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8 junio 2015 • "Cuida tú de mi honra y de mis cosas, y Yo cuidaré de ti y de las tuyas"

Marcial Flavius - presbyter

Novena al Sagrado Corazón de Jesús. Día quinto: Consagración al Corazón de Jesús

CORAZON DE JESUS_EL PUEYO_BARBASTROConsagración, consagrarse, son palabras usadas en el lenguaje común que significan entregarse uno a una persona, a una afición, ocupación, etc. Así decimos de alguien que es un hombre consagrado al negocio, al estudio… cuando trabaja mucho y no hace otra cosa más que dedicarse a ello.

En el sentido en que nosotros lo empleamos aquí, la Consagración es el acto más grande de la virtud de la religión; al acto de culto más excelso que podemos practicar. Tan grande, que propiamente sólo a Dios puede hacerse pues Él es el único Señor que tiene dominio sobre las cosas.

Consagrarse, pues, es darse, entregarse totalmente, o sea, hacer donación absoluta de la persona con todo lo que le pertenece a Dios, cuyo pleno dominio sobre sí reconoce y gustosamente acepta.

1. TRES ELEMENTOS DE LA CONSAGRACIÓN

La Consagración, cuando es total, comprende tres cosas: una obligatoria y dos libres.

1.a. Obligatoria: darle a Dios con gusto lo que Él manda: la observancia de sus mandamientos.

1.b. Libre: darle a Dios todo lo que yo quiera hacer en su honor, según Él me inspire, aunque no tenga obligación de dárselo, porque lo deja a la iniciativa de mi actividad. Esto lo expresa a la perfección S.Ignacio en esta oración: «Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad…, [he aquí el libre reconocimiento]; disponed a toda vuestra voluntad…, [he aquí la libre renuncia de las iniciativas personales en manos del Señor]».

1.c. También libre. Darle a Dios mis méritos presentes, pasados y futuros, poniéndolos todos en sus manos. Darle a Dios lo que Él reconoce como de mi propiedad, que yo he ganado, aunque con su gracia.

Es, pues, la Consagración una entrega total, completa, de todo lo nuestro a Dios. Un acto excelso de culto y de fe. Mejor dicho, no es un acto, es un estado; es pasar del estado común a todos los hombres, al estado de ser especial propiedad de Dios, por reconocimiento y donación voluntaria, consciente y generosa. Estar consagrado es el estado de una persona que pertenece a Dios por un título sagrado y que en honor suyo va inmolando poco a poco toda su vida.

2. FUNDAMENTO DE LA CONSAGRACIÓN

Dios tiene plena soberanía, absoluto dominio sobre todos los hombres. Pero no ha querido ejercer despóticamente este dominio; o sea, no quiso nuestros servicios a la fuerza. Por eso nos hizo libres y racionales para que entendiendo sus derechos, pudiéramos libremente reconocerlos y acatarlos cumpliendo fiel pero libremente su voluntad.

Puesto que nos ha hecho libres, y después de cumplir sus mandamientos, deja a nuestro arbitrio un gran margen de libertad con que podemos atesorar muchos méritos, en ese margen de libertad está el fundamento de la Consagración.

3. ¿EN QUÉ CONSISTE LA CONSAGRACIÓN PERSONAL AL SGDO.CORAZÓN DE JESÚS?

Hermosamente se expresa con estas palabras reveladas por el Sgdo.Corazón a Sta.Margarita: «Cuida tú de mi honra y de mis cosas, y Yo cuidaré de ti y de las tuyas»

Y esto tiene aplicación -como veremos- a dos grandes terrenos:

3.a. La entrega al corazón Divino del alma, el cuerpo, las buenas obras y todo lo que de algún modo nos pertenece. Él cuidara espléndidamente de nuestras cosas.

3.b. El segundo ideal de la Consagración es cuidar del Corazón de Jesús y de sus cosas; y todas sus cosas se reducen a una: su reinado. La segunda parte de la Consagración supone dedicarse por entero al apostolado a favor del reinado del Sagrado Corazón de Jesús.