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7 diciembre 2017 • "Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo"

Marcial Flavius - presbyter

Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María: 8-diciembre-2017

Rito Romano Tradicional

Evangelio

Lc 1, 26-28: En aquel tiempo, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen, prometida de un hombre descendiente de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró donde ella estaba, y le dijo: «Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo».

Inmaculada-Concepcion-Murillo

Reflexión

Resolvió desde la eternidad el Eterno Padre que al nacer al mundo su Divino Hijo tuviese por madre a una mujer en lo posible digna de El, sí tal epíteto puede alguna vez aplicarse a criatura alguna en orden a su relación de este género con su Dios y Criador. Y ciertamente lo principal que pudo hacer para dar a tal Madre el grado conveniente de dignidad en orden a tal Hijo fue preservarla desde su origen de la infección general de la culpa de Adán, cuyos desastrosos efectos venía a combatir y a contrastar con los méritos de su Redención el Verbo, al tomar carne humana en sus entrañas. No pudo, ni debió consentir que morase un solo instante la culpa, en el trono que había de ocupar la gracia substancial, por medio del Autor de ella Cristo nuestro Señor. No pudo, ni debió tolerar que a la Madre del Redentor pudiese llamar, ni por un momento siquiera, cosa suya el infernal enemigo, poseyéndola él por esclava antes que como Esposa la poseyese el Espíritu Santo. Indigno de la divina Majestad hubiera parecido cederle tales primicias a su odioso rival, y no ganárselas en buena lid, como anticipada prenda de la completa victoria que sobre él debía alcanzar derramando en la cruz su Sangre preciosísima.

¿Pudo conceder Dios a María este privilegio? Es indudable. ¿Fue decoroso para su honor de Hijo concederlo a su Madre? Indudable también. Luego, hubo de concedérselo, y se lo concedió.

Hemos de confirmarnos en la fe de esta verdad suavísima que con honor y obligación de dogma profesa la Iglesia universal, y crecer cada vez más en su devoción

(Extractado de: Félix Sardá y Salvany, Novena a la Inmaculada, Día Sexto)

Ver: La Fiesta de la Inmaculada Concepción en el Catecismo de San Pío X