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28 enero 2022 • Acompañamos nuevas fotos donde se puede ver a los escoltas de Millán Astray con el ilustre General por la geografía española

Moisés Domínguez Núñez

Millán Astray, un viajero audaz

Carta firmada por Millán Astray (Buenos Aires abril 1936). Fuente:
«Caras y Caretas», 18-abril-1936

En el presente trabajo vamos a recorrer junto al general Millán Astray los puntos de la geografía española donde “actuó” a favor del incipiente Movimiento nacional, siempre acompañado por una suerte de «guardia de corps» que no le dejaba ni a sol ni a sombra y de la que acompañamos algunas fotos que por su interés histórico remarcan la figura del viejo General.

El 1 de agosto de 1936 la sección de embarcaciones de la policía de la capital argentina confirma que el general Millán Astray embarcó el 25 de julio, inesperadamente, con destino a Portugal. La embajada y el consulado de la República Española en Buenos Aires desconocen los motivos que llevan al General a viajar a Lisboa pero es fácil adivinarlos.

El General había pasado forzoso al Cuerpo de Inválidos Militares, gozaba de licencia particular de un año para dar conferencias en Sudamérica. El 20 de marzo de 1936 Millán Astray y su esposa Elvira Gutiérrez partieron del puerto de Cádiz en la motonave «San Antonio» hacia la Argentina, pocos meses estaría residiendo en la capital del Río de la Plata. Durante su estancia, el invalido hidalgo, se dedica a dar charlas, y participa todos los martes como «speaker» en la emisora «Radio Prieto».

El 18 de julio de 1936 al enterarse que la Legión española se ha alzado en armas, oye la llamada de «a mí la Legión» y decide que debía partir inmediatamente hacia España para ponerse bajo las órdenes de su gran amigo Francisco Franco.

El día 23 de julio tenía que dar una conferencia en la Academia Militar de la capital Argentina. No se presentó ni avisó la causa de su ausencia y además informó, la agencia «Havas», que llevaba tres días desaparecido del hotel donde residía, sin que se conociera su paradero. El General, realmente, había comprado un billete de segunda clase y se había dirigido al puerto bonaerense el 26 de julio, donde embarcó en el vapor inglés, de la «Royal Mail Lines», «Almanzora». Después de hacer escala en Uruguay, en Río de Janeiro el 27 de Julio -en donde se negó hacer declaraciones a los periodistas- en Bahía, Pernambuco y Cabo Verde atracó en el puerto de Lisboa a las dos y media del 8 de agosto de 1936. El glorioso mutilado fue recibido por la numerosa colonia española que residía en la capital de Portugal. Nicolás Franco y Gil Robles conversan con él y le ponen al corriente de todo lo que está pasando en España. Recibió a los periodistas portugueses expresando que tenía pocas noticias del alzamiento y que venía a luchar como un soldado más en defensa de su patria. Así mismo agradeció el apoyo de Portugal hacia la causa nacionalista «Gracias, Portugal, por la mano franca con que nos abriste la puerta y nos tendiste tu amistad…» Estas manifestaciones fueron recogidas por la emisora «Radio Clube Portugal».

Pasa cinco días en Lisboa ¿Esperando acontecimientos? El «ABC» madrileño informa erróneamente, que el día 11 de agosto ha cruzado la frontera de Portugal, ese hecho ocurrirá, realmente, la mañana del 13 de agosto, cuando llega a Villareal de San Antonio y a bordo de una canoa cruza el Guadiana por Ayamonte, flanqueado por barcos pesquero que hacen sonar sus bocinas. El recibimiento es apoteósico. Inmediatamente sube a un coche donde va el gobernador civil Sr. De Haro, el ayudante capitán Jiménez y el teniente Urrutia. Va escoltado por una escuadra de falangistas, y se dirige a Huelva para unirse a los sublevados.

Por los pueblos por donde pasa la comitiva Lepe, Cartaya, Gibraleón las manifestaciones de cariño hacia el General son muy emotivas. En Lepe para un momento y conversa cariñosamente con unos campesinos. En Gibraleón ordenó que arriaran la bandera tricolor del Ayuntamiento. Cuando una muchedumbre se disponía a pisotearla y destrozarla dijo que esa bandera había que respetarla. A las dos de la tarde llega a Cartaya donde un grupo de señoritas le regala un gran ramo de flores. Se dirige al Ayuntamiento y desde su balcón lanza una soflama dando gracias y anticipando que viene a España a luchar como cualquier soldado por la salvación de su patria y que esta guerra no va contra el pueblo y sino a favor de los más desfavorecidos y humildes.

Mientras el Gobierno del Frente Popular le da de baja en el Ejército junto al resto de generales alzados.

A las cuatro de la tarde día 13 llega a la capital onubense. Entra a pie y recorre varias calles hasta llegar a la de Palacio, frente al Gobierno Civil, donde lo recibe la banda municipal de música interpretando el himno de Falange. Están formadas en columnas fuerzas del Requeté, Falange, Balillas y de Intendencia.

Cogido del brazo de un obrero se dirige al Templete de la Música sito en la Plaza de las Monjas donde lanza un discurso a favor de los obreros y los campesinos para que su unan al movimiento salvador de España, reta a los dirigentes marxistas a enfrentarse a él pese a su amplia minusvalía y finalmente que no den vivas a su persona sino a favor de España, la libertad honrada y al trabajo.

Seguidamente se dirigió al Gobierno Civil, allí le esperan jefes y oficiales militares, el jefe de la comandancia de la Guardia Civil Luis Flores, personal civil y un enviado de la II División en Sevilla, el sr. José María Jiménez Molina. Sale al balcón que da la calle Concepción, en su discurso insiste en que el obrero debe implicarse en la salvación de España y que la guerra va dirigida contra los jefes revolucionarios marxistas.

Un incidente al final del acto denota la curiosa y simpática personalidad del mutilado. Un falangista le abrazó con tanta efusividad que le hizo daño en el muñón del brazo tullido. Al reprochar este acto, el falangista empezó a llorar y se arrodilló ante él. El General le dijo que se levantara, le dio un peso argentino, que sacó del bolsillo, para que recordara el momento y pidió a una de las señoritas, que había cerca de él, que diera un beso en la frente al desdichado muchacho. Finalmente, en la sede de falange, dejó su rúbrica en la ficha que reconocía su ingreso en Falange de Huelva, como un miliciano más.

A las cinco de la tarde, después de haber dado cuenta de un frugal almuerzo, se subió a un automóvil, junto al comandante De Haro y el ayudante del General, entre aplausos y vítores enfiló la carretera con destino a Sevilla, el vehículo iba escoltado por dos escuadras de falangistas.

La tarde del 13 de agosto llegó a Sevilla. Francisco Franco le recibe en el Palacio de Yanduri. La idea inicial de Millán Astray era sustituir al general Franco en Tetuán para asumir el mando de las fuerzas militares en el protectorado marroquí pero Franco tiene preparado otro destino para el cofundador de la Legión, ser el jefe de Prensa y Propaganda del Ejército sublevado. En los días que permanecerá en Sevilla se alojará en la Comandancia Militar.

El día 15 de agosto participa, junto al resto de generales, en el restablecimiento de la bandera rojigualda y en la procesión de la Virgen de los Reyes por Sevilla. En el acto en el Ayuntamiento, Millán Astray tuvo palabras de ánimos hacia los legionarios sevillanos y entono su emblemático lema de «viva la muerte» por tres veces. Terminó el acto lanzando al aire su «chapiri» ante una multitud enfervorizada que gritaba vivas a España.

El día 14 de agosto cae Badajoz y el invalido General expresa ante la emisora Radio Castilla: «Estaba yo a su lado cuando se administraba justicia, después de la toma de Badajoz, que si bien ha sido un triunfo rotundo y enorme, ha sido con sangre. Al recibir petición de instrucciones, para saber que se hacía con los prisioneros, rendidos, dijo estas palabras: Aplíquese la justicia a los traidores, a los cabecillas y arreglaros como sea con esos pobres diablos».

El 17 de agosto acude al cuartel de los Requetés sevillanos donde arenga a los carlistas con palabras de ánimo por el valor que han demostrado en Cataluña por ser los únicos que han tenido a raya a «comunistas y anarquistas» y vuelve hacer alusión a los obreros y que deben ser parte del Movimiento nacional. Fue despedido hasta el coche entre delirantes aplausos.

Millán Astray en Burgos. Fuente Archivo Municipal de Burgos

El día 18 de agosto vuela en aeroplano a Burgos, donde lo recibirá su amigo el general Mola. El recibimiento del General en la capital castellana es apoteósico: visita la Catedral y el círculo de la Unión donde se ve obligado a pronunciar unas palabras al público allí concentrado. Por la noche hablará por la emisora «Radio Castilla» junto al general Cavalcanti recordando al malogrado general Sanjurjo, tiene palabras de cariño hacia el pueblo portugués, al ejército francés y finaliza su alocución recordando que el movimiento nacional va a implantar una era de paz, tranquilidad, justicia y amor.

Es en Burgos donde se le proporciona una escolta compuesta por un legionario, requeté y falangista que lo acompañarán a todos los actos donde esté presente don José Millán Astray. Esta escolta ya ha sido objeto de nuestro estudio (pulse sobre este enlace).

En el presente artículo, acompañamos nuevas fotos donde se pueden ver a estos tres personajes con el ilustre General por la geografía española.

Después de revistar a los falangistas burgaleses, el 21 de agosto se desplaza en coche hasta Logroño, no sin antes hacer varias paradas en el camino para saludar a los obreros y campesinos. En la capital riojana es recibido por las milicias nacionalistas y las fuerzas vivas de la ciudad. A las once de la mañana se desplazó a la fábrica de conservas «Trevijano» donde nuevamente se atrajo el cariño de los obreros que le aplaudían con entusiasmo al ver al General encima de una mesa: «¡Que engañados os tenían! ¿Como pudisteis creer a los que os han llevado a cometer crímenes horrorosos? ¿Mientras vosotros trabajabais, ellos paseaban en automóvil y bebían champán? Fijaos en mí. Yo solo viví en pisos modestos, porque no tengo más que mi carrera. Obreros ¿me juráis ser buenos patriotas? Un si rotundo contestó la pregunta…».

Por la tarde visita otras fábricas y esa noche pernocta en Logroño. Durante estas jornadas corre el falso rumor que el General ha sido herido en los últimos combates.

El 23 de agosto se desplaza en tren a Vitoria, llega a las cuatro y media de la tarde. Desde la Estación del Norte se dirige a la Diputación donde pronunció una alocución llena de patriotismo: «Me habían engañado al hablarme de vosotros… me habían dicho que erais un pueblo muy frio y no es verdad». Invita, desde el balcón del Banco del España, a los nacionalistas vascos e izquierdistas a reconciliarse con España. Vuelve a recordar a los obreros, allí concentrados, que se unan al Movimiento nacional sin fisuras y sin dudas y que esta guerra se está librando para liberarlos del yugo marxista.

El 25 de agosto pasa por Miranda de Ebro y vuelve a llenar la Plaza de esta ciudad en otro de sus discursos patrióticos.

El general Millán Astray durante su estancia en Zaragoza el 26 de agosto. Foto SKOGLER (Ángel Cortés García) aportación exclusiva de la familia Bericat para el Gran Archivo Zaragoza Antigua (https://www.flickr.com/photos/zaragozaantigua/51164511510/)

A las tres y media de la tarde del 26 de agosto llega a la estación del norte de Zaragoza y se dirige al Cuartel de Caballería de Castillejos. El General es saludado por su compañero Ponte y Manso de Zuñiga, Comandante General de la División. Había previsto un banquete para doscientas personas, pero el General declinó la invitación y propuso que esas comidas fueran destinadas a los pobres de la ciudad. Por la tarde se dirigieron, en coche abierto, al templo de la Virgen del Pilar, siendo ovacionados por el público. Allí oraron ante la Virgen, el General subió al camarín y pasó su gorro legionario por el manto de la Pilarica. En lo sucesivo sería, y a petición del propio General, la patrona de la Legión. Después desde un templete volvió a recordar a los obreros que su pecho estaba abierto a la cordialidad si no tenían sus manos machadas de sangre.

El 27 de agosto habla a través de las ondas de «Radio Aragón»: después de lanzar loas a Zaragoza y la Virgen del Pilar hace un llamamiento a los obreros y ferroviarios aragoneses para que dejen a sus líderes sindicales y se unan al corazón de España. También visita el Hospital Militar para dar ánimos a los heridos y revistó a las fuerzas de Caballería, Falange, Sección Femenina, Requetés, Margaritas, Pelayos y Balillas. Al pasar por el mercado público, se baja del coche, y da una pequeña charla subido en una silla, donde arranca los aplausos de la mujeres y comerciantes de aquel mercado de abastos.

El 28 de agosto regresa a Burgos. Al día siguiente revista a dos mil falangistas procedentes de Orense, Coruña y Pontevedra, en la capital castellana.

Millán Astray en Zamora. Foto: Gutiérrez Somoza (https://conversacionsobrehistoria.info/2020/10/24/millan-astray-yo-dare-las-consignas-la-prensa-y-la-propaganda-en-el-primer-franquismo/)

El 31 de agosto el General puso sus miras en Zamora. Antes pasó por Venta Baños donde pronunció un discurso en la antigua Plaza de Emilio Hernández. Llega a Zamora por la tarde de ese día. Como ocurre en otras plazas se dirige al Ayuntamiento donde lo reciben las fuerzas vivas de la ciudad y se ve obligado a salir al balcón que da a la Plaza Mayor. Ruega que no se den vivas a su persona y como también ocurre en otros lugares se dirige a los obreros del Salto de Duero. Como hemos ido viendo, esta es una constante en sus numerosos discursos.

En Valladolid también da otro de sus famosos discursos ensalzando la figura del Caudillo. En Palencia habló ante los obreros de la Sociedad de Azucares y Alcoholes «Ebro».

A principios de septiembre de 1936 llega a tierra gallega. El 3 aterriza en Orense donde arengo a la población para que dieran su vida por España. El 4 visita Vigo. El 5 de septiembre rinde honores al patrón de España en Santiago de Compostela. El 6 se desplaza a La Coruña donde delante de más de treinta mil almas en la Plaza de María Pita dijo que el Movimiento nacional significa la más íntima unión espiritual de todos los españoles para hacer una patria grande, única e indivisible. También visita Ferrol. El día 7 de este mismo mes hablará a través de «Radio Coruña» expresando que el himno de España es el himno del trabajo y del amor y hace un llamamiento a los obreros para que trabajen por el engrandecimiento de España.

El día 8 de septiembre telegrafía a su subordinado general Yagüe, comunicándole que le regala el bastón de mando que el usó al mandar a la misma Legión y que espera que lo lleve cuando entre en Madrid.

A las nueve y media de la mañana del 9 de septiembre llega a Lugo, acompañado de su escolta «pretoriana». Al medio día se concentran en la Plaza del Ayuntamiento una muchedumbre que espera con ansia la presencia del General Mutilado que no deja a nadie indiferente en su discurso: se acuerda de las madres, baluarte de la raza; de los niños que ya no tendrán que levantar el puño como le enseñaron los maestros de la República y, como no, vuelve mencionar a los obreros diciéndoles: «Venid a nosotros; se os hará justicia en vuestro trabajo, en vuestros deberes y en vuestros sacratísimos derechos». Después de la arenga se retira al «Hotel Méndez Núñez» donde toma un pequeño almuerzo y a las dos y media pone rumbo hacia Astorga (León).

Por la tarde del 10 de septiembre llega a Benavente donde se le tributó un rendido homenaje. El 11 de septiembre regresa a Zamora donde recibe al Gobernador Civil Señor Hernández y al jefe de Falange Española de la ciudad. Ante unas señoritas de Hacienda alabó el heroísmo de la mujer española, que en estos momentos a puesto su alma al servicio de la patria. También dijo que en el futuro habría que realizar sacrificios por España desprendiéndose de lo que no fuera necesario y reduciendo las necesidades al límite necesario. Se despidió cortésmente y se dirigió al Hotel Suizo para descansar donde almorzó y después de un pequeño descanso salió hacia Salamanca esa misma tarde.

Pasó unos días en Salamanca, pues no hay noticias de él, en los periódicos de la época ¿Hablaría esos días de descanso con Don Miguel de Unamuno? Lo que es cierto y verdad es que a partir de esa fecha disminuye sustancialmente su presencia en plazas y ayuntamientos para dar arengas y desaparece de la portada de los periódicos.

El 15 o 16 de septiembre de 1936 llega a Cáceres y se incorpora al Cuartel General en la capital extremeña.

A finales de septiembre de 1936, después de hacer una visita al frente de Toledo, ya en Valladolid habla con el periodista Félix Correia del «Diario de Lisboa» y le expresará que Franco es el mejor General del mundo, termina la entrevista teniendo palabras de admiración hacia los legionarios y que los rojos no tienen patria ni mando.

El 26 de septiembre de 1936 Millán Astray enviará un emotivo telegrama al que ha sido nombrado nuevo coronel inspector del Tercio, el teniente coronel Yagüe. He aquí estas letras llenas de cariño hacia su subordinado:

«Al concederte el alto mando y España entera el mando de la heroica e invencible Legión recibe tú, Juan Yagüe, el abrazo paternal de quien siempre te admiró y fuiste el único que me causo envidia cuando de capitán de Regulares, estabas herido cuatro veces…Te abraza a ti y a todos los legionarios el fundador de la Legión».

Días atrás había conversado con Yagüe y este le dijo que sus muchachos, refiriéndose a los legionarios, se habían portado mejor que en Marruecos.

El 29 de septiembre de1936, al mediodía, junto a Franco y Varela visita el heroico Alcázar de Toledo.

El 9 de octubre de 1936 regresa a Lugo para participar en el funeral por el pretendiente carlista don Alfonso Carlos de Borbón y Austria, fallecido el Viena el 29 de septiembre anterior.

Y con fecha de 12 de octubre, lo veremos discutiendo y saludando por igual, a don Miguel de Unamuno en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, pero este es otro asunto que ha creado una gran controversia histórica, que sobrepasa el planteamiento inicial de este trabajo y al que ya nos hemos referido en el artículo previamente enlazado.