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16 julio 2016 • Catecismo Mayor de San Pio X - 77

Desde Mi Campanario

De la satisfacción y penitencia

San Simeón estilita

San Simeón estilita

DE LA DOCTRINA CRISTIANA Y DE SUS PARTES PRINCIPALES

PARTE CUARTA

De los Sacramentos

CAPÍTULO VI

De la Penitencia

9º. De la satisfacción y penitencia

777. ¿Qué es la satisfacción? La satisfacción, que también se llama penitencia sacramental, es uno de los actos del penitente con que desagravia en alguna manera a la justicia de Dios por los pecados cometidos, ejecutando las obras que el confesor le impone.

778. ¿Está obligado el penitente a aceptar la penitencia impuesta por el confesor? El penitente está obligado a aceptar la penitencia impuesta por el confesor, y si no puede cumplirla, ha de declarárselo humildemente y pedir otra.

779. ¿Cuándo hemos de cumplir la penitencia? Si el confesor no ha prescrito ningún tiempo, hemos de cumplir la penitencia cuanto antes y procurar hacerlo en estado de gracia.

780. ¿Cómo hemos de cumplir la penitencia? Hemos de cumplir la penitencia enteramente y con devoción.

781. ¿Por qué en la confesión se impone alguna penitencia? Impónese alguna penitencia, porque de ordinario, después de la absolución sacramental que perdona la culpa y la pena eterna, queda una pena temporal que se ha de pagar en este mundo o en el purgatorio.

782. ¿Por qué ha querido el Señor perdonar en el sacramento del Bautismo toda la pena debida a los pecados y no en el sacramento de la Penitencia? El Señor ha querido perdonar en el sacramento del Bautismo toda la pena debida a los pecados, y no en el sacramento de la Penitencia, porque los pecados después del Bautismo son harto más graves, como hechos con mayor conocimiento e ingratitud a los beneficios de Dios, y también para que la obligación de satisfacer por ellos sirva de freno para no cometerlos de nuevo.

783. ¿Podemos satisfacer a Dios por nosotros mismos? No podemos satisfacer a Dios por nosotros mismos, pero lo podemos hacer uniéndonos con Jesucristo, quien da valor a nuestras acciones con los méritos de su pasión y muerte.

784. ¿Basta siempre la penitencia que impone el confesor para borrar toda la pena debida Por los pecados? La penitencia que impone el confesor no basta de ordinario para pagar toda la pena debida por los pecados, por lo cual se ha de procurar suplir con otras penitencias voluntarias lo que resta.

785. ¿Cuáles son las obras de penitencia? Las obras de penitencia pueden reducirse a tres especies, que son: oración, ayuno y limosna.

786. ¿Qué se entiende por oración? Por oración se entiende todo género de ejercicios de piedad.

787. ¿Qué se entiende por ayuno? Por ayuno se entiende toda clase de mortificación.

788. ¿Qué se entiende por limosna? Por limosna se entiende toda obra de misericordia espiritual y corporal.

789. ¿Qué penitencia es más meritoria, la que nos da el confesor o la que hacemos por propia elección? La penitencia que nos da el confesor es la más meritoria, porque siendo parte del sacramento, recibe mayor virtud de los méritos de la pasión de Jesucristo.

790. ¿Van inmediatamente al cielo los que mueren después de recibida la absolución, pero antes de haber plenamente satisfecho a la justicia de Dios? No, señor; van al purga­torio, para satisfacer allí a la justicia de Dios y purificarse enteramente.

791. ¿Podemos aliviar en sus penas a las almas del Pur­gatorio? Sí, señor; podemos aliviar en sus penas a las almas del purgatorio con oraciones, limosnas, toda suerte de buenas obras, indulgencias y sobre todo, con el santo sacrificio de la Misa.

792. Además de la penitencia, ¿qué otra cosa ha de hacer el penitente después de la confesión? El penitente, después de la confesión, además de la penitencia, si ha perjudicado injustamente al prójimo en la hacienda o en la honra, o si le ha dado escándalo, debe lo más pronto posible restituirle la hacienda, reparar la honra y remediar el escándalo.

793. ¿Cómo se puede remediar el escándalo que se dio? Se puede remediar el escándalo que se dio haciendo cesar la ocasión de darlo y edificando con palabras y buenos ejemplos a los que se había escandalizado.

794. ¿De qué manera hemos de satisfacer al prójimo cuando le inferimos alguna ofensa? Cuando inferimos al pró­jimo alguna ofensa hemos de satisfacerle pidiéndole perdón o dándole cualquiera otra reparación conveniente.

795. ¿Qué frutos produce una buena confesión? Una buena confesión:

1º. Nos perdona los pecados cometidos y nos da la gracia de Dios.

2º. Nos restituye la paz y la tranquilidad de la conciencia.

3º. Nos vuelve a abrir las puertas del paraí­so y trueca la pena eterna del infierno en pena temporal.

4º. Nos preserva de las recaídas y nos hace capaces del tesoro de las indulgencias.

 ÍNDICE