Widgetized Section

Go to Admin » Appearance » Widgets » and move Gabfire Widget: Social into that MastheadOverlay zone

1 agosto 2016 • Catecismo Mayor de San Pio X - 93

Desde Mi Campanario

De las Bienaventuranzas Evangélicas

sermon-montaña-gustavo-dore
DE LA DOCTRINA CRISTIANA Y DE SUS PARTES PRINCIPALES

PARTE QUINTA

De las Virtudes Principales y de Otras Cosas Necesarias que ha de Saber el Cristiano

CAPÍTULO III

De las Bienaventuranzas Evangélicas

927. ¿Cuántas y cuáles son las Bienaventuranzas Evangélicas? Las Bienaventuranzas Evangélicas son ocho:

1ª. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

2ª. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra.

3ª. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

4ª. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos.

5ª. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

6ª. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

7ª. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios; y

8ª. Bienaventurados los que padecen persecución a causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

928. ¿Por qué nos propuso Jesucristo las Bienaventuranzas? Jesucristo nos propuso las Bienaventuranzas para que detestemos las máximas del mundo y nos estimulemos a amar y practicar las máximas de su Evangelio.

929. ¿Quiénes son los que el mundo llama bienaventurados? El mundo llama bienaventurados a los que abundan en riquezas y honores, que viven regocijadamente y no tienen ocasión alguna de padecer.

930. ¿Quiénes son los pobres de espíritu que Jesucristo llama bienaventurados? Los pobres de espíritu que Jesucristo llama bienaventurados son los que tienen el corazón desasido de las riquezas, hacen buen uso de ellas si las poseen, no las buscan con solicitud si no las tienen, y sufren con resignación su pérdida si se las quitan.

931. ¿Quiénes son los mansos? Mansos son los que tratan al prójimo con dulzura y sufren con paciencia sus defectos y agravios sin quejas, resentimientos ni venganzas.

932. ¿Quiénes son los que lloran y no obstante se llaman bienaventurados? Los que lloran y no obstante se llaman bienaventurados, son los qué sufren con resignación las tribu­laciones, los que se afligen por los pecados cometidos, por los males y escándalos del mundo, por verse lejos del cielo y por el peligro de perderlo.

933. ¿Quiénes son los que tienen hambre y sed de justicia? Tienen hambre y sed de justicia los que ardientemente desean crecer de continuo en la divina gracia y en el ejercicio de las buenas obras.

934. ¿Quiénes son los misericordiosos? Misericordiosos son los que aman en Dios y por amor de Dios a su prójimo, se compadecen de sus miserias así espirituales como corporales y procuran aliviarlas según su fuerza y estado.

935. ¿Quiénes son los limpios de corazón? Limpios de corazón son los que no tienen ningún afecto al pecado, viven apartados de él y principalmente evitan todo género de impureza.

936. ¿Quiénes son los pacíficos? Pacíficos son los que conservan la paz con el prójimo y consigo mismos y procuran poner en paz a los enemistados.

937. ¿Quiénes san los que padecen persecución a causa de la justicia? Padecen persecución a causa de la justicia los que sufren con paciencia las burlas, improperios y persecuciones por la fe y ley de Jesucristo.

938. ¿Qué significan los diversos premios que promete Jesucristo en las Bienaventuranzas? Los diversos premios que promete Jesucristo en las Bienaventuranzas significan todos, con diversos nombres, la gloria eterna del cielo.

939. ¿Nos procuran solamente la gloria eterna del paraíso las Bienaventuranzas? Las Bienaventuranzas no sólo nos procuran la gloria eterna del paraíso, sino que también son medios de llevar una vida feliz, cuanto es posible en este mundo.

940. ¿Reciben ya alguna recompensa en esta vida los que siguen las Bienaventuranzas? Sí, por cierto; los que siguen las Bienaventuranzas reciben ya alguna recompensa aun en esta vida, porque gozan de una paz y contentamiento interior, que es principio aunque imperfecto de la eterna felicidad.

941. ¿Pueden llamarse felices los que siguen las máximas del mundo? No; los que siguen las máximas del mundo no son felices, porque no tienen la verdadera paz del alma y corren peligro de condenarse.

ÍNDICE