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18 diciembre 2020 • Whitaker usó la figura de Yagüe como «bandera de disidencia y síntoma de debilidad de los poderes públicos»

Moisés Domínguez Núñez

John T. Whitaker: “No ha existido ningún mando militar más capaz en España que el General Yagüe”

John Thompson Whitaker (1906-1046)

Se han escrito verdaderos ríos de tinta sobre la supuesta entrevista que el periodista del New York Herald Tribune realizó al entonces teniente coronel Yagüe y que trataba de “la matanza de Badajoz”:

«Naturalmente que los hemos matado. Me dijo ¿Qué suponía usted? ¿Iba a llevar 4.000 prisioneros rojos con mi columna, teniendo que avanzar contra reloj? ¿O iba a dejarlos en mi retaguardia para que Badajoz fuera rojo otra vez?».

Este pasaje fue reproducido por Whitaker en dos publicaciones. La primera en 1942, en una revista jurídica con el título Prelude to Word War. A witness from Spain, in: Foreign Affairs; an American Quaterly Review, 106. La segunda, en 1943, en un libro: We cannot escape History, New York: Macmillan, 1943, 113.

Lo cierto y verdad es que no hay referencias a que dicha entrevista se llegara a realizar (John T. Whitaker o como construir una mentira sobre las “matanzas” de Badajoz Parte 1 y Parte 2). En ningún artículo de periódico o libro de historia escrito entre 1936 y 1942 se cita una sola vez; pero es que como demostraremos hoy, ni tan siquiera el propio Whitaker se refiere a ella cuando en un artículo escrito en mayo de 1938 escribió sobre el general Yagüe. Para ratificar que esa supuesta entrevista nos es más que una farsa, traemos hoy a colación un artículo firmado por el propio Whitaker donde ensalza la figura del General.

Pero empecemos por el principio para comprender este acercamiento de Whitaker a la figura de Yagüe que ha pasado desapercibido por una historiografía de parte más preocupada en entender esta ciencia como un arma de combate que como la herramienta que propugnaba Don Manuel Azaña; en su famoso discurso, celebrado el 18 de Julio de 1938 en Barcelona, para lograr la Paz, piedad y perdón de todos los españoles.

Los enfrentamientos de Yagüe y Franco son de sobra conocidos. Entre ellos destacamos el surgido respecto al desvío de la Columna Madrid que acudió en socorro de los defensores del Alcázar de Toledo en lugar de ir directamente hacia Madrid -como era el deseo de Yagüe- y que a la postre le costó ser relevado del mando y sustituido por el general Varela.

En 1937, surge otra fuerte discrepancia cuando Manuel Hedilla, jefe de Falange es detenido y encarcelado.

En marzo de 1938 se producen los bombardeos alemanes e italianos sobre la ciudad de Barcelona. Algunos militares como los generales Moscardó y Yagüe consideraron que eran injustificable estos ataques sin contar con la aprobación de Franco y elevaron sus quejas al Generalísimo.

En este marco histórico, de tiras y aflojas, y de cómo llevar el curso de la Guerra, el 19 de abril de 1938, ya con el empleo de General, Yagüe pronunció un discurso «incendiario» en Burgos, en el aniversario de la Unificación de Falange y los Carlistas. En este discurso se pronunció a favor de la concordia, de la clemencia y de la integración de todos los españoles en la tarea de la reconstrucción nacional y le costó, a la postre, sufrir arresto domiciliario y dejar temporalmente la jefatura del Cuerpo del Ejército Marroquí.

En este preciso momento entra en juego un viejo conocido, el periodista norteamericano John Whitaker, con el que había coincido en su camino hacia la Capital de España en el otoño de 1936. Había que desestabilizar al bando nacional y que mejor manera que usando a un buque insignia del movimiento y referente en el frente de batalla, nada y nada menos que su «amigo» el general Juan Yagüe.

Whitaker, había salido por piernas de la España nacional en Diciembre de 1936, tras los temores, no infundados, de considerarlo proclive al bando del Frente Popular. Así lo describe Gonzalo de Aguilera «había recibido informes del Servicio de Inteligencia sobre sus inclinaciones pro republicanas y la labor de propaganda que estaba llevando a cabo» (Luis ARIAS GONZÁLEZ, Gonzalo de Aguilera Munro XI Conde de Alba de Yeltes (1886-1965) Vidas y Radicalismos de un Hidalgo Heterodoxo, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2013, 137).

Llama poderosamente la atención que en esta nueva referencia histórica, Whitaker, que trabajaba entonces para el Chicago Daily News como corresponsal desplazado en París, no menciona para nada los hechos de Badajoz ni por supuesto esa entrevista sobre los 4000 prisioneros asesinados en esa ciudad de frontera y que no dejaba en bien lugar al ya general Yagüe.

Hacemos una trascripción de la misma que fue publicada en el periódico de Washington Evening Star el 12 de mayo de 1938 (versión de Marina Draskovic, traductora jurada)

Franco encarcela al General Rebelde que llamó “bestias” a los alemanes

Por John T. Whitaker

Paris, 12 de Mayo (1938)

Informadores de toda confianza, en la España de Franco, comunican que el General Juan Yagüe, uno de los oficiales del campo rebelde más destacados, ha sido encarcelado como resultado de un discurso que pronunció y ofendió a los italianos y alemanes.

Al señalar que los rebeldes aún no han conseguido una victoria decisiva el General Yagüe, dijo que los españoles no deben desacreditar la valentía de los leales que defienden la Republica con increíble valor.

Dijo que se hablaba demasiado de las Brigadas Internacionales del lado leal, que en realidad eran insignificantes si se comparan con los italianos y alemanes que se hicieron cargo de la situación en la zona franquista y actuaban como “aves de rapiña”.

Este discurso, enfureció especialmente a los alemanes, y a su servicio secreto, que prácticamente controlan la zona franquista, insistieron en su detención, a pesar que el Ministro de Agricultura Fernández Cuesta y Ministro de Sindicatos González Bueno, intentaron protegerlo.

Este corresponsal, durante los cinco meses que estuvo con el ejército de Franco, conoció bien al General Yagüe y recuerda que en dos ocasiones se enfrentó con el Generalísimo Francisco Franco, a quien acusa de vender España a los extranjeros.

No ha existido ningún mando militar más capaz en España que el General Yagüe, llevó con éxito a sus moros por los campos de Talavera de la Reina y en otras batallas; que hicieron, por ejemplo, posible la toma de Toledo y casi la captura de Madrid.

Sin embargo, se afilió al partido Falangista y otros grupos, cuyos programas sociales molestaron a la junta militar, que encarceló o asesinó a casi todos los líderes falangistas.

El General Yagüe fue relevado de su mando y se le dio un puesto de menor rango, pero cuando la victoria parecía cada vez más remota, Franco llamó a Yagüe para que regresara al campo de batalla.

Desde entonces, el General Yagüe ha representado a ese sector minoritario en España que siente que el General Franco ha traicionado a su país en manos de italianos y alemanes.

El arresto del General Yagüe es significativo porque conducirá al arresto de otras o provocará problemas dentro de las divididas filas franquistas.

Al respecto habrá que decir, que el periodista norteamericano se está refiriendo al discurso que Yagüe pronunció en Burgos (ya referido anteriormente) y que se puede leer en su integridad en:

http://fundacionyague.org/discurso-pronunciado-por-el-general-yague-en-burgos-9-de-abril-de-1938/

Muy posiblemente Whitaker obtuviera esta información a través de los canales oficiales que la Republica española tenía en Paris y estos recogieron esta información por el SIM que estaba infiltrado en la zona franquista. El periodista italiano Concetto Pettinato, destinado en Burgos, publicó una crónica en la Stampa donde llegó a afirmar que Juan Yagüe había sido detenido.

Posteriormente, Yagüe no dejo de incordiar al Generalísimo, con su “indisciplina”. Rafael Méndez en su libro “caminos inversos” (paginas 129-130) nos informa que en septiembre de 1945 Juan Negrín pasa por la casa que el prestigioso medico lorquino tenía en México y en un momento de la conversación salé a relucir el nombre del general Yagüe, cuando Negrín le comenta que en un nuevo gobierno figuraría como ministro de Defensa, un general muy conocido que había luchado al lado de Franco. Intervino para tal designación el general De Gaulle que deseaba para España un gobierno conservador que propiciara la unión de los españoles. Era la manera más segura, de contar con la aprobación de los militares y expulsar a Franco de España. El plan, si alguna vez lo hubo, evidentemente no fructificó, pero el nombre de Yagüe volvía a estar en la palestra.

Así mismo el 15 de febrero de 1949 la CIA norteamericana estaba al tanto de la preparación de un golpe de estado liderado, nada más y nada menos, que por el general Yagüe. Un informante anónimo (posiblemente alguien vinculado a la embajada de los EEUU en Madrid) da datos y nombres del plan que se estaba fraguando para apartar a Franco del poder. Al final la intentona quedó en nada pero aquí queda dicho a los efectos históricos oportunos.

Como vemos Whitaker usó la figura de Yagüe como «bandera de disidencia y sintoma de debilidad de los poderes públicos». Palabras, por cierto, pronunciadas por el propio Francisco Franco a comienzos de 1940 cuando se refiere a Yagüe, en su enésimo enfrentamiento por la no entrada de España en la II Guerra Mundial y que le costó en junio de 1940 su puesto de ministro del Aire, y que están magistralmente recogidas en un artículo que firma Francisco Bendala:

https://fnff.es/historia/207163427/De-como-Franco-ceso-a-Yague-por-Francisco-Bendala.html