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24 octubre 2022 • Hubo una pléyade de corresponsales que dieron otras visiones de aquella tragedia

Moisés Domínguez Núñez

Basil Gee, la “Associated Press” e imágenes inéditas de la “Matanza de Badajoz”

ODE TO THE DEATH OF PAN

Comes a voice across the waters, calling

crying o´er the waters “Pan is dead!” And a whisper from the forest, Moaning sighing though the forest “Pan is dead!”

Fauns and dryads, through ye seek him. Though ye call his name and seek him “Pan is dead!” He is not among the vineleaves, Hiding there beneath the vineleaves: Pan is dead

Mourn, oh, mourn ye forest creatures. Wail aloud.O forest creatures “Pan is dead!”

Never more ye´ll here him piping. Hear him laughing through his piping: Pan is dead –is dead

Poema de BASIL REDPATH GEE

Cuando empecé el estudio sobre los corresponsales que cubrieron la batalla de Badajoz y la posterior represión nunca llegué a pensar que fueran tantos los periodistas, reporteros gráficos y “cameramen” que cubrieron aquel lance.

Hoy en día y con perspectiva resulta irrisorio contemplar cómo algunos literatos e historiadores se quedaron anclados en los reportajes de Marcel Dany, Jacques Berthet y Mario Neves. El estudio de los reportajes, imágenes y fotogramas incomprensiblemente no había sido abordado por el mundo académico “funcionarial” extremeño y esa laguna fue cubierta por Francisco Pilo, Fernando de la Iglesia y más modestamente por el que suscribe con La Matanza de Badajoz ante los Muros de la Propaganda (Madrid: Libros Libres 2010). Pero es que aún siguen apareciendo más nombres que añadir a la larga lista de corresponsales extranjeros que entraron en Badajoz en agosto de 1936.

Resulta cuando menos intrigante que no se pusieran en contradicción las distintas versiones periodísticas de lo que la historiografía militante y oficial ha dado en llamar “la matanza de Badajoz”. Si hubieran hurgado un poco hubieran descubierto que no fueron solo Dany, Berthet y Neves quienes entraron en Badajoz, sino que hubo una pléyade de corresponsales que dieron otras visiones de aquella tragedia y que la suma de todas las crónicas permite al investigador y al lector, que esté libre de ataduras ideológicas, acercarse con más precisión a lo acontecido. El investigador e historiador debe asumir y someter a un análisis crítico las fuentes primarias y entender que en Historia nada es categórico, hecho que muchas veces brilla por su ausencia en favor de una historiografía militante y funcionarial al servicio de quien paga sus servicios y que no entiende que la Historia para ser Historia debe estar en constante revisión y no debe ser utilizada como un instrumento servil del politicastro de turno. Es por ello que se hace necesario acercarnos a lo que escribieron, fotografiaron y filmaron los corresponsales, foto-reporteros y “cameramen” que entraron en Badajoz de forma imparcial para analizar y mostrar objetivamente la realidad de los hechos. Esa ha sido mi humilde intención con este trabajo.

En otro artículo ya hicimos una recapitulación de todos los cronistas que entraron en Badajoz:

¡Y decían que en Badajoz solo habían entrado tres corresponsales! Balance y recapitulación

 

Hoy sin embargo nos centraremos en uno de esos “soldados de papel” al que la historiografía no había prestado la más mínima atención y que es una de las claves del estudio sobre los periodistas que he realizado a lo largo de estos años y que queda culminado con este trabajo que presentamos

El descubrimiento que he realizado nuevamente en Australia hará a más de un “gurú” de la Historia y a “sus mariachis” recapacitar y sopesar si vale la pena que estén constantemente insultándonos, difamándonos e injuriándonos gratuitamente en vez de ponerse el mono de trabajo y hacer HISTORIA. Creo, sin temor a equivocarme, que en nuestros artículos es la primera vez que en España se muestran las imágenes del fusilamiento del alcalde de Badajoz Sinforiano Madroñero y del diputado socialista Nicolás de Pablos pero no nos adelantemos a los acontecimientos (Cuando la “evidencia primaria de época” pone en un compromiso a los guardianes de las verdades orwellianas).

Este trabajo tiene su base en el estudio que realicé sobre un par de jóvenes australianos Basil Gee y Bill Seppelt hace un par de años y que estuvieron en aquellos días de agosto de 1936 en Badajoz y que puede verse en:

Dos australianos, testigos de los sucesos de Badajoz (agosto1936)

Este trabajo fue publicado en el libro Extremadura: de la República a la España de Franco. Una Visión Historiográfica (Madrid: Ediciones Barbarroja, 2012) coordinado por el historiador extremeño Ángel David Martin Rubio. En ese estudio me apoyé principalmente en las fotos, datos y aclaraciones que me hizo el hijo de Bill Seppelt pero me quedé corto, todo hay que decirlo, y con la espinita clavada de intentar localizar la otra “pata” de esta Historia que era hallar a la familia de Basil Gee.

El asunto es interesante pues este joven australiano dejó una clave o enigma sin resolver que había que aclarar. En un artículo que escribió Basil Gee para la revista de la Universidad donde había estudiado (Roseworthy) expresó que después de salir de Badajoz “regreso a Lisboa con unas pocas de fotos muy interesantes, con más conocimiento y gran tristeza”. ¿Guardaría la familia de Basil Gee esas fotos? Ese es el misterio que hoy pretendemos descifrar. Es menester aclarar que tanto la familia de Seppelt como la de Gee entendieron que lo que hicieron este par de jóvenes en aquella España tórrida de 1936 fue importante y relevante para el resto de sus vidas y por eso guardaron sus documentos “españoles” con tanto cariño.

Por ultimo, Michael Gee hijo de Basil Gee me indicó:

“I am sorry we don’t have more information, but like many WWII veterans, he was reluctant to talk about what he did or saw. We have learnt more about his past from you than we have ever known! We are fascinated with the information you have sent us and are extremely grateful for this”.

Esta manifestación me llena de orgullo y da sentido a todo este trabajo.

Basil Gee en 1935

Basil Gee. Nuevos apuntes biográficos

Para conocer la historia aquí narrada he de mencionar que era inevitable, como he anotado, localizar a la familia de Basil Redpath Gee en Australia. Gracias a Dios pude, después de mucho esfuerzo, localizar al hijo de Basil Gee en Adelaide (Esa es otra historia que supera los límites de este trabajo y que entra más en lo policiaco que en lo puramente histórico y que me ha tenido entretenido durante un par de años). A partir de este punto empezamos con nuestro relato.

Basil Gee había nacido en Unley Park el 27 de enero de 1914. Fue el único hijo de Dudley Redpath Gee y Fern Victoria Kingborough de Cean. Dudley también era hijo único y Redpath el apellido de soltera de su madre antes de casarse, así es como Basil mantuvo ese apellido. Basil se crió en Thornber Avenue de Unley Park en Adelaide. Su casa disponía de un hermoso jardín al que el padre de Basil dedicaba mucho esfuerzo y dinero y que era la envidia de Adelaide pues disponía de plantas exóticas y un hermoso estanque. Basil dio sus primeros pasos en la enseñanza en el Colegio de Saint Peter de Adelaide entre 1923 y 1929. Los padres de Basil le inculcaron el amor por la naturaleza, los deportes y los animales. Siendo un adolescente Basil llegó a adiestrar un águila pescadora.

Después de graduarse en la escuela secundaria, Basil estudió en el Campus de Roseworthy en la Universidad de Adelaida desde marzo de 1930 a marzo de 1933. Fue una época difícil para el joven Basil pues se vio involucrado en varios altercados causados por su falta de disciplina y se le abrieron varios expedientes. Pero si, como estudiante dejaba que desear, destacaba en las competiciones deportivas en las que participa asiduamente representando a su Facultad. Era miembro del equipo de rifle, tenis y cricket. Finalmente acabó sus estudios universitarios con un diploma de segunda clase poniéndose como meta trabajar en la industria del vino. El 6 de abril de 1934 aparece viviendo en Barossa Vallet donde se encontraban las mejores y más antiguas bodegas de Australia. Fue a Yalumba en Angaston para ampliar sus conocimientos vitícolas. Los directores de la mercantil S.Smith & CO de Yalumba decidieron enviarlo a estudiar la industria del vino a Europa. El 12 de julio de 1935 viaja al viejo continente y se instala primeramente en el castillo que los Gilbeys tenían en Chateau (Francia). Después de pasar unos días “de vino y rosas” viaja a Montpellier donde perfeccionará sus estudios en la Universidad agrícola de esta ciudad. Es una época de constantes viajes a las mejores zonas vinícolas de Francia (Burdeos, Borgoña, Macon…). En Motpellier coincidirá con su compatriota Bill Seppelt y desde entonces hasta que regresen a Australia unirán sus destinos.

De las peripecias que Basil Gee y Bill Seppelt vivieron en España durante la Guerra Civil ya dimos cuenta. En el apartado siguiente haremos algunas anotaciones y aclaraciones que complementan lo ya escrito sobre este par de australianos.

A principios de noviembre de 1936 abandonan España por Gibraltar con destino a Londres donde llegarán el 13 de noviembre de 1936. Después de un periplo por varios países europeos a principios de junio de 1937 regresan a Australia. Basil Gee embarca en Londres en el barco Strathnaver con el número de embarque 41 haciendo escala en Marsella (Francia), Por Said (Egipto), Port Sudan (Sudan), Colombo (Sri Lanka), Bombay (India) y Adelaide (Australia). El 17 de junio de 1937, después de más de dos años en Europa, llegó al puerto de Outer Harbor (Adelaide) donde le esperaban sus padres. Basil vivió una temporada en Toorak (Melbourne) y en el nº 90 de Cheltenham Street en Malvern (Adelaide). Se casó en enero de 1940 en Melbourne con Marjorie Mathews (1905- ) una simpática y extrovertida joven amiga de la familia, originaria de South Yarra, amante de la música (tocaba el piano), el teatro (dirigió en la Universidad varias obras) y participante activa en todos los actos de sociedad que se organizaron en Adelaide en la década de los cuarenta y cincuenta. Tuvieron cuatro hijos, Caroline (1941), los gemelos Susan y Michael (1943) y Sarah (1949).

El 9 de septiembre de 1942 se alistó en el ejército australiano en el Cuartel de Keswick (Adelaide). Basil disponía de dos números de servicio lo cual era inusual. Uno era el SX24171 y el segundo el S42696 aunque esto tiene una fácil explicación: el primer número correspondía a una milicia la CMF (Fuerza Civil Ciudadana) que se creó con el estallido de la II Guerra Mundial y que desarrollaba trabajos de comunicación e información. El segundo correspondía a sus servicios en el ejército profesional australiano.

El 11 de diciembre de 1946, Basil Gee fue dado de alta en el ejército con la graduación de teniente en la FIA (Fuerza Imperial Australiana) fue destinado al 4º Australian Cipher Section, un grupo de inteligencia que operaba en Nueva Guinea en el sector de Kokoda. Esta información sobre su pertenencia a un grupo de inteligencia es un dato importantísimo como veremos a continuación.

Al acabar la II Guerra Mundial Basil Gee tiene que buscarse la vida en el mundo civil. Así, en el directorio de empresas del sur de Australia aparece en 1952 como agente comercial de la empresa C.G. ROBINSON & CO que se dedicaba a la venta de material eléctrico para el automóvil (Baterías, lámparas, etc.).

Basil Gee falleció en Adelaide el 19 de julio de 1992 y sus restos fueron inhumados en el Cementerio de Centennial Park el 23 de julio de 1992.

Estado actual de la Brecha de la Trinidad, por donde entró la IV Bandera de la Legión el 14 de agosto de 1936

El hombre de la “Associated Press” en Badajoz

 La historia es un ente vivo, siguen y siguen apareciendo datos que es necesario ir revisando y actualizando, en la medida de nuestras posibilidades, en busca de la verdad de lo acontecido en aquella ciudad de frontera durante los tortuosos días del mes de agosto de 1936.

Hoy haremos algunas aclaraciones y descubriremos uno de los secretos mejor guardados de Basil Gee. Es una historia que si no fuera verdad podría pasar por una novela de Agatha Christie. Todo comienza con el descubrimiento que realicé en los archivos de la Universidad de Adelaide de un manuscrito realizado por el propio Basil Gee en el que cuenta su peripecia en España durante la Guerra Civil. Ese relato salió publicado en la revista universitaria The Student (magazine of the Roseworthy agricultural college) el 21 de diciembre de 1937. Antes de proseguir será mejor que dejemos a Basil que nos cuente en primera persona su aventura:

“Después de un año en Montpellier hicimos una gira por Francia, pasamos algún tiempo en la Costa Azul, en Borgoña, Alsacia-Lorena, en las orillas del Rin y el Mosela, y tuve la suerte de ver la fiesta del vino añejo, que se celebró en Colimar. Después de un necesario descanso visite Alemania y regrese a la Champagne. También decidimos visitar Vichy, pero, como tónico para el alma, esta ciudad fue un fracaso definitivo.

Decimos y nos fuimos a Nimes y Frontignan. Visitamos la casa del francés Vermouth en Séte. A continuación, a través de Bañolas, donde se hace un dulce parecido a la granada pasamos a España. En la Costa Brava nos quedamos un par de semanas con el señor Forgas, un fabricante de corcho, que nos albergó en su hermosa villa situada en un promontorio rocoso, al lado de una propiedad de Madeleine Carroll, una circunstancia muy afortunada. Esta quincena fue sin duda la más agradable en Europa, pero para nuestra desgracia este lugar ya no existe.

Estaban empezando a manifestarse signos de los disturbios, en contra del sentido común seguimos adelante. Después de unos días en Barcelona, en el que casi fuimos aniquilados por una bomba, salimos hacia Madrid Esta ciudad se convirtió en poco tiempo en un lugar peligroso, se respiraba un ambiente desagradable. Entonces un día o dos más tarde, se produjo un par de asesinatos cometidos por las partes en conflicto y la ciudad se convirtió en una miniatura de Chicago. Después de pasar un par de horas en una cafetería hablando, mientras se alzaban las armas y empezaba la Guerra, decidimos que era hora de sacudirnos el polvo de Madrid. Así, que nos pusimos de nuevo en marcha hacia Portugal a través de Toledo. Después de ver los monumentos de esta ciudad medieval, pasamos unos cuatro días muy preocupantes para llegar a la frontera que se encuentra solo a 200 millas, pero nos paraban cada veinte millas buscando un transporte para llevar al jefe local a algún lugar de reunión. A pesar de que el coche tenía la bandera de la Union Jack un par de fusiles eran suficientes para detenerlo.

Estábamos contentos de llegar a Badajoz a cuatro millas de la frontera, cuando una pareja de carabineros nos paró y subieron a bordo. Nos dijeron que fuéramos a la comisaría de la policía local. Estábamos acostumbrados a esto pero lo que despertó nuestra ira fue que nos encerraron en el calabozo mientras ellos hacían las diligencias habituales. Después de cuatro horas junto a un montón de ratas nos sacaron a empujones y fuimos conducidos fuera del calabozo. Nuestros ojos no estaban acostumbrados al cegador resplandor del sol y fuimos incapaces de soportar la tensión. ¡Nosotros nos desmayamos! (Más o menos esta es la historia que vivimos).

Al parecer, el resultado de la búsqueda fue satisfactorio, ya que nos concedieron permiso para seguir la marcha -. Sin el coche. Este había sido requisado para uso militar, así que tuvimos que proseguir a pie las cuatro millas, bajo el sol ardiente, con gran parte de nuestro equipaje, ya que podíamos llevarlo. En la frontera nos dieron el golpe de gracia, todo el dinero nos fue confiscado.

En Elvas en Portugal, el encargado de una pensión que era bastante amable telegrafió a Londres para comunicar que estábamos a salvo con nuestros pasaportes. Cuando llegó el encargado de la pensión nos pusimos en marcha para Oporto y pasamos unas semanas en el río Duero, aprendiendo todo sobre el vino de Oporto y su fabricación.

El día que nos anunciaron que Badajoz había caído a manos de los hombres de Franco nosotros nos dispusimos a regresar para intentar recuperar nuestro coche de aquel desorden. Llegamos a Badajoz el día después de su captura, la matanza era indescriptible. Casas en ruinas y quemadas, cuerpos de hombres, mujeres y niños esparcidos por las calles. ¡El caos!

Cada cien metros nos encontramos con los saqueadores y las partidas de búsqueda (de milicianos), estos últimos ejecutaban a todos y cada uno sin ni siquiera hacer un juicio sumario. Si el hombro de un hombre – o una mujer, dado el caso – estaba magullado por el disparo de un rifle, toda la familia era ejecutada sumariamente. Esto ocurrió, ante nuestros ojos, ¡no una vez sino varias veces! Era bastante triste y penoso ver tales barbaridades.

Para volver a un tema menos mórbido, finalmente encontramos el coche, o más bien sus restos. Estaba destrozado, se habían empleado a fondo con un hacha. El equipaje había volado. Así que regresamos a la rica Lisboa tan sólo con unas pocas de fotos muy interesantes, con más sabiduría y gran tristeza.

Regresamos a Londres, sólo para encontrar que una póliza de seguro a todo riesgo no es válida en tiempos de Guerra Civil, disturbios o revolución (irónico). Un final muy alegre!

B.R. Gee.”

Como vemos la primera parada la harán en la casa que tenía el industrial Joan Forgas en Sant Antoni de Calonge muy cerca de Palamós justo al lado de la mansión de la famosa actriz de Hollywood y musa de Alfred Hitchcock, Madeleine Carroll. Allí pasarán dos semanas buscando financiación para sus proyectos. No hay que olvidar que la Familia Forgas estaba dedicada a la banca siendo su principal industria la corchotaponera a través de su fábrica “Hijos de Francisco Forgas”. Además, está empresa tenía una sucursal en Australia para exportación de tapones de corcho, de ahí el interés que tenían este par de australianos en contactar con esta familia catalana.

Después, de ese descanso en el bajo Ampurdán, pasaron a Barcelona y prosiguieron su viaje hasta Madrid donde les sorprenderá la sublevación militar. Deciden salir de España por la frontera portuguesa y dirigen sus pasos hacia Badajoz donde la Guardia Civil le requisa el dinero y el coche en el que viajaban. Cruzan la frontera el 22 de julio de 1936 y se dirigen primeramente a Lisboa.

En mi anterior trabajo relaté que el padre de Seppelt recibió desde Gibraltar un cablegrama que expresaba “Two Young students had arrived safety at Gibraltar”. En principio pensé que pudiera tratarse de un error pues era increíble que habiendo estado en Gibraltar y puestos sanos y salvos bajo la bandera de la Union Jack este par de jóvenes regresaran a Portugal a arriesgar su hacienda y lo que es aun peor: sus vidas. Pero ahora todo cobra sentido.

Evidentemente la idea primigenia de Basil Gee era abandonar España y Portugal para dirigirse a Londres pero al llegar a Gibraltar ocurren una serie de acontecimientos que precipitan el regreso de los australianos a Lisboa.

En un primer lugar entran en juego los intereses de la industria del vino australiano. Con el levantamiento militar los caldos australianos incrementan exponencialmente su valor en el viejo continente. La industria del vino española cae en picado y las bodegas europeas abren sus puertas a otros mercados. Australianos e ingleses intentaban sacar tajada económica del descalabro que se cernía sobre la piel de toro ibérica a consecuencia del conflicto armado. Basil estaba en una posición geoestratégica privilegiada para obtener datos y lo que es mejor imágenes sobre las atrocidades cometidas en España por los sublevados que mejoría las expectativas de ventas de los caldos australianos a la vez que bajaba la de los españoles. Pero aún hay más, los servicios secretos británicos y australianos necesitan ojos en la zona y qué mejor coartada que un par de jóvenes que ya habían expresado su deseo de regresar a Badajoz para recuperar su vehículo requisado, así podrían recoger toda la información posible sobre la situación en Portugal y en España sin levantar sospechas. La Associated Press tenía un acuerdo con la Reuters por el cual la agencia norteamericana recibía los servicios de la Reuters en Europa y la Associated Press se comprometía a no distribuir sus servicios en Europa. Así mismo la Agencia Reuters, Diario Noticias y Agencia Havas compartían la misma oficina, la del Diario Noticias en Lisboa en la Rua Aurea nº 234-242. Es en ese preciso momento cuando entra en juego el periodista de la A.P., Reuters y espía profesional Cornelius James Murphy que por aquel entonces ya trabajaba para el SIS (Servicio Secreto de Inteligencia después M16) británico. A principios de agosto de 1936 contacta en Gibraltar con este par de australianos a los que acompañara primero a Oporto, luego a Lisboa y de allí a Badajoz. Recuerden y enlazando con el punto anterior que Basil Gee trabajó en un cuerpo de inteligencia australiano durante la II Guerra Mundial. Si algún día se abren los archivos del M16 británico a los investigadores quizás muchas de las incógnitas que sobrevuelan sobre la actuación del servicio británico durante la Guerra Civil española queden definitivamente resueltos y en concreto sobre los acontecimientos de Badajoz.

La agencia norteamericana Associated Press no quería ir a la zaga de sus competidoras Havas y United Press y necesitaba urgentemente enviar a un hombre que cubriera los acontecimientos que estaban desarrollándose de forma frenética en la frontera hispanoportuguesa. Desde Londres John Lloyd director gerente de la A.P en Europa llama urgentemente a Luis Caldeira Lupi hombre de la Associated Press en Lisboa para organizar un servicio que cubriera el conflicto armado del país vecino.

Efectivamente, como expresó Luis C. Lupi en sus memorias: “as chamadas telefónicas dos enviados especiais da Reuter e da Associated Press que não me deixavam dormir, relatándome os horrores da Guerra Civil de Espanha, num noticiario que tería de refazer para retransmitir a Londres e Nova York” (Memorias, diario de un inconformista, página 269). Esta agencia pondrá sus ojos en Basil Gee, hay que tener en cuenta que este joven ya había escrito algunos artículos para los periódicos de su Universidad y además era un gran amante de la fotografía. Es decir la agencia Associated Press no tenía fotógrafo oficial en esta zona caliente. Cuando Cornelius vio la cámara de Basil en Oporto, ató cabos rápidamente. Cornelius a través de la embajada arregló los papeles a los australianos El número dos en la embajada inglesa, era un Marqués, mitad australiano mitad español. El Marqués del Moral, Frederick Ramón Bertodano fue el hombre que facilitó los documentos a Gee y a Seppelt para ir a Badajoz. Bertodano pertenecía a la “jet set” australiana. Tenía unos sesenta y tantos años y era un entusiasta de la causa nacional, con experiencia militar en las guerras de los Boers y en la Inteligencia británica. Así mismo la agencia Reuters les proporcionó un vehículo para moverse por la frontera hispano-lusa. Así es como Basil Gee fichará para Associated Press para cubrir la Guerra Civil en Badajoz –el turista- pasa a ser fotógrafo provisional de la A.P-.Por lo tanto, como vemos en esta historia se mezclan los intereses financieros del mundo del vino (El mercado del Jerez cayó en picado en Londres y aumento la cotización de los vinos australianos en la city) con el ala espía-periodístico-militar de la contienda civil.

Bajo la coartada de ir a recoger el coche que le había sido requisado, Gee regresa primero a Lisboa y después viaja en el avión “Dragón” del Diario de Noticias hasta Elvas con el corresponsal de la agencia británica Reuters Cornelius James Murphy que como hemos expresado también trabajaba por la norteamericana Associated Press. El día 13 de agosto el corresponsal de Reuters y A.P. ya informa desde la frontera de Caya:

“En Badajoz hay una gran concentración de Rojos españoles. La ciudad cerca de la frontera con Portugal está ahora completamente rodeada y desde las 16 ayer por la tarde a las aeronaves insurgentes bombardean la población. Aviones trimotores lanzan bombas, con breves intervalos, el pánico se apodera de la ciudad. Desde las colinas en territorio portugués se observa que la población civil huye de Badajoz por donde puede…” (Zengales Balss 13/08/1936, pág. 1).

En Elvas, Basil Gee entra en contacto con Mario Neves, joven “jornalista” del Diario de Lisboa. A partir del 15 de agosto de 1936 Basil R.Gee será su sombra. Tanto la Reuters y la A.P. recogerá las palabras del “jornalista” portugués que después se repiten en docenas de crónicas con el sello Australian Associated Press y Associated Press, exactamente iguales a las del Correspondent Reuters Special. Está clarísimo que Mario Neves del Diario de Lisboa, Basil Gee y Cornelius James Murphy de la Reuters (exclusiva para Inglaterra y Associated Press exclusiva para Estados Unidos) estuvieron juntos en aquellos días de agosto. Desde el primer momento la relación Associated Press-Mario Neves-Basil Gee es más que evidente. El 16 de agosto de 1936 en la página 10 del periódico The Montreal Gazzete sale publicada esta noticia “Lisboa 16 de agosto (A.P.) Cuerpos sobre las calles de Badajoz. Escenas de horror en las calles sembradas de cadáveres en Badajoz fueron relatadas por teléfono a Lisboa hoy por Madrio(sic) Neves, primer corresponsal en entrar en Badajoz después que la ciudad fuera ocupada por el ejército rebelde…”. En el diario The Telegraph del 17 de agosto de 1936 recogía estas breves notas del corresponsal de la Associated Press referidas a Mario Neves:

“The portugese correspondent reported after a visit to the city, were being herded into the bull ring for trial…in groups of 20 they were lined up before a firing squad and left to lie in the streets…the Portuguese correspondent saw the body of loyalist lieut col Juan Cantero, lying beside that of a rebel lieutenant who died of wounds suffered during the battle for the city. Both bodies were dumped without ceremony among peasant victims of the firing squads”.

Prosiguiendo con el relato, Basil Gee estuvo con Mario Neves el día en que este entrevistó al teniente coronel Yagüe, le acompañó en la visita que hizo por la ciudad y lo que es más relevante le acompaña al cementerio de San Juan de Badajoz la mañana del 17 de agosto de 1936.

En el periódico Dailly Mail Hull, del sábado 15 de agosto de 1936 aparece un artículo titulado “THE BATTLE OF BADAJOZ – Town laid waste by Air Bombs -Spectacle of horror” o sea “LA BATALLA DE BADAJOZ – Ciudad arrasada por las bombas de los aviones -Espectáculo de terror” en el que este corresponsal de la Associated Press telegrafía a su agencia en Norteamérica diciendo:

“Acabo de regresar de un viaje a Badajoz, que fue capturado por los insurgentes anoche, después de una batalla que ha durado días, y terminó con la quema de la ciudad.

Al llegar a la altura de la salvaje lucha por la posesión de este importante centro, vi un espectáculo de terror, que espero no volver a presenciar.

Al acercarme a la frontera de Elvas en avión, un avión de guerra de tres motores, se podía ver caer una lluvia de bombas en Badajoz en el lado español de la frontera.

Yo iba a ver la batalla de más de cerca, cuando tres aviones de guerra portugueses que habían aterrizado en Elvas me indicaron que bajara.

Obedecí y me di cuenta de que no era seguro avanzar más lejos, mientras la batalla continuaba con una violencia interminable, a pesar de que, los insurgentes ya habían entrado en la ciudad. La lucha cuerpo a cuerpo salvaje que se estaba desarrollando en las calles, vi como los republicanos, con el coraje de la desesperación, estaban disputando cada pulgada de avance a los rebeldes.

Desde el puente internacional podía ver la ejecución de los comunistas capturados.

Al fondo se apreciaban el humo y las llamas de la batalla, mientras Badajoz se convirtió en una pira funeraria para sus masacrados defensores. El estruendo de las bombas y las ametralladoras sacudían la tierra.

Suministros médicos y provisiones, azúcar, chocolate, bocadillos, etc fueron traídos para el alivio de los refugiados, muchos de ellos mujeres-fueron enviados a través del puente”.

Esta crónica es exactamente igual a otra firmada por el mismo corresponsal, pero para la Agencia Reuters que salió publicada en la página 1 del The Straits Times del 16 de agosto de 1936.

El corresponsal de la Associated Press y Reuters abandona la zona caliente para regresar a Lisboa desde donde informará a su matriz en Norteamérica y Londres de los acontecimientos que están aconteciendo en Badajoz. Pero no se irá de Badajoz sin dejar a un INFORMANTE, un joven australiano, llamado Basil Gee. Hemos localizado un artículo de extraordinario valor histórico en la National Library of Scotland que nos aclara esta cuestión de manera diáfana. En el periódico escoces The Scotsman del 18 de agosto, en la página 10, firmado por Press Association Special Correspondent bajo el título “BADAJOZ TERROR – Moors as Executioners» aparece esta noticia:

“[DE ASOCIACIÓN DE PRENSA enviado especial ]

LISBOA, 17 de  agosto. – Mi INFORMANTE en la frontera de Portugal ha vuelto a visitar la ciudad en ruinas de Badajoz, y hoy envía además el siguiente relato de las condiciones de esta ciudad después de dos días desde la ocupación por parte de los militares insurgentes y las tropas moras:

“El ejército insurgente para destruir para siempre el comunismo en España prosigue con la ejecución de los «rojos»”.

He tenido conocimiento que los cadáveres son quemados en enormes piras para evitar problemas y pérdida de tiempo. Los prisioneros capturados en esta ciudad han sido trasladados a la plaza de toros. Vi allí, a cientos de hombres de pie, con una mirada de impotencia en sus rostros, en espera de una investigación y la condena.

“Uno por uno, son llevados ante el tribunal militar. Ellos se niegan a dar sus nombres. En nueve de cada diez casos niegan haber » luchado contra el ejército “.

“Si no hay otra prueba en su contra le rasgan las camisas y sus hombros son examinados. Si el hombro derecho muestra un moretón supuestamente causado por el disparo de un rifle, se considera prueba suficiente, y se sacan de la celda para fusilarlo.

«En grupos de veinte o más son llevados al pelotón de fusilamiento.

“Los legionarios moros no pierden el tiempo en deshacerse de los muertos – los tratan a todos por igual.

«Vi entre los cuerpos de los campesinos a varios oficiales leales entre ellos uno con los cabellos grises, era el teniente coronel Juan (sic) Cantero, quien luchó valientemente hasta el final para el Gobierno de Madrid. Un grupo espantoso de muertos»,

A simple vista parece que el INFORMANTE no es otro que Mario Neves, el parecido entre esta noticia y la que apareció la tarde el 16 de agosto de 1936 en el Diario de Lisboa es mayúsculo, pero existen una serie de diferencias que es necesario aclarar:

Primero. Mario Neves NUNCA utilizo en sus crónicas el término “Rojos”. En esta crónica el INFORMANTE emplea los términos: «Reds» Y «destroy Communism for ever”.

Segundo: En la Plaza de Toros Mario Neves vio el 16 de agosto a DECENAS de prisioneros. El INFORMANTE ve a CIENTOS.

Tercero: Mientras el INFORMANTE nos detalla la inquietud de los prisioneros “una mirada de impotencia en sus rostros, en espera de una investigación y la condena”. Mario Neves describe de forma somera que “aguardaban su destino”.

Es decir, Basil Gee, tan joven como Mario Neves, no se va a separar del jornalista portugués en las visitas que éste hizo a Badajoz y edulcora a su manera las noticias que iba dando el reportero luso para el Diario de Lisboa. Es más, a primera hora del 17 de agosto de 1936 Gee acompañara a Neves al Cementerio de Badajoz. En este caso los dos escribirán la misma noticia. La de Neves fue censurada: “Al fondo, en un escalón cavado aprovechando un desnivel…, se encuentran más de 300 cadáveres… El sacerdote que nos acompaña… nos expresa: Merecían esto”. Fíjese el lector que Neves utiliza el plural “nos”. Es decir, Neves iba con alguien más. Basil Gee nos dejará esta “perla” que no fue censurada. “Una horrible vista nos sorprendió, cerca del cementerio, donde trescientos cuerpos habían sido apilados para hacer una hoguera. Un sacerdote [Nota del autor: se trataba de D. Ildefonso Jiménez Andrades según hemos podido averiguar posteriormente] presidía este terrible acto, y cuando hablamos con él, lacónicamente, señaló que los condenados que habían muerto se lo tenían merecido”. (Esta entrevista salió publicada el 3 de octubre de 1936 en la revista Smith´s Weekly del grupo editorial Stawell News)

Pero es que además Basil Gee va a ser protagonista único de unos de los descubrimientos más importantes que he realizado en mi vida de investigador. Este joven va ser autor de varias fotografías, hoy exponemos dos de ellas pero existen muchas más que serán objeto de un trabajo que se publicara próximamente, relativas a los fusilamientos del alcalde de la ciudad Sinforiano Madroñero y del Diputado Nicolás de Pablos. Como me expreso su nieto Chris Hughes:” Mi abuelo fue el último extranjero en dejar la ciudad de Badajoz la tarde del 20 de agosto de 1936. Mientras el periodista Jay Allen cubría con sensacionalismo su relato sobre Badajoz, Gee y Seppelt vieron realmente a los ejecutados delante de sus ojos”.

Efectivamente mientras los corresponsales abandonaban la ciudad, unos hacia el este siguiendo la ruta de la Columna Madrid, otros hacia el oeste en dirección a Lisboa, Basil Gee se queda en Badajoz con su salvoconducto de periodista realizando unas fotos impactantes. Se mete literalmente en el avispero sin que las autoridades le impidan realizar su trabajo. Pese a lo expresado por algunos literatos por aquel entonces las autoridades militares no ponían ningún tipo de trabas a la labor de los reporteros que se movieron con toda libertad por Badajoz.

Imágenes de los fusilamientos del 20 de agosto de 1936

Sobre los fusilamientos de la mañana del día 20 de agosto del 1936, el activista del Frente popular, Jay Allen escribe desde Tánger el 23 de agosto una “novela” diciendo que se produjeron en la plaza de San Juan “al son de una banda de música y demás fanfarria, ante 3.000 personas”:

“Ayer tuvo lugar allí un fusilamiento ceremonial, simbólico. Siete importantes miembros del Frente Republicano fueron fusilados al son de una banda de música y demás fanfarria, ante 3.000 personas. Todo ello para probar que los generales rebeldes no fusilan sólo a obreros y campesinos; con el Frente Popular no hay favoritismos que valgan”.

Este fusilamiento de dirigentes, que habían formado parte del Frente Popular, no se produjo en la plaza de San Juan, sino en el foso de la muralla del baluarte que ocupaba el Cuartel de la Bomba, en su vértice oeste, junto a una entrada exterior a una poterna del baluarte que servía de polvorín a este cuartel (en las traseras del actual Instituto Zurbarán que está frente al Gobierno Civil). Este lugar sirvió para varios fusilamientos de personas destacadas que no pasaron por la Plaza de Toros, entre ellas el funcionario de Obras Publicas Sr. Carlos Díaz Pache fusilado el 24 de noviembre de 1936. Evidentemente Jay Allen fantasea cuando expresa que a aquel acto acudieron 3.000 personas. Realmente a estos fusilamientos, que eran previamente conocidos, solían asistir unos pocos vecinos, no muchos, entre los que estaban, digamos, por imperativo “legal” de sus cargos, militares, falangistas, sacerdotes, conductores, escoltas y algún que otro morboso curioso. El teniente Alfonso de Mora Requejo jefe accidental de la 10 cía IV Bandera de la Legión “formó en el cuadro para el fusilamiento, desfilando posteriormente por las  calles  de la ciudad”. El pelotón de fusilamiento lo formaban soldados del Castilla. Tras este fusilamiento se realizó una Parada militar. Se llegó a publicar un bando en el periódico HOY, que se repartió esa misma tarde, titulado “Se ha hecho justicia con los cabecillas”.

Basil Gee va a ser testigo presencial del fusilamiento. Es más dejará escrito en el anverso de las fotos unas notas “periodísticas” de gran trascendencia que reproducimos a continuación.

En la primera foto sale un legionario que está registrando los bolsillos de un fusilado, Basil Gee escribe:

Basil Gee; Archivo MDN

Spain (Badajoz), 20th August 1936 Photo by Basil Gee

“Nationalist soldiers searching the clothes of executed reds for valuables. These are to sewn in the most unlikely places and include a little money, bits of gold, medals, saints, half coins and other personal trinkets. The surrounding crowd, composed mostly of women and children, shows much interest in the proceedings”

Traducción: “Los soldados nacionalistas buscan en las ropas de los fusilados “rojos” algunos objetos de valor. Estos están cosidos en los lugares más inverosímiles y lo componen un poco de dinero, algo de oro, medallas, santos, monedas y otras baratijas personales. La multitud que está alrededor (del fusilado), compuesto en su mayoría de mujeres y niños, muestran mucho interés en el procedimiento”.

Esta foto salió publicada con el sello de Associated Press, entre otros periódicos, en las paginas 8 del Big Spring Daily Herald y el Winona Republican Herald del 2 de septiembre de 1936 con “la misma anotación” que hizo Basil Gee en la que un grupo de paisanos contempla los cuerpos aun calientes de los fusilados. Curiosamente en un periódico brasileño, el Correio Paulistano de 20 de septiembre de 1936, aparece una composición en la que se destaca esta foto junto a la del periodista norteamericano del Chicago Tribune Jay Allen. Curiosa coincidencia.

En la segunda foto un grupo de vecinos se arremolina ante los fusilados. En este caso Basil Gee escribe:

“Spain (Badajoz), 20th August 1936 Photo by Basil Gee

Body of a “Red” executed by the nationalist troops. The crowd in the background are gathered around several more corpses who were executed at the same time. This particular execution took place just off one of the main streets of Badajoz. Note the white armbands worn to indicate neutrality. As may be seen, women and children show much interest “.

Traducción: “Cuerpo de un “rojo” ejecutado por las tropas nacionalistas. La multitud en el fondo se reúne en torno a varios cadáveres más que fueron ejecutados al mismo tiempo. Esta ejecución especial se llevó a cabo junto a una de las principales calles de Badajoz. Observe los brazaletes blancos usados para indicar la neutralidad. Como se puede ver, las mujeres y los niños muestran mucho interés”.

En 1935 la Associated Press empieza a publicar las primeras fotos emitidas telegráficamente con el sistema Wirephoto. Así es como en tiempo real Basil Gee envió las imágenes a la agencia norteamericana. Con esta nueva técnica la A.P. adquirió ventaja sobre sus oponentes.

“Oído cocina: una de agradecimientos”

Un trabajo de estas características hubiera sido imposible de realizar sin la ayuda que me prestaron algunas personas a las que estaré siempre agradecido. Como en una cesta de cerezas cuando estas se sacan se van engarzando unas a otras sin solución de continuidad pues igualmente en esta investigación un enlace o informante me llevaba a otro y así hasta que localicé a la familia de Basil Gee. Por ello debo hacer mi pequeño tributo a: Francisco Pilo por lo que he aprendido de él, un verdadero maestro que me aclaró quiénes fusilaron a Sinforiano Madroñero y resto de dirigentes frentepopulistas el 20 de agosto de 1936, a Guy J.Maddern que me cedió una foto de la casa donde vivió Basil Gee en Unley Park ; Elizabeth Hartnell del Musseum Curator de Unley; Chris Rogers de la compañía vinícola Yalumba Wine Company donde trabajó Basil Gee; Sarah King funcionaria de la National Archives of Australia; Helen Bruce y Andrew Cook Archives Officer de la Universidad de Adelaide donde estudio Basil Gee; Robbie Mitchell de la National Library of Scotland; Jessi Webb de Australian War Memorial; Andrea McKinnon-Mattews archivera del Colegio de St.Peter que me puso en contacto con el hijo de Basil Gee Michael Gee, Christopher Hughes nieto de Basil Gee que sabía de la importancia del trabajo de su abuelo en España y guardaba como un tesoro las fotos que exponemos en este trabajo y que tuvo la gentileza de enviarme. Y en especial un buen amigo que trabaja bajo el pseudónimo de Alejandro Magno y sin el cual este trabajo no tendría sentido pues sus conocimientos sobre los corresponsales extranjeros que vinieron a cubrir la Guerra Civil española, en especial sobre Jay Allen, sobrepasa con mucho lo que se haya escrito en los libros de historia o tesinas universitarias publicadas hasta la fecha.