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9 noviembre 2016 • Con Trento más vigente que nunca, nada que celebrar. • Fuente: La Tribuna de Albacete

Juan Pablo López Torrillas

Las grandes herejías

Lutero quema la Bula de su Excomunión

Lutero quema la Bula de su Excomunión

Chesterton nos advertía de que “sólo quién nada contracorriente tiene la certeza de que está vivo”. Hoy vamos a hablar de quién se tomó muy en serio lo de estar vivo, su gran amigo Hilaire Belloc. Nacido en 1870, Belloc fue uno de los más prolíficos escritores de Inglaterra durante finales del s. XIX y toda la primera mitad del XX, falleció en 1953. Graduado con honores en Historia, aquél a quién llamaron “Viejo Trueno” (Old Thunder), hizo de la defensa de la fe católica, de la verdad, su modus vivendi, lo que atestiguan sus más de 140 obras.

Uno de sus ensayos más importantes fue Las grandes herejías, que he estado releyendo estos días y a cuya lectura les animo vivamente. Escrito en 1936, justo el año en que murió Chesterton, resulta increíble comprobar cómo muchos de sus análisis, e incluso podríamos hablar de sus profecías, han cobrado enorme vigencia en el mundo de nuestros días. Nos advierte Belloc en la Introducción de su obra que “pertenece a la esencia de la herejía el dejar incólume gran parte de la estructura a la cual ataca. De esta manera puede seguir dirigiéndose a los fieles y continúa afectando sus vidas desviándolos de sus características originales. Es por ello que de las herejías se dice que “sobreviven por las verdades que retienen””. Con ello como punto de partida, Belloc toma como ejemplo de grandes herejías aquellos movimientos que, nacidos de dentro o fuera de la Iglesia Católica, surgieron para acabar con ella y con nuestra civilización cristiana –la cual, por cierto, conviene recordar una vez más que nació al amparo de la Iglesia de Cristo-. Así, examina con genial maestría la primera de las grandes herejías, La Herejía Arriana, continúa con La Gran y Persistente Herejía de Mahoma, sigue con El ataque albigense, luego con La Reforma y finaliza con un capítulo sobrecogedor que el autor denomina La Fase Moderna…

Pero de todas, es sin lugar a dudas su estudio y visión de la Herejía de Mahoma la que cobra gran actualidad; y es que poco podría imaginar el gran Hilaire Belloc que muchos de sus pronósticos se cumplirían pocos decenios después de su muerte. La herejía de Mahoma –Belloc deja bien claro que no estamos ante una “nueva” religión- continúa siendo un peligro para la civilización cristiana, a la que golpea desde siempre y siempre que puede, pues como nos recuerda su autor, “estuvo muy cerca de destruirnos. Sostuvo activamente una batalla contra la Cristiandad por mil años y la historia de ninguna manera ha terminado; el poder del Islam puede resurgir en cualquier momento”. Un pronóstico que conviene no perder de vista, y a las miles de muertes de cristianos de los últimos años nos remitimos.