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31 agosto 2015 • Las capacidades creativas del mulo son nulas pero puede dar mortales coces

Jesús Flores Thies

El mulo

Burro barometro de intemperiePuede ser este animal el símbolo de la izquierda española, especialmente de la política y “mediática”. El animal que mejor refleja a la derecha política y mediática, es la huidiza y cobarde liebre…, pero con tularemia.

La izquierda se ha apoderado de la televisión, radio y prensa dirigidas por millonarios, como EL PAIS, LA VANGUARDIA, EL PERIÓDICO o eso tan pringoso que dirige Sopena, que se llama PÚBLICO. Rezuman perfume izquierdista, pero al igual que las putas baratas, acabada su noche de trabajo, su perfume “huele a peste”, frase sensacional que inventó hace años el menor de mis nietos, que hoy ya tiene 22 años.

Las capacidades creativas del mulo son nulas porque Dios los hizo estériles; pero a cambio, quizá para desahogarse, son capaces de dar mortales coces. Como veterano en Grupos de Artillería a Lomo, damos fe de esa antipática capacidad para la coz.

Desde mucho antes de la guerra civil (cada día que pasa, es más “guerra de Liberación Nacional”), la “progresista” izquierda ha arrasado todo lo que ha podido. Ya en nuestra zona de recuerdos, antes de que hubiera pasado un mes de las elecciones municipales de abril de 1931, que propició el Golpe de Estado izquierdista para meternos a presión la Segunda República, organizaron la “Quema de Conventos” y muy poco después la “Ley de la Defensa de la República”, ley que habría emocionado hoy a Pablo Iglesias (mo-delo 2015). Ambos “eventos” nos dieron una idea de por dónde iban a ir los tiros (auténticos tiros).

Lo destruido en aquellas tristísimas jornadas está bien relatado y contabilizado, y cualquiera lo puede consultar: enormes destrucciones, algunas irreparables, como fueron los archivos, laboratorios o bibliotecas. Poco después de pasado ese “debut”, y antes de que ganara inútilmente las elecciones la coalición de derechas que dirigía Gil Robles (bestia negra del Presidente de la República don Niceto Alcalá Zamora, que lo despreciaba), los asesinatos, asaltos, destrucciones, bombas etc., las coces del mulo izquierdista ya no eran ni tan siquiera noticia. Y en 1934, la astutamente mal llamada “Revolución de Asturias”, empieza a sembrar España de mártires, de destrucciones y de ruinas. Y es que, la mejor característica de esta izquierda activa, es su capacidad de sembrar mártires y ruinas por donde pasa.

No vamos a repetir lo que en las inútiles Cortes dijeron Calvo Sotelo o el mismo Gil Robles muy poco antes del 18 de julio de 1936, porque cualquiera puede encontrar sus discurso en hemerotecas o en internet, pero demostraban que la guerra civil que buscaba el mulo izquierdista era ya inevitable. Los periódicos europeos hablaban de esta inminente guerra.

Nada más iniciarse el fracasado Alzamiento Nacional, fecha tan histórica y tan salvadora de España como la batalla de Covadonga, que desembocaría en la deseada guerra civil buscada fervorosamente por Prieto, Largo Caballero y los suyos, el mulo izquierdista encontró el campo abonado para sus hazañas, y se puso concienzudamente a cocear el Patrimonio, arrasando las zonas que por desgracia estaban bajo su dominio. Las destrucciones ajenas a los combates y bombardeos superaron de forma espec-tacular a aquellos. No podemos dejar de mencionar aquí el símbolo de aquella terrible destrucción sectaria, el fusilamiento del Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles y su posterior voladura, propiciada, no por los “incontrolados”, sino por los bien controlados mulos en su misión obligada: destruir, destruir, destruir… Y a ser posible, destruir lo sagrado, lo bello o lo noble ¿Qué podemos pedir a un mulo en plena actuación de dar coces?

Como ya se ha hablado mucho (sin que les afecte a los mulos actuales) de las tremendas destrucciones provocadas por el odio satánico y la estupidez más perversa durante la “Guerra de Liberación Nacional”, que fueron inmensas, pasemos a las actuaciones de los mulos de la izquierda política y mediática a raíz de la muerte de Franco.

A partir de la “modélica Transición”, la que ha llevado a España, quizá de forma “modélica”, a su quiebra definitiva como país, se sacan los mulos a las calles y plazas y se inicia una política destructora que posiblemente serviría de modelo a talibanes, yhadistas y demás joyas de los muladares de por ahí fuera. Se podría hacer (nadie se atreve) una relación de los monumentos, escudos, placas, museos, bibliotecas… destruidos y arrasados por esta tropa. Sólo en Barcelona la lista sería aterradora. Recordemos la criminal destrucción del Monumento los Caídos, que tenía una escultura del catalán Clará, artista al que odian los mulos en versión separatista. Clará es odiado porque cooperó a la restauración, a principios de los 40, del Monasterio de Poblet, odio extendido a Federico Marés por la misma razón, lo que hizo quitar su estatua de ”La Victoria” que ha dejado huérfano a un monolito erigido ya nadie sabe para qué.

Otro gran monumento arrasado fue el de José Antonio Primo de Rivera, inaugurado en su momento por una serie de quebrantables inquebrantables (Fraga, Martin Villa, Samaranch….). Parte de los extraordinarios relieves realizados por el escultor catalán Jordi Puiggalí, fueron tratados con la piqueta y destruidos como muchos años después se haría con las joyas del Museo de Palmira. Jordi Hereu, es el nombre del mulo-alcalde que ordenó la demolición.

Una de las mejores coces fue la destrucción del Museo Militar de Montjuich, una de las felonías más completas y estúpidas de estos mulos. Y aquí no tenemos más remedio que mencionar, aunque sólo sea de pasada, la participación, a veces entusiasta, del “Mando” militar, en esta destrucción del Patrimonio. Escudos en Capitanía, Gobierno Militar, Acuartelamientos, Fosos de Santa Elena…, fueron arrasados con la colaboración de ese…(CENSURADO)… “Mando”, al igual que otros… (CENSURADO) … lo hicieron en toda España. Especialmente dolorosos son las coces dadas en Ceuta y Melilla, que no comentamos para no extendernos más, y porque de ellas ya se ha hablado en otra ocasión.

Pasado el tiempo de destrucciones y saqueos, oficialmente nadie se atreve a hacer un balance de lo destruido o de lo saqueado. Estamos esperando una investigación del Congreso de Diputados para averiguar qué fue lo que se envió a México en el yate “Vita”. Aquí se pasan los mulos mediáticos mareándonos con los saqueos nazis, cuando se oculta lo del “Vita”, lo saqueado y llevado a Francia por los mulos “baskos”, o lo que los mulos de la Gene-ralidad almacenaron muy poco después de iniciada la guerra para llevárselo al extranjero, que el impepinable exilio, al que se sabían abocados, indudablemente con pan es menos duro…

Hoy nos enteramos de que en Canarias se manda al vertedero un monolito en recuerdo del Alzamiento Nacional.

Metidos en internet, encontramos “blogs” de mulos canarios, pero con una característica notable: son también independentistas. Los de Gomera son muy suyos y no quieren que nadie les imponga nada; los de Las Palmas no quieren nada con Tenerife, y estos desprecian, en justa correspondencia a los de Las Palmas. Y no queremos transcribir lo que dicen de ellos porque hoy nos hemos levantado queriendo ser prudentes en el lenguaje.

En definitiva, el mulo estéril de la izquierda “mediática” y política sigue con su tarea, mientras que las liebres con tularemia de la derecha se esconden, no sea que les alcance una coz, y cooperan a su manera en esa destrucción del Patrimonio, correteanndo por la alfombra “antifranquista”, y dejándola hecha un asco con tanta cagada de animalito enfermo.

Antes de seguir, la turalemia es una bacteria infecciosa que, al parecer, al igual que el “Malboro”, vino de los EEUU.
Pues se seguirá coceando hasta dejar España hecha un erial. El Valle de los Caídos, símbolo de todas las Cruces a los Caídos destruidas en España (prácticamente todas), está en el objetivo inmediato de los coceadores.

Y mientras tanto, las liebres enfermas se buscan la vida y un lugar en la pista escupiendo al “franquismo”. Hemos oído recientemente a Isabel San Sebastián decir que la política que preconiza PODEMOS se parece a la de Franco. Es sólo un ejemplo porque no hay una sola liebre de la derecha que periódicamente, como queriendo pagar su cuota personal en la tertulia, no escupa por el colmillo contra Franco, que es como escupir sobre los españoles que levantamos España a lo largo de esos denostados y al parecer inexistentes cuarenta años. Per-sonalmente no se lo admito y su salivazo se queda corto.

Pues desde aquí, a mulos y liebres enfermas, los mandamos al muladar y a las toperas, a ver si las hormigas carnívoras acaban con ellos de una puñetera vez. Nos harían un gran favor.