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3 junio 2022 • En plena guerra, la prensa izquierdista señalaba a Balmes como unos de los protagonistas de la preparación del Alzamiento

Moisés Domínguez Núñez

General Balmes, caso cerrado

Una de las obsesiones de los “evangelistas” de la posverdad en los últimos años, ha sido relacionar a toda costa la muerte del general Amado Balmes con un plan ideado y orquestado por el general Franco y hacerlo pasar por un vil asesinato, con el único propósito de adelantar en un día el comienzo de la Guerra Civil y endosar otro “muerto providencial” en el haber de Franco como expresa el historiador Federico Bravo Morata. En especial, ha destacado en esta acción de zapa histórica el economista, trasterrado en Bélgica, Ángel Viñas.

Sin embargo, no paran de aparecer, lo que lo que Viñas llama “EPRE”  (Evidencia Primaria Relevante de Época) y que a muy su pesar van contra de sus pretensiones conspiranoicas porque las evidencias indican que Balmes estuvo implicado de hoz y coz en la gestación del movimiento militar para derrocar el gobierno del Frente Popular.

Y nos referimos a información que nos proporciona la propia prensa de izquierdas de la época. Nada de documentos creados ad hoc para el caso, muy por el contrario. Son los políticos de la época, en especial Dolores Ibárruri quien señala a Balmes como conspirador (“Nuestra Lucha”, Murcia, 24-octubre-1936). “La Pasionaria” creía y afirmaba que la subversión militar partió del general Goded y que en este plan estaban implicados Balmes y Franco como piezas esenciales del alzamiento.

Este dato tan revelador, me llevó a investigar de dónde procedía tal información y tras una larga investigación localicé el documento en cuestión. Se trata, nada más y nada menos, que un artículo aparecido en el periódico matutino “Política”, órgano oficioso de Izquierda Republicana y vinculado con Manuel Azaña. No creyendo esta parte, que un diario con tal línea editorial fuera sospechoso de comulgar a favor de los alzados.

Para tal fin, he podido consultar el número 352 del periódico “Política” de 23 de octubre de 1936 pagina 1 y 5 donde aparecía un artículo titulado “Los orígenes, dilaciones y el adelanto final de la rebelión pretoriana”, en los fondos de la Hemeroteca Municipal de Madrid.

En dicho artículo, sin ambages ni medias tintas Balmes es descrito como uno de los principales capitostes del cuartelazo que habría de producirse tras la celebración de las elecciones de febrero de 1936 si estas no eran favorables a las derechas. El general Franco recomendó a Balmes como pieza clave de dicho plan “Más exactamente, encomendó este cometido a otro general, incondicional suyo, que trabajaba a su lado en el ministerio de la Guerra, el General Amado Balmes”. La afirmación que expresa el editorialista es definitiva e irrebatible:

“(Balmes) Era tan monárquico como el cabecilla de la actual militarada, y, menos cauto que él, no disimulaba su odio a la República.

Balmes mandó una de las columnas que atacaron Asturias, y, estaba, por lo tanto, implicado en los desmanes y servicios perpetrados en la represión por legionarios y regulares”.

Y todavía hay quien manifiesta que el general Balmes era un fiel defensor de la Republica del Frente Popular.

Prosigue el artículo y finaliza el plumilla expresando que sin lugar a dudar la muerte de Balmes fue un accidente fatal puramente fortuito. Sus fuentes, un persona venida de Canarias y que hasta agosto de 1936 estuvo en estrecho contacto con un íntimo colaborador del general Franco.

Termina el artículo aseverando que la muerte de Balmes aceleró los planes de Franco pues se pensaba que había sido un atentado.

Posteriormente los diarios “El Sol”, “Liberal”, “La voz de Cantabria”, “Diario de Almería” recogen y reproducen con diversa suerte el artículo aparecido en “Política”.

Este último trabajo ha visto la luz en la Revista Ares Bélica en su número 86 del pasado mes de mayo de 2022 cuya portada encabeza este artículo.