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17 abril 2019 • Fuente: La Tribuna de Albacete, 6-abril-2019

Juan Pablo López Torrillas Departamento Fe-Cultura (Diócesis Albacete)

Para que Él reine

Pío XI  inicia Quas Primas haciendo referencia a Ubi arcano Dei consilio (La paz de Cristo en el reino de Cristo, 1922), primera de sus encíclicas, y en la que proclama que el cúmulo de males había invadido la tierra “porque la mayoría de los hombres se habían alejado de Jesucristo y de su ley santísima, así en su vida y costumbres como en la familia y en la gobernación del Estado”, y que “nunca resplandecería una esperanza cierta de paz verdadera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones negasen y rechazasen el imperio de nuestro Salvador”. A ello da respuesta Quas Primas, donde analiza los tres campos en que la realeza de Cristo debiera estar presente para alcanzar esa pax: en lo espiritual, en lo temporal y, por último, en los individuos y en la sociedad.

Hoy Cristo no reina nuestras inteligencias, embotadas por ideologías; no reina en las familias, amenazadas unas, y otras totalmente quebradas; no reina en la educación, donde la perversión de las nuevas generaciones alcanzará cotas inimaginables; no reina en la política, donde las leyes de Dios son marginadas de toda opción; no reina en la economía, en la que está ausente la Doctrina Social de la Iglesia; Cristo no está presente en la cultura, y cuando lo hace es para Su ofensa impune; y por último, es evidente que Cristo no reina en nuestra patria.

¿Cómo hacer para Instaurare Omnia In Christo? El filósofo francés Jean Ousset intentó dar respuesta en Para que Él reine, su obra cumbre, y que supuso un “fuerte aldabonazo a la conciencia de los católicos preocupados por la degradación de las sociedades que abandonaban su fundamentación católica” (Estanislao Cantero, revista Verbo nº 325-326, pág. 470). Publicada en 1972, recibió elogios de Obispos de todo el mundo, en particular de los de España. No podemos sino recomendar aquí su lectura.