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17 enero 2023

Moisés Domínguez Núñez

El general Balmes condena a las milicias socialistas

Máximo Moreno junto a un grupo de procesados. Periódico “La Voz”, 3-enero-1936 (Archivo BNE)

A principios del mes de enero de 1936 y durante nueve días, en el Parque Automovilista de la Ronda de Conde Duque en Madrid, se celebró el Consejo de Guerra por la causa llamada “de las milicias socialistas”. En este Consejo de Guerra iban a ser juzgados treinta y tres militares y civiles pertenecientes a las milicias socialistas y que tuvieron algo que ver en la Revolución de octubre de 1934.

Entre esos individuos procesados, destacan los nombres de los siguientes militares y civiles: Máximo Moreno, Fernando de la Rosa, José del Rey y José del Castillo. Nombres todos vindicados por el proletariado revolucionario en la primavera del 36 y que tuvieron su “minuto de gloria” pocos días antes del levantamiento militar con la muerte de Calvo Sotelo.

Pues bien, el Tribunal estaba compuesto por el Presidente, general Peña; Juez, teniente coronel Jiménez Figueras y como uno de los vocales aparece, nada más y nada menos, que el general Amado Balmes. Sí, el mismo Amado Balmes que, al mando de una columna, entró por el sur del principado sofocando la Revolución de Asturias. El brigadier había sido nombrado a finales de 1935 Gobernador Militar de Las Palmas pero se quedó en Madrid para atender este servicio. Evidentemente, también tuvo tiempo de platicar con su gran amigo Francisco Franco y otros militares de la situación por la que estaba pasando el país ante las próximas elecciones que habían sido convocadas para el mes de febrero de ese mismo año.

Durante el juicio, el general Balmes llegó a sustituir al presidente del tribunal y presidir el mismo el juicio. Es decir, tuvo un papel muy relevante a la hora de decidir el destino de los reos.

En las deliberaciones para condenar a estos revolucionarios, que concluyeron el 11 de enero de 1936, participó activamente el general Balmes, siendo su voto condenatorio hacia los procesados .De hecho, las condenas fueron muy duras ya que el teniente Máximo Moreno fue condenado a reclusión perpetua, Fernando de la Rosa a quince años y José del Rey a doce años de prisión .Al teniente Castillo no se le impone pena de prisión pero se anota que la falta cometida por el mismo debe ser objeto de corrección. Por cierto, todos ellos fueron puestos en libertad en cuanto el Frente Popular ocupó el poder tras elecciones “fake” de febrero de 1936.

General Balmes junto a un grupo de oficiales: diciembre-1927 (PARES)

Es decir, vemos a una serie de personajes, bien conocidos por su relación con el PSOE y la UMRA y que son condenados por el voto del general Balmes, tan solo seis meses antes de su muerte accidental en el campo de tiro de la Isleta en las Palmas de Gran Canaria.

Hay pseudohistoriadores, que sin acudir a las fuentes primarias y haciendo caso de la propaganda más extremista, comprometen al general Balmes con el Frente Popular para justificar y explicar que Franco quiso quitárselo de encima pues estaba en contra de sus planes para sublevarse y era un peón que había que eliminar del tablero pues no compartía sus ansias levantiscas. Lo cierto y verdad, es que no hay un solo documento que alinee a Balmes con las fuerzas de izquierdas, ni una sola carta o declaración en la que el Brigadier muestre su entusiasmo por la Republica del Frente Popular. Si hubieran hurgado un poco en su pasado observarían que Balmes siempre tuvo una línea de actuación muy dura hacia las izquierdas.

Quizás este juicio fuera el último ejemplo de esa actitud contraria hacia, en este caso, las milicias socialistas por parte de Balmes. Lo que es buen seguro es que los asesinos de Calvo Sotelo tomarían buena nota de quienes formaron aquel Tribunal militar y no precisamente para “regalarles caramelos” ante la Guerra Civil que se avecinaba.

En definitiva, no tiene mucho sentido que quien condenó a las Milicias Socialistas en enero de 1936 fuera su ferviente defensor seis meses después y poco antes de su muerte.