni los miedos. Nada. Es una mera exposición de datos para demostrar qué malísimos y crueles que eran los alzados.

Como me dijo un buen amigo “NO HAY QUE TOMAR AL PIE DE LA LETRA  LA DOCUMENTACION QUE CAE EN NUESTRAS MANOS”.

Carta Legionario Badajoz