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25 mayo 2020 • Crónicas publicadas en el "Diario de Manhã" del 12 al 22 de agosto de 1936

Moisés Domínguez Núñez

«Aquellos días de guerra bajo el sol de agosto». La visión de la “matanza de Badajoz” por Jorge Simões (IV)

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«Aquellos días de guerra bajo el sol de agosto». La visión de la “matanza de Badajoz” por Jorge Simões (I)

«Aquellos días de guerra bajo el sol de agosto». La visión de la “matanza de Badajoz” por Jorge Simões (II)

«Aquellos días de guerra bajo el sol de agosto». La visión de la “matanza de Badajoz” por Jorge Simões (III)

16 de agosto de 1936: Operaçoes de Limpieza em Badajoz (Primera página)

Elvas 15.- Durante la noche prosiguieron las operaciones de limpieza en la ciudad y alrededores de Badajoz.

Se calcula que han sido fusilados mil comunistas.

En la ciudad de Badajoz ya ondea la bandera bicolor que ha sido izada hoy, solemnemente, en todo el territorio ocupado por las fuerzas nacionales.

JORGE SIMÕES.

Badajoz é agora uma ciudade de dor e ruinas (Páginas 5 y 8) (33)

Badajoz 16.- (de nuestro enviado especial). Llegamos a la ciudad tomada hoy por el ejército nacional. Por la carretera entre Caya portugués y el español va un verdadera romería que pasados los días trágicos vuelven a sus hogares. Muchos de ellos están ahora en ruinas.

En Caia español esta una pequeña fuerza del Infantería 3 que estuvo concentrada durante algunos días en el Fuerte de San Cristóbal bajo el mando de un capitán (34) que se negó en los últimos días a recibir órdenes del Gobierno de Madrid.

Los carabineros sublevados que durante días no tuvieron más compañeros que los periodistas portugueses ya están en las casas del puesto con sus familias.

Los presos marxistas que allí fueron capturados pasan por la carretera dentro de dos grandes camiones y escoltados por las fuerzas de regulares marroquíes.

En nuestro coche por precaución viaja un sargento de carabineros.

El automóvil marcha lentamente cruzándose con otros españoles. Por todas partes se saluda con la formula fascista de “Viva España” y “Arriba España”.

Un poco antes de la entrada del puente sobre el Guadiana nos previene que dos aviones de Madrid están bombardeando la ciudad.

De un coche con falangistas me dicen que corremos peligro. Precisamente en un lugar de la carretera hay un enorme agujero y los árboles tienen los troncos destrozados por el estallido de las bombas de aviación.

Salimos del coche y nos protegimos como pudimos hasta que el ronronear de los motores de los aviones dejó de oírse. Dejaron caer seis bombas sobre la ciudad.

Toda la gente tiene brazaletes blancos y ostenta insignias de los diversos grupos de combatientes nacionales.

Avanzamos un poco más. Después un oficial de la legión extranjera nos obliga a descender. Es necesario ir a buscar a una familia de un teniente de carabineros refugiado en un cortijo a cuatro kilómetros de distancia.

Esperamos en la carretera a que regresara el vehículo.

Nuestro conductor “Mariano” está verdaderamente aterrorizado. La orden (de descender del coche) fue dada en términos precisos y la gente del Tercio no gasta bromas… con la muerte.

Huidos vuelven a unas casas próximas y una pobre vecina verifica que los marxistas le dejaron (en la casa) bombas, granadas de mano y dinamita colocadas de cualquier manera.

El barrio de la estación que está en el otro lado (de la ciudad) sufrió grandes daños por los bombardeos.

El sanatorio en la carretera de Portugal fue durante bastantes días cuartel general de los marxistas que llevaron a cabo las mayores fechorías.

Mientras esperamos al vehículo hablamos con algunos civiles.

Todos se muestran aterrorizados con la odisea sufrida durante los días caóticos en que la ciudad estuvo entregada a las milicias del Frente Popular.

Hablamos también con un conductor del Tercio y que salió con la columna de Sevilla.

Nos cuenta que durante el camino que hizo la columna los aviones gubernamentales intentaron destrozarla lanzando más de 240 bombas algunas de 150 kilos.

Dice también que en la cuarta bandera del Tercio hay muchos portugueses que son los que se baten mejor en situaciones temerarias y heroicas haciendo fuego la mayoría de las veces a pecho descubierto y siendo siempre los primeros en cargar a la bayoneta. Son los que más se han esforzado hasta ahora en el Tercio.

Aparece por fin nuestro coche habiendo cumplido su misión. Entramos en el puente cuya cabeza fue batida por la artillería y por la aviación que no presenta grandes daños.

Estamos en la Puerta de Palma cuya guarnición está constituida por tropas de regulares con fusiles y ametralladoras pesadas. Después de comprobar nuestra identidad seguimos hacia la Comandancia.

La ciudad está verdaderamente en pie de guerra. Por todas partes hombres de la legión, regulares marroquíes, algunos requetés y falangistas. Las murallas, lugar del combate, están aún guarnecidas con sacos terreros tras los cuales marxistas se hicieron fuertes batiéndose y muriendo con la loca desesperación de quien pierde la partida y ha de pagarla con su vida.

Los establecimientos, muchos de los cuales fueron saqueados comienzan abrir las puertas con miedo.

Aunque la parte oeste de la ciudad se ha librado se observan allí y aquí estragos de envergadura. Las fachadas de los edificios estaban acribilladas de balas, hilos telegráficos y de teléfono por los suelos, vidrios rotos, aquí y allí agujeros de granadas, sangre coagulada y cadáveres por los suelos.

Camiones enormes van transportándolos al cementerio. ¡Son tantos!

De cuando en cuando un tiro perdido. Son los “pacos “o alguno aislado comunista que es inmediatamente abatido.

Los habitantes horrorizados, de tantos días de lucha sangrienta, de saqueos y de las mayores violencias bajo las órdenes del comandante militar que huyó, comienzan a aparecer por las calles y saludan a las tropas con palmas y “vivas” entusiastas.

También se oyen al pasar vivas a Portugal. Llegamos finalmente a la Comandancia.

Allí hay mucha gente y las manifestaciones son continuas. Pasan los guardias civiles sobrevivientes de la sublevación y la manifestación redobla en entusiasmo.

Viva la valiente Guardia Civil”. “Viva la Benemérita”. Gritan con verdadera sinceridad. Pasa un grupo de jóvenes con la bandera rojigualda y la manifestación está al rojo vivo. Pasamos. Un capitán nos conduce junto al Comandante Militar de la Provincia, teniente comandante (sic) Juan Yagüe, que nos habla afectuosamente y hace algunas declaraciones que recogemos a continuación.

Le preguntamos acerca de los prisioneros. Se afirma que son muchos.

Yagüe.- Si, muchos. Les cogimos 3.000 fusiles, ametralladoras y una pequeña batería de cañones de infantería.

Y fusilados. Según los comentarios hay quien los sitúa en dos mil (35).

El comandante Yagüe declara esto:

No deben ser tantos.

¿Van a estar aquí mucho tiempo?

Mi deseo es partir cuanto antes hacia Madrid.

¿La campaña será larga?

Según afirma:

Yagüe: No, ellos corren mucho.

Dice que está muy agradecido a Portugal.

Me expidieron salvo-conductos individuales (36), con todas las facilidades para transitar por la ciudad, la provincia y pasar la frontera.

Fue publicado un bando proclamando el Estado de Guerra, con todas sus consecuencias y movilizando a las clases de 1935-1936.

Se presentaron en la comandancia al momento numerosísimos voluntarios.

Sabemos que fue nombrado Alcalde de la ciudad Agustín Carande (36) y Gobernador Civil el capitán Alfonso Blanco.

La Legión sigue incansablemente recuperando armas. Ya son 4.000 las encontradas.

Los reconocidos como dirigentes comunistas son capturados y ejecutados en el mismo momento.

Salimos de la Comandancia saludados por todos los presentes que lanzan vítores a Portugal.

Continuamos nuestra peregrinación a través de la ciudad, siempre saludados en todas las calles con un “Arriba España”.

Vimos los estragos causados por el tiroteo y por los bombardeos en las calles de Murillo, San Agustín y San Juan.

Esta última es la calle más típica y más frecuentada de la ciudad y presenta enormes estragos. El establecimiento de “La Paloma” tan conocido de los portugueses fue saqueado por los marxistas.

Lo mismo sucede a muchos otros. El aspecto es desolador. Las grandes ventanas y vitrinas destrozadas, balcones desgarrados (de los edificios), todo destrozado con una saña feroz.

En la calle Cervantes una bomba de la aviación cortó la calle por la mitad, dividiéndola en dos mitades por un inmenso agujero.

Fueron muchos los crímenes cometidos en Badajoz, y todos están siendo pagados con inexorable rigor.

Leemos un letrero colocado en una puerta cerrada, que dice así:

Las infames milicias socialistas asesinaron al dueño de esta casa Don Juan Díaz Ambrona. Por eso está cerrada

Llegamos al Barrio de San Roque. Fue el más castigado de todos. Está situado en la parte este junto al cruce de las carreteras de Mérida y Madrid.

En un riachuelo que nos dicen se llama Revilla el espectáculo es estremecedor.

Fue por este lugar que la 16 Compañía del Tercio entró en la ciudad en una carga a la bayoneta en la que perdieron el sesenta por ciento de sus efectivos.

La artillería nacional situada en Cerro Gordo abrió una brecha de más de diez metros de largo en las gruesas murallas (38). Después con matemática precisión fue protegiendo el avance de la infantería legionaria, batiendo con granadas y obuses, casa por casa, donde los comunistas se habían fortificado.

La calle Martín Cansado, que tiene más de 200 metros de largo quedó sin una sola casa en pie o que no fuese destrozada en parte.

Las calles confluentes llamadas Madre de Dios (39), Zarza, Doncella Yoran (40), y muchas otras están en el mismo estado.

Podemos contar aun extendidos en el suelo a pesar del rápido servicio de limpieza que fue establecido, 42 cadáveres de marxistas y ya arrimados y cubiertos con sabanas unos 22 cuerpos de legionarios.

Un poco más abajo junto a un puesto de regulares marroquíes vimos 4 marxistas fusilados momentos antes.

El tercio con su acción en la toma de Badajoz, escribió una de las páginas que justifican sus títulos, de hermano de la muerte.

Hay bastantes portugueses 25 o 30 todos en la 4ª bandera y en la 16ª Compañía hay 7 u 8.

A un portugués le fue entregada la más ardua tarea de combate (41), tomar con ocho legionarios cuatro ametralladoras pesadas de los comunistas que batían todo el sector de la brecha que fue a su vez batida por la artillería rebelde.

Con su comandante el capitán Caballero (42) que recibió cinco heridas en la refriega, avanzaron los legionarios y tomaron las ametralladoras.

El terreno recorrido fue más de 50 metros. Al frente avanzaban dos carros blindados. El comandante de uno de ellos murió (42). El sargento ayudante tomo el volante y prosiguió. Atrás avanzaban unos 152 componentes de la 16ª Compañía.

La 12ª compañía de ametralladoras pesadas protegía el avance en la retaguardia.

En el reducto de San Pedro continuaron los marxistas haciendo fuego de ametralladoras y granadas de mano y el terreno minado de dinamita explotaba de cuando en cuando.

Los legionarios avanzaban siempre. De los cinco oficiales de la compañía murieron dos y tres fueron heridos.

Cuando todo acabó, de los 152 legionarios restaban 56.

El combate prosiguió por las calles desesperadamente.

Otras fuerzas entraron y el cabo legionario portugués João Martins Correia (44) natural de Albergaria-a Velha, fue propuesto a sargento en el lugar de la refriega.

Durante la noche anterior apenas a 50 metros de las murallas las fuerzas asaltantes sustentaron 10 horas de fuego y los regulares marroquíes tomaron a la bayoneta las ruinas del cuartel de Menacho, matando a todos los ocupantes marxistas que lo ocupaban.

Durante toda la noche el Tercio provocó a los milicianos a los gritos de ¡Viva España! a los que estos respondían con descargas cerradas y diciendo (los legionarios) que no eran frailes disfrazados de legionarios como decía Madrid por la Radio.

Episodios como este de sangrienta lucha en España tenemos muchos archivados que merecen ser contados en crónicas sucesivas.

El entusiasmo del Ejército es comparable a la desesperanza de los milicianos comunistas.

Estuvimos también en la Plaza de Toros llena de agujeros de los bombardeos aéreos y vimos llegar amarrados unos a otros con cuerdas, a centenares de marxistas.

La Guardia Civil identifica a aquellos que por equivocación fueron apresados enviándoles a sus casas. Los otros fueron entregados a la Legión Extranjera.

Se dice que hasta ahora hay 1.300 muertos.

Por la tarde fueron reestablecidas las comunicaciones telegráficas y telefónicas con España y Portugal. La población vitoreaba a las tropas en las calles y abrieron los cafés.

Se dice que entre los marxistas fusilados están el coronel Cantero (45), teniente Vega (46), gran agitador, algunos dirigentes de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y de los otros partidos del Frente Popular.

Se formaron dos columnas para ir a combatir a los núcleos gubernamentales que aún existen en Barcarrota y Olivenza.

Cuando los periodistas portugueses andaban haciendo sus reportajes en la ciudad, aparecieron en el cielo dos aviones que no lanzaron bombas.

Cuando hoy los milicianos se vieron perdidos quisieron matar a los presos derechistas presos en la cárcel. A eso se opusieron heroicamente los guardas de la prisión.

Entretanto avanzaban por la calle Moreno Nieto los regulares marroquíes y por la calle Menacho los legionarios del tercio.

Se libró después el combate de la calle San Juan donde fueron encontrados 82 cadáveres.

Desarrollamos estas notas para que pueda juzgar esta tremenda guerra que ensangrienta a toda España.

Las tres columnas que se juntaron en Badajoz tienen efectivos superiores a 7.000 hombres, 4.000 de los cuales van a partir en dirección a Madrid.

JORGE SIMÕES.


(33) Esta crónica es remitida por teléfono desde Badajoz el 16 de agosto de 1936 aunque los hechos se refieren al día 15 de agosto de 1936.

(34) Capitán Fernando López Diéguez.

(35) La interviú al Teniente Coronel estuvo muy concurrida, estando presentes al menos seis periodistas y un fotógrafo.

(36) Lo firmaba el capitán jefe del Estado Mayor Manuel Chamorro.

(37) Realmente el Alcalde era el Sr. García Salgado.

(38) Error muy extendido entre los periodistas. Realmente esta brecha había sido abierta por el Alcalde Sinforiano Madroñero un año antes con motivo de acercar el arrabal de San Roque al centro de la ciudad.

(39) Precisamente en la casa de la abuela del autor de este trabajo, Concha Castañeda, sita en la Calle Madre de Dios nº10, cayó una de las bombas de la aviación nacional que destrozó el patio interior de esta casa de vecinos.

(40) La nomenclatura correcta de la calle es Doncel y Ordaz.

(41) Se trata del cabo de la 16ª Cia. IV Bandera João Martins Correia, ascendido por esta acción a Sargento.

(42) Capitán legionario Don Rafael González Pérez-Caballero.

(43) Esta información no es correcta pues el comandante, realmente capitán de equitación, no murió en la refriega. Se trataba de don Gabriel Fuentes Ferrer.

(44) Posteriormente se nacionalizó español bajo el nombre de Juan Martin Correa.

(45) Coronel José Cantero Ortega.

(46) Teniente del benemérito José Vega Rodríguez.