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24 septiembre 2018 • En 1943  la Jefatura de Prensa controlaba 37 diarios, 8 semanarios y 7 revistas mensuales

Carlos Caballero Jurado

La prensa falangista y el inicio de la campaña contra el comunismo (I)

El inicio de la campaña de Rusia provocó una oleada de entusiasmo en España que cuesta de imaginar, por lo intensa y extensa que fue. Uno de los pocos medios que nos permite el tratar de captar aquel ambiente es el análisis de la prensa del momento. Y en especial, el de la prensa falangista, Aunque sea una obviedad, recordaré que en aquellos momentos la prensa española estaba sometida a estricto control y debía seguir consignas, independientemente de su titularidad. Por tanto, toda la prensa debía tener un acusado discurso anticomunista. Pero la prensa falangista iba a destacar especialmente en la creación de aquel caldo de cultivo que nos explicará que tantos miles de jóvenes españoles decidieran abandonarlo todo para marchar a Rusia.

A diferencia de los carlistas, que durante la II República habían contado con una red de publicaciones periódicas extensa y bien asentada, a Falange le había costado mucho el tener buenos órganos periodísticos. Las JONS solo habían logrado editar revistas de contenido teórico y escasa difusión (“LA CONQUISTA DEL ESTADO”, “JONS”). En Valladolid, las Juntas Castellanas de Acción Hispánica, con su combativo semanario “LIBERTAD”, habían tenido comparativamente más eco, pero limitado a su área regional. Este es un buen momento para recordar que algunos de los redactores de esta publicación, que empezó a aparecer en 1931, marcharían voluntarios a Rusia diez años después; me refiero a Anselmo de la Iglesia Somavilla y José María Gutiérrez del Castillo, por ejemplo. Con la fundación de Falange Española, esta se dotó del semanario “FE” como primer órgano de prensa, en diciembre de 1933. Allí colaboró con sus caricaturas un audaz dibujante, Joaquín  Alba… Años después seguía realizando esa tarea, pero en el semanario que la División Azul editaba en Rusia: “HOJA DE CAMPAÑA”.

Tras la fusión entre Falange y las JONS, en febrero de 1934, se apostó por la idea de dotarse de un diario que diera relevo a “LIBERTAD”, “JONS” y “FE”. Se pensó incluso el nombre: “SI”. La idea no fructificó, y en cambio los dos semanarios “JONS” y “FE” desaparecieron. Decidido, sin embargo,  a potenciar este aspecto de la propaganda, José Antonio Primo de Rivera nombró Jefe del Servicio de Prensa y Propaganda a un falangista vasco, el arquitecto José Manuel Aizpurúa Azqueta. El secretario del Servicio era Vicente Gaceo del Pino (futuro divisionario) y entre los miembros del equipo estaba  otro futuro divisionario: Carlos Juan Ruiz de la Fuente. Pero hasta marzo de 1935 no fue posible editar “ARRIBA” (también semanario), en cuyo equipo –además de a Gaceo y a De la Fuente- íbamos a encontrar  como redactor a otro futuro divisionario, José Luis Gómez Tello. El intento de transformarlo en diario fracasó y tras el triunfo del Frente Popular, el régimen de arbitrariedades del nuevo gobierno llevó a la desaparición de “ARRIBA”. Tomo el relevo un semanario que se editaba y difundía clandestinamente “NO IMPORTA”, un modesto pero combativo pasquín, en cuya confección colaboraban activísimamente Gaceo y Ruiz de la Fuente.

Tras el inicio de la Guerra Civil la situación cambió drásticamente. El nuevo  Jefe de Prensa y Propaganda, Vicente Cadenas mantuvo en su puesto de secretario a Gaceo, y aprovechó la situación revolucionaria para dotar a Falange de numerosos órganos de prensa. Mientras que la Zona Frentepopulista las izquierdas embargaban todos los periódicos “de derecha”, en la Zona Nacional iba a ser Falange la que sacará más partido de la situación, haciéndose con numerosos periódicos, a los que normalmente cambiaba el nombre. Así aparecieron los diarios “ARRIBA ESPAÑA” (Pamplona);  “AMANECER” (Zaragoza);  “FE” (Sevilla); “UNIDAD” (San Sebastián); “EL PUEBLO GALLEGO” (Vigo); “AZUL” (Córdoba); “PROA” (León); “LIBERTAD” (Valladolid, ahora diario); “LUCHA” (Teruel); “NUEVA ESPAÑA” (Huesca); “PATRIA” (Granada); “ODIEL” (Huelva); “SUR” (Málaga”; “HIERRO” (Bilbao), “ALERTA” (Santander); “IMPERIO” (Zamora); “LABOR” (Soria)… Un hecho notable es que –pese al Decreto de Unificación- los carlistas siguieron editando sus propios órganos de prensa, mientras que la que ahora era la cadena de periódicos de FET-JONS tenía un carácter netamente falangista e incorporaba nuevas cabeceras: “MEDITERRÁNEO” (Castellón); “DIARIO ESPAÑOL” (Tarragona); “LÍNEA” (Murcia); “VOLUNTAD” (Gijón)… Tras la entrada de las tropas nacionales en Madrid, reapareció “ARRIBA”, ahora como diario, y con el rango de diario de cabecera de la red de periódicos falangistas. En los años siguientes la red se haría aún más densa con nuevos diarios como “LA MAÑANA” (Lérida); “FALANGE”, en Las Palmas de Gran Canaria; “SOLIDARIDAD NACIONAL”, en Barcelona; “BALEARES”, en Palma de Mallorca; “LA NUEVA ESPAÑA” (Oviedo); “LA VOZ DE CASTILLA” (Burgos); “INFORMACIÓN” en Alicante o “LOS SITIOS” en Gerona. En algunos casos, diarios “de toda la vida” fueron incorporados a la cadena falangista, como “LA GACETA REGIONAL” de Salamanca o “LEVANTE”, de Valencia.

En resumen, Falange se dotó de una amplia y densa red de publicaciones. Incluía diarios, semanarios, revistas especializadas, etc. Con el tiempo fue siendo perfeccionada y –por ejemplo- se suprimieron duplicidades (habían existido más de un órgano titulado “FALANGE”, “AZUL”, etc.- y tuvieron que cambiar de cabecera o fueron suprimidos) y la única excepción llamativa fue que el diario de Oviedo se llamaba “LA NUEVA ESPAÑA” y el de Huesca “NUEVA ESPAÑA”.

No todos los órganos de prensa citados se estaban editando a la altura de junio de 1941, pero si la mayoría. Se daba así una curiosa situación: Falange no detentaba el control de los principales resortes de poder en el Estado, ni remotamente. Pero en el ámbito de la prensa escrita y también en la radiodifusión ostentaba una amplia  primacía. De hecho quizás fuera este el único aspecto de la vida española en que se diera esa situación. Si en abril de 1937, al producirse la Unificación, su aparato de propaganda en prensa sumaba 17 diarios, 21 semanarios, 1 bisemanario y una revista mensual, en 1943  la Jefatura de Prensa controlaba 37 diarios, 8 semanarios y 7 revistas mensuales ([1]). Y era una prensa que tenía en ese momento una gran aceptación. Alguien tan poco sospechoso de albergar simpatía alguna hacia Falange como Francisco Sevillano nos ha dado a conocer que si entre julio de 1941 y julio de 1942 los periódicos falangistas editaron en total 292 millones de ejemplares, para el año comprendido entre julio de 1944 y julio de 1945 esa cifra ascendió a 447 millones. Aún más revelador es el dato de que en 1943, aunque los 37 diarios de FET solo representaban un 34% de las cabeceras de los diarios españoles, por su tirada suponían el 61% de los ejemplares que salían a la calle ([2]). En resumen: a la altura de junio de 1941 Falange disponía de medios efectivos y amplios para hacer llegar a las masas sus consignas, para movilizarlas si era necesario para una causa que mereciera la pena. Lo que ocurría es que normalmente no había mensaje alguno movilizador que lanzar. Pero la División Azul sí que iba a ser una causa que se quiso promover con todos los recursos posibles. Por ello vale la pena detenerse a estudiar como trató la prensa falangista el estallido de la guerra contra  el comunismo.

A día de hoy, tenemos oportunidad de consultar, a través de Internet y en distintos portales,  una serie de periódicos falangistas que se editaban en junio de 1941. Y creo que su lectura para la semana que va del 22 al 29 de junio de 1941 es muy interesante. Fue en el marco de esas fechas cuando en España se anunció la creación de la que iba a ser División Azul, cuando se abrieron los banderines de enganche y cuando decenas de miles de hombres firmaron los compromisos que les llevaron a partir hacia Rusia en julio, y en los primeros Batallones en Marcha, ya en 1942. Una decisión en la que sin duda influyeron diversos factores. Y entre ellos, y de forma muy importante, un ambiente electrizante, que el que vemos reflejado en esas páginas de prensa.   Por ello vale la pena detenerse, con extensión, en el análisis de esos periódicos. He tenido ocasión de consultar los siguientes órganos de la cadena de periódicos de FET de las JONS ([3]):

Título del periódico Localidad Periodicidad
“AZUL” Córdoba Diario, salvo el lunes
“DIARIO ESPAÑOL” Tarragona Diario, salvo el lunes
“FALANGE” Las Palmas de Gran Canaria Diario, salvo el lunes
“IMPERIO” Zamora Diario, salvo el lunes
“LABOR” Soria Martes, jueves y domingos
“MEDITERRANEO” Castellón de la Plana Diario, salvo el lunes
“NUEVA ALCARRIA” Guadalajara Una vez por semana
“ODIEL” Huelva Diario, salvo el lunes
“PATRIA” Granada Diario, salvo el lunes
“EL PUEBLO GALLEGO” Vigo Diario, salvo el lunes
“UNIDAD” San Sebastián Todos los días de la semana
“VOLUNTAD” Gijón Diario, salvo el lunes

 

No he conseguido acceder a la colección del diario “ARRIBA”, editado en Madrid y órgano de cabecera de esta cadena, que sería de interés especial. Pero quizás sea más revelador el estudio de estos órganos de provincias, sí de lo que se trata es de captar cómo entendió la Falange en su conjunto –y no solo la elite dirigente de Madrid- la importancia y trascendencia de la campaña que se iniciaba contra la URSS.

Si algún lector de Historia en Libertad sabe de algún otro órgano de prensa falangista localizable vía Internet, le quedaré agradecidísimo si me pone sobre la pista.

Lunes 23 de Junio

Este se inició como sabemos el domingo día 22. La noticia se conoció  inmediatamente gracias a la radio. Pero era de la Prensa escrita de la que cabía esperar información más elaborada y análisis. Y el día 23, lunes, no aparecían la mayor parte de los diarios, y solo  lo hacían las llamadas “Hoja del Lunes”. Una de las pocas excepciones era el diario falangista “UNIDAD”, de San Sebastián, que pertenecía a la categoría de los que se llamaban “diarios de la tarde”, porque salía pasado el mediodía y que sí salía los lunes, ya nos proporciona la primera imagen de en qué términos se iban a narrar los hechos del inicio de la campaña rusa en la prensa falangista. Estos eran los titulares que encontramos en la primera plana: “El avance alemán en la URSS se lleva a cabo con el éxito previsto”,  “Sublevaciones en Estonia contra la Unión Soviética”, “Gran júbilo en Finlandia”. “La Flota comunista es débil, dicen en los centros navales de los Estados Unidos”, “Lituania se separa de la URSS”, etc. Vale la pena subrayar que se hablaba del ataque como una acción conjunta de alemanes, rumanos y finlandeses.  También se dedicaba al tema una breve editorial, que ya era muy crítica con  la oferta inglesa de ayudar a Rusia –que se había producido en cuanto se supo la noticia- aunque el editorialista no parecía creérsela y decía que Gran Bretaña no  ayudaría a la URSS, como no había ayudado en realidad ni a Polonia, ni a Grecia.

Martes 24 de junio

El martes 24 eran varios los diarios de la cadena de FET de entre los arriba citados los que reproducían la editorial que “ARRIBA” había dedicado a comentar el inicio de la campaña anticomunista (“Guerra por la causa de Europa”). En ella se leía:

Alemania y España (…) han sufrido en distinto momento la derrota infringida  por las potencias que hoy llamamos democráticas (…) Negadas la plenitud de soberana libertad y los caminos de expansión que su personalidad les exigía, era inevitable para ello un proceso de desintegración interna, sobre el que un peligro exterior, ofensivo y nuevo, aún iba a operar poniéndolas en trance de muerte, ante la complacencia y complicidad de los presuntos defensores de la libertad de todos los pueblos. Este peligro nuevo se llamaba comunismo (…)  Los pueblos que entonces monopolizaban el nombre de Europa para su exclusivo provecho, no se creyeron obligados  a combatir por la defensa de Europa. Los pueblos humillados y sojuzgados fueron –al ser atacados directamente- los únicos defensores de Occidente.

Como vemos, de lo que se trata era de argumentar las razones que explicarían un combate simultáneo contra enemigos tan aparentemente distintos con la “plutocrática” Gran Bretaña y la comunista Rusia. El caso era que naciones humilladas por las potencias “plutocráticas” y amenazadas por el avance comunista, como Italia y Alemania habían encabezado, a través de sendas revoluciones nacionales, una nueva vía. Y esas revoluciones de Italia y Alemania las habían puesto al frente de los destinos de Europa. España había pasado la misma experiencia histórica, aunque con otros plazos; humillada por Francia e Inglaterra, el comunismo la había atacado, pero España lo había derrotado. Por eso era inevitable la confluencia italo-germana con España.

Anteayer las tropas alemanas han entrado en Rusia (…) Antes de merecer el título de redentora de Europa frente a los pueblos capitalistas y esclavizadores, Alemania había ganado el título de barrera oriental de nuestra civilización; hoy, al transformarse la contención en ofensiva, viene a ganar el de campeona y cruzada de Europa. Pero por lo mismo que es así, esta empresa de Alemania no es solo una empresa alemana, es una empresa europea, total.

Puesto que España ya había derrotado al comunismo en su propio solar, cabía la tentación de creer que ya había cumplido su parte en esa tarea, y que era el momento de atacar a otros enemigos, pero “ARRIBA” sentenciaba:

Ya sabemos que son otros los que obstaculizan nuestros caminos naturales de libertad y de grandeza, y Dios nos libre de olvidarnos de ello. Pero Rusia es algo más que eso, es la encarnación de lo que pudo ser nuestra muerte definitiva (…) Ni la victoria puede habernos vengado con suficiencia ni defendido aún por entero; es natural que quienes libramos al mundo occidental de un golpe de muerte deseemos un más absoluto exterminio para su enemigo. (…) Alemania acomete hoy una empresa dura y amplia que envuelve a Europa como un viento de Cruzada y en la que hemos de reconocer nuestra propia empresa. Por eso, nuestro saludo de amistad no puede hoy encerrar solo el deseo de victoria, sino el deseo de la juventud española de estar presente en ella, con el mismo fusil -aún caliente-  del que salieron los primeros disparos. ¡Arriba España!

Los titulares del día 24 de junio, en el caso de “PATRIA” (Granada) eran: “La infantería alemana rompe las líneas fortificadas rusas”, “Rumania expulsa al embajador ruso”, “Hungría, dispuesta a luchar contra el comunismo”, “Lituania se declara independiente de la Unión Soviética”, “Insurrección anticomunista en Estonia”… En la última plana del diario aparecía una crónica enviada desde el mismo Berlín, que se titulaba: “Europa inicia la Cruzada para liberar a Rusia del comunismo”. Era remitida por un corresponsal de la agencia Efe (una agencia de noticias que pertenecía a la red de periódicos de FET), Garriga, que vertía en ella, y en otras muchas más que firmó, los más altos elogios para el III Reich, aunque años después conseguiría hacerse pasar por un ferviente antinazi  “de toda la vida”, a base de publicar libros rabiosamente antifranquistas.

También en el Sur de España, “ODIEL” (Huelva) el periódico del 24, primero que aparecía tras el ataque alemán, era casi monotemático sobre el inicio de la campaña rusa, dedicándole una páginas tras otra  con titulares como “El domingo, a las 5’30 de la mañana, los Ejércitos de Alemania, Finlandia y Rumania iniciaron una ofensiva contra la URSS”,   “Proclama del Führer al  pueblo alemán dándole cuenta de su histórica decisión” (la reproducía en toda su extensión, por lo que ocupaba dos planas enteras), “Von Ribbentrop da a conocer la nota enviada a Moscú”. También informaba sobre las reacciones en Japón (esperando que finalmente la nación asiática se uniera al ataque) y en EE. UU. (condenando su alineamiento con la URSS). Un artículo especialmente notable era “Actitud de España”, donde se informaba extensamente sobre la rueda de prensa del día 23, en la que  Ximénez de Sandoval, “camisa vieja” falangista y estrecho colaborador de Serrano Súñer –jefe del Gabinete Diplomático- en el Ministerio de Asuntos Exteriores, ante la prensa extranjera y española dio a conocer que miles de españoles deseaban luchar voluntariamente contra el comunismo y así les constaba a nuestras autoridades.

En el otro extremo de España, en Gijón, el diario falangista “VOLUNTAD” de este día incluía titulares análogos a los ya vistos (“Alemania penetró considerablemente en territorio soviético”, “Hungría rompió sus relaciones con la URSS”), otro con este título: “Inglaterra no se opondrá a que la URSS ocupe el Bósforo y los Dardanelos”, algo que vale la pena subrayar porque de ahí deducía que para impedirlo sin duda Turquía se uniría al Eje, reeditando la alianza entre Berlín y Estambul de la I Guerra Mundial.

DIARIO ESPAÑOL” de Tarragona  llevaba a toda plana la noticia: “Alemania, Finlandia, Rumania e Italia en guerra con la URSS”. También exponía extensamente las razones alegadas por Hitler para lanzar la nueva campaña. Pero quizás lo que mejor explique el eco positivo que tal noticia iba a encontrar en tantos lugares de España era una noticia de que aparecía en el interior, sobre el solemne traslado de los restos de tres tarraconenses de entre los que habían sido asesinados por los frentepopulistas, desde el lugar donde murieron a su localidad natal.  En Vigo, “EL PUEBLO GALLEGO” decía en sus titulares: “Berlín y Roma declaran la guerra a la URSS”, “Hitler descubre el doble juego ruso”, “La declaración de guerra ha producido viva satisfacción en nuestro gobierno. El camarada Ximénez de Sandoval se refiere al rumor sobre el envío de un Cuerpo de Voluntarios”. Ya en el interior y bajo el rótulo de “Textos históricos” reproducía en toda su extensión la proclama de Hitler al pueblo alemán. También este diario insertaba la crónica de Garriga. Y entre el abanico de notas llegadas desde varias capitales del mundo se encontraban la noticia procedente de Ankara, en la que se aseguraba que el pueblo turco simpatizaba con la causa alemana. Una valoración de la situación realizada en Tokio, que afirmaba que Un nuevo sistema político habrá de instaurarse en Moscú. Y otra procedente de los EE. UU., en la que se afirmaba el expresidente Hoover era ahora, tras el ataque alemán a la URSS,  más partidario del aislacionismo que antes

Ese martes era uno de los tres días a la semana en que aparecía en Soria el periódico falangista “LABOR”.  Con titulares tan explícitos como “Vuelve a plantearse la lucha de la civilización contra la barbarie soviética” y noticias como la reunión urgente del Consejo de Ministros en España  y la arriba comentada conferencia de prensa de Ximénez de Sandoval. La editorial llevaba el título de “Hitler contra el Soviet”, y en ella leíamos:

España entera recibe con júbilo la noticia de la declaración de guerra a la URSS. Hitler en estos momentos históricos encarna la guerra que heroicamente comenzó España bajo el mando del Caudillo. Si entonces nuestra lucha significaba el único dique contra el comunismo destructor y fueron solamente Alemania, Italia y Portugal quienes estuvieron a nuestro lado, es decir, al lado de la civilización, hoy Europa entera ha de saber a qué atenerse con nuestra experiencia, colocándose al lado del Reich.

En las Islas Canarias, “FALANGE” de Las Palmas destacaba porque solo ponía unos pocos titulares con letras de gran tamaño, usando para el resto entradillas de letra mayúscula, pero del mismo tamaño que la de los despachos y artículos. Los pocos titulares de gran tamaño que llevaba ese día eran los que ya podemos imaginar: “El Eje contra la URSS desde el domingo”,  “Las líneas rojas fueron rotas por varios sitios” y, en clave nacional, “Satisfacción en España por la lucha europea contra el bolchevismo”, con las declaraciones de Ximénez de Sandoval.

UNIDAD”, de San Sebastián, que salía por la tarde, junto a los grandes titulares sobre las victorias alemanas (incluido uno que decía: “Intentos soviéticos de atacar Prusia Oriental fueron rechazados”) y  -también en titulares- había otros que hablaban de otros aspectos que reforzaban la idea del carácter paneuropeo y esencialmente anticomunista de la nueva campaña: “Eslovaquia se suma al ataque a la URSS”, “Gran satisfacción entre los rusos blancos exiliados en Shangai”, “También Letonia se alza contra la URSS”…  Como contrapunto, se informaba de la política inglesa de apoyo a la URSS. Al ser un diario de la tarde, pudo informar con gran relieve sobre una gran noticia ocurrida en Madrid esa misma mañana: “La Falange madrileña contra la Unión Soviética”, referida a la manifestación que había recorrido Madrid para pedir el envío de voluntarios españoles, el discurso dirigido por Serrano a los manifestantes… La editorial del diario de ese día llevaba un título contundente: “Enemigos de la URSS”:

La guerra se orienta definitivamente a lo que en el fondo es su razón. Ya están definitivamente deslindados los campos (…) El júbilo que en toda Europa continental ha producido la decisión alemana, es en España explosión de fervoroso entusiasmo. Tanto que en millares de pechos jóvenes surgió, espontáneo, el anhelo de su colaboración voluntaria en la nueva Cruzada contra el bolchevismo, anhelo cuya existencia ha reconocido el jefe del Gabinete Diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores al contestar a una pregunta sobre los rumores de envío de voluntarios españoles a luchar contra la URSS. No podía ser menos. Nuestros soldados cruzados que combatieron a la bestia roja sobre nuestro suelo sabrían ir, si preciso fuera, a hollar con sus plantas los muros dormidos del Kremlin.

Miércoles 25 de junio

A diferencia del vespertino “UNIDAD”, la mayor parte de la prensa falangista de provincias tuvo que esperar al 25, miércoles, para dar noticia de la manifestación de Madrid donde con su famoso “Rusia es Culpable”, Serrano Súñer puso en marcha la historia de la División Azul. Casi todos incluyeron esta crónica, que he extraído de “IMPERIO”, de Zamora, pero aparece idéntica en otros diarios de los que estoy analizando:

Poco antes de las doce comenzaron a congregarse en la Plaza de Callao los afiliados del SEU en número de unos cinco mil y pronto hicieron la circulación imposible. Cuando aparecieron grupos con carteles, en los que se destacaba uno con la siguiente inscripción “Voluntarios falangistas contra Rusia”, los manifestantes universitarios prorrumpieron en vivas a España, a Alemania, a Italia, a Japón y al Caudillo y a los demás conductores de las naciones amigas. Seguidamente comenzaron a llegar jerarquías, entre las que figuraban el delegado nacional del SEU, delegada nacional de la Sección Femenina, delegado nacional del Frente de Juventudes,  jefe del Estado Mayor de la Milicia, delegados nacionales de Sanidad, Transporte y Administración, el consejero nacional Conde de Montarco, la casi totalidad de los camisas viejas, altos cargos de la Secretaria General del Movimiento, de la Jefatura Provincial, del Frente de Juventudes y delegados de Distritos Universitarios. El haberse suspendido los exámenes por parte de los catedráticos de la Universidad Central y del resto de la Facultades, cuando se enteraron de la manifestación, hizo que esta tomara enormes proporciones. Los transeúntes mostraron unánimemente el mismo entusiasmo y se unieron a ella. (…) Al llegar los manifestantes  a la Secretaria General del Partido, aparecieron en el balcón el ministro presidente de la Junta Política, acompañado del ministro secretario del Partido, delegado nacional del Auxilio Social, Jefe del Gabinete Diplomático, delegado nacional de Excombatientes, jefe del Estado Mayor de la Milicia y presidente de la Diputación.

Aunque el titular había sido el de “Contra la Rusia soviética. Grandes manifestaciones en Madrid y Barcelona”, la verdad es que de la manifestación de Barcelona no se hablaba y solo se describió la de Madrid.

También “PATRIA” de Granada habló extensamente de la manifestación de Madrid y del discurso de Serrano, sobre un fondo de titulares como estos: “Fuerzas alemanas conquistan la totalidad de la Polonia rusa”. “Lituania, Estonia y Letonia se declaran independientes de la URSS”, “Una gran tenaza que parte de Finlandia, por Leningrado, amenaza Moscú”. Y en la última plana aparecía otra de las crónicas abiertamente pronazis y germanófilas de Garriga: “Los dos mil kilómetros de frente ruso suponen una ventaja para Alemania”. Se atrevía a afirmar que la guerra podía ganarse en mes y medio y subrayaba el carácter que tenia de Cruzada Europea:

Los suecos, finlandeses, húngaros, rumanos y españoles están demostrando ahora que la espiritualidad occidental vibra de nuevo.

En Huelva, “ODIEL” informó, claro, de la manifestación de Madrid, con detalle, pero enumeró manifestaciones en otras 8 ciudades españolas, incluida Barcelona, todo ello bajo un titular: “Manifestaciones contra Rusia en España”. Otros titulares enfatizaban en el carácter europeo de la lucha y sugerían una pronta victoria:  “Guerra relámpago contra el Soviet.  Kaunas y Vilna, liberadas. Leningrado se llamará pronto San Petersburgo”, “La gran batalla en el Este. Tropas italianas en Rusia. Una gran tenaza contra Moscú y Leningrado”. Se comentaban tanto los  levantamientos populares anticomunistas en los Países Bálticos como el hecho de que no estuviera aun clara la posición japonesa, sin duda porque se deseaba que el país asiático se uniera a esta lucha.  Una lucha que era analizada en estos términos en la editorial rotulada “Rusia, he aquí el problema”:

Europa vuelve a su hondo sentido de unidad de pensamiento y cultura. Bastó que la Gran Alemania, en un alarde de audacia combativa y maravillosa se lanzara en ímpetu y gallardía  contra la Unión Soviética para que esta unión se produjese (…) En esta hora histórica, a España no le podía faltar su voz. Esa manifestación de banderas y mandos por las calles de Madrid no significa más que la expresión externa de la unidad de España con Europa (…) Los muertos caídos bajo el plomo comunista en la guerra de liberación nacional pueden reposar tranquilos, y nuestros espíritus también, porque sobre sus huesos heroicos camina la revolución española  y la salvación duradera de Europa, por la que ellos dieron con pasión y alegría sus vidas. Nuestro odio a Rusia es la clave de la razón salvadora del continente milenario y amado.

“La Falange dicta su sentencia condenatoria: ¡Rusia es culpable!” era el titular de primera plana del tarraconense “DIARIO ESPAÑOL” de este día 25, que  daba información muy detallada de la manifestación registrada en Madrid el día anterior, pero también –de manera mucho más breve- de lo que había ocurrido el mismo día en Barcelona, donde se había producido una aparentemente espontanea concentración ante el local de Radio Nacional, para escuchar las noticas de última hora, que se había convertido en manifestación. Y en Valencia, donde –según se leía- habían  sido militantes de la Vieja Guardia falangista los que se habían echado a la calle a repartir octavillas alusivas a la declaración de guerra alemana contra Rusia y de ahí se había pasado a montar una manifestación que recorrió todo el centro de la ciudad. Una breve nota fechada en Madrid el 24 informaba que:

se reciben noticias de toda España dando cuenta de las manifestaciones registradas en contra del comunismo y de la URSS.

Otros titulares del periódico en ese día son casi reproducciones de los que ya hemos visto. En la editorial, “Los objetivos de Europa”, el periódico catalán expresaba su alegría por que la guerra en curso tuviera, al fin, un sentido comprensible. La “anormal” alianza tácita entre el III Reich y la URSS pasaba a ser cosa del pasado y por ello, había llegado el momento en que España podía y debía tomar parte en la  batalla:

Aparte todas las justificaciones que consideramos lógicas, pero que a nosotros no nos pueden interesar en demasía, el ataque alemán a la URSS es hijo directo de una línea definida y trazada firmemente en Europa y que ahora, en el Reich y en los países todos que alrededor del Eje pugnan por el establecimiento del nuevo orden encontraran meta ansiada y necesaria. Quedan muy atrás, como meros episodios de la lucha, las concomitancias circunstanciales que para el logro de la empresa actual se hicieron precisas (…) Pero ya una vez en la brecha abierta por los soldados del Eje en el bloque fantástico y mítico de la Rusia Soviética conviene que abandonemos las posiciones expectantes a que nos vimos sometidos por las circunstancias antes aludidas.

La editorial se despachaba a gusto también con  la recién establecida alianza entre Gran Bretaña y la URSS. Pero como debajo de la editorial aparecía un  extenso artículo  sobre lo duro del racionamiento en Inglaterra, lo que se sugería era que –después de todo- Inglaterra estaba acabada.

En Vigo, en la primera plana de “EL PUEBLO GALLEGO” también campaba a toda plana el “¡Rusia es culpable!”, y un montón de titulares trasmitían también la idea de una gran campaña europea: “Frente Europeo contra el Comunismo. Eslovaquia en guerra con la URSS. Ruptura diplomática de Hungría con la URSS. Bulgaria, resuelta a participar en la lucha” (después se vería que Bulgaria no mandó tropas jamás a Rusia), En Estados Unidos parecía que el peligro de su intervencionismo estaba superado, ya que otro titular afirmaba: “La opinión anticomunista domina a todo el país yanqui”. Y en este caso las manifestaciones del 24 que se contaban con cierto detalle eran las de Sevilla (la manifestación había estado presidida por las jerarquías provinciales de Falange, había salido de frente al Ayuntamiento y había terminado frente al edificio donde había estado la jefatura falangista durante la Guerra Civil, tras pasar por el consulado alemán: Esta manifestación, en la que estaban representadas todas las clases sociales, ha constituido una nota de aliento para Alemania y para todos aquellos pueblos que combaten contra el pueblo ruso); en Almería (se afirmaba que habían asistido 10.000 personas y acabó frente a la recién erigida Cruz de los Caídos); y Albacete (donde se formó una imponente manifestación (…) que recorrió las principales calles, engrosando continuamente a su paso por ellas. El entusiasmo fue enorme en todo el recorrido). En la última plana sendas crónicas de Londres y Berlín coincidían en una previsible victoria alemana. En los titulares de la de Londres lo que podía leerse era: “Churchill defiende su posición con halagos a la URSS. Los comunistas ingleses quieren el poder. Dudosa capacidad militar y absoluta incapacidad industrial de la URSS”. Mientras que en la de Berlín lo que se leía era: “Hitler repite la acción del Caudillo. De aquella URSS arrogante pronto no quedará  nada”. También era aquí donde aparecían noticias internacionales: “Suecia va a adoptar medidas anticomunistas” y –aún más importante- : “Los rusos blancos de China acogen con entusiasmo  la decisión de Hitler”. Los rusos blancos, es decir, los anticomunistas rusos, se habían exilado por centenares de miles. Los que huyeron desde Siberia se concentraron en territorio chino. Y figuraban entre los más ferozmente enemigos de la URSS.

En San Sebastián, “UNIDAD” contenía titulares análogos (“Los rojos pierden enormes cantidades de aviones en varios sectores”, “Avances alemanes impresionantes”) y si bien es cierto que se hablaba sobre las declaraciones de Roosevelt en el sentido de que EE. UU. apoyaría todo lo posible a la URSS, también se incluían noticias sobre las voces críticas que en aquel país había provocado esta decisión de Roosevelt (sin duda confiando en que frenaran la iniciativa del mandatario). En un pequeño encuadre,  el periódico publicaba una orden de Falange que señalaba a sus militantes la orden de concentrarse para una manifestación anticomunista esa misma tarde, a última hora, invitando al vecindario a unirse a ella.

FALANGE”, de Las Palmas de Gran Canaria titulaba a toda plana “La Falange se manifiesta contra la Rusia Soviética” para informar con detalle de la manifestación de Madrid y muy poco de dos de las otras dos manifestaciones de la jornada anterior (Barcelona y Valencia). Incluía un artículo donde se informaba de la composición del Ejército Rojo –algo que a los demás periódicos parecía no importarles- que tenía como origen una agencia de noticias francesa. Y una editorial que en ciertos aspectos era distinta de otras:

Las declaraciones que anteayer hiciera (…) Ximénez de Sandoval (…) subrayan y ratifican la posición de beligerancia moral que España tenía ya adoptada en el conflicto entre la plutocracia democapitalista de los anglosajones y la revolucionaria instauración de un orden nuevo fundado en la justicia por la que propugnan las naciones del Eje. Esta ratificación ha sido determinada por el principio de una empresa dura ay amplia, con caracteres de cruzada europea total, contra el bolchevismo, nieto de Juan Jacobo [Rousseau] (…) El bolchevismo, peligro mayor que lo fuera el Gran Turco en sus amenazas a la cristiandad (…) De lo que el bolchevismo es, nadie mejor que nosotros, los españoles, puede informar (…) ¿Cómo no habíamos de alistarnos moralmente en esta gran batalla (…)? España, contra el viejo e injusto régimen capitalista, había asumido ya la posición de beligerancia moral; en esta pugna que es guerra santa contra los herejes que pecan contra Dios y contra los hombres,  necesariamente tiene que ratificar esa postura. Contra el bolchevismo y contra el filobolchevismo, contra el comunismo y contra el capitalismo que se dan la mano y que aspiran a perpetuar en el mundo la injusticia de que haya quienes todo lo tengan  y otros que de todo carezcan, hasta del simple derecho a trabajar y vivir con decoro. Contra unos y contra otros, contra los “gangsters” sociales de nuestro tiempo, los españoles tomamos la posición neta y firme “implacablemente anticapitalista, implacablemente anticomunista”, como señalaba José Antonio  y que se sintetiza en nuestro magnífico ¡ARRIBA ESPAÑA!


[1] SEVILLANO CALERO, Francisco. Propaganda y medios de comunicación en el franquismo. Publicaciones de la Universidad de Alicante, Alicante, 1998. Cfr. Pág. 84.

[2] Idem. Cfr. Págs. 92 y 93.

[3] He localizado estos periódicos en distintas direcciones de Internet. El portal de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura ofrece los fondos de “Imperio”, “Nueva Alcarria” y “Labor”. La hemeroteca virtual de la Junta de Andalucía, permite consultar “Patria”, y la de la “Xunta” de Galicia, el diario “El Pueblo Gallego”.  Las hemerotecas virtuales de algunas diputaciones ofrecen otros (la de Guipúzcoa ofrece el acceso a “Unidad”, la de Huelva a “Odiel”), y en otros casos son hemerotecas virtuales vinculadas a servicios municipales, como son los casos de “Azul”, localizable en la de Córdoba; “Diario Español” en la de Tarragona;  “Mediterráneo”,  en la de  Castellón; y “Voluntad” en la de Gijón.  “Falange” está disponible en el archivo digitalizado de prensa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.