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20 mayo 2021 • Un nuevo documento ratifica la intervención de Balmes en los preparativos del Alzamiento

Moisés Domínguez Núñez

General Balmes con Fontán Lobé

Volvemos a encontrarnos con nuestro admirado general Amado Balmes para mostrar un nuevo documento que viene a ratificar todo lo que he sostenido hasta la fecha: el brigadier se relacionaba con personas cercanas al entorno del general Franco y era perfectamente conocedor de los movimientos subversivos que se estaban larvando y posteriormente desarrollando en las Islas Canarias y más concretamente en Las Palmas de Gran Canaria.

Entre los cientos de documentos que he manejado, ni uno solo indica o sugiere que Balmes fuera un defensor a ultranza del Frente Popular que gobernaba España en 1936, más bien al contrario, todos apuntan en la misma dirección y esa dirección no es otra que la del compromiso de Balmes con los futuros alzados.

Una de las cuestiones más controvertidas para la resolución del caso son las declaraciones que hicieron algunos testigos sobre unas armas cortas que el General estaba probando para ser repartidas a un grupo de falangistas afines. Recogemos entre otros muchos la declaración de José María Campo Tabernilla:

“…Que para dotar al elemento que nos era adicto, y entre ellos, los 19 falangistas de Las Palmas… hacía él personalmente una serie de combinaciones para recabar y reunir pistolas que él mismo probaba, una vez repasadas en el parque de artillería y él mismo también repartía, pues era frase de él, no fiarse de nade pero además él no quería comprometer a nadie, haciéndolo personalmente” (archivo DIGENPER, expte. general Balmes).

En este contexto nos vamos a topar con el nuevo documento en cuestión y que increíblemente menciona Ángel Viñas en su nueva obra “El gran error de la Republica” (pág. 388) y decimos increíblemente porque esta «EPRE» desmonta, per se, su teoría de la conspiración en torno a la muerte del general Balmes que él considera que fue un asesinato ordenado por Franco.

Según Viñas dicho documento ha sido localizado por el investigador canario Sergio Millares Cantero y remitido al economista en mayo de 2020.

Centrémonos en el documento en cuestión que no es más que una declaración realizada por el comandante de artillería Juan Fontán Lobé el 26 de diciembre de 1939 que viene a expresar que su amigo, el doctor José Juan Mejias, era un hombre de derechas y así lo tuvo considerado desde que lo conoció en 1930 hasta que su nombre apareció entre la lista de los afiliados a la logia masónica Andemana de Las Palmas de Gran Canarias.

La biografía de Juan Fontán Lobé, es de sobra conocidas por ser unos de artífices que la sublevación triunfara en Las Palmas donde, el entonces capitán, estaba destinado en el Parque de Artillería y era presidente de Acción Popular y titular del periódico de derechas Acción. Después sería recompensado por el mismísimo Franco como Gobernador General de la Guinea.

En el testimonio hace constar que dicho doctor antes del alzamiento y con el consentimiento de las autoridades (militares) importa armas cortas para armar a una organización clandestina de defensa ciudadana y que uno de los agentes que suministraban las armas por su amistad con los capitanes de los barcos alemanes era el referido médico.

En este momento del relato hacemos mención al general Balmes pues Fontán lo refiere:

Que el Gobernador Militar fallecido, General Balmes, unos días antes del movimiento pidió al que depone que le facilitase un cargador para unas pistola Belga marca FN y que precisamente el cargador entregado al General Balmes era procedente de una (sic) pistolas que se habían importado por intermedio del Dr. Mejías.

Que le consta que además de las pistolas que le suministró al declarante suministró también otras armas para personas de su amistad entre las cuales recuerda al medico de Arucas Don Pedro Hernández Pérez.

Que le consta que el Dr. Mejías al intervenir en la importación clandestina de armas conocía perfectamente el fin a que estas armas se debían de dedicar que no era otro que la lucha con el marxismo”.

Es decir, nos encontramos a Balmes relacionándose, nada más y nada menos, que con un conspirador derechista y yendo al mercado negro a conseguir un cargador para una pistola Browing HP-35 semiautomática de 9mm. y aún hay historiadores que nos viene a decir que Balmes era poco más o menos que un agente del Frente Popular. De haber estado Balmes con el gobierno de la Republica hubiera puesto en su conocimiento estos movimientos clandestinos en lugar de participar de ellos

Debo dar las gracias a Iluminada Cabrera del Archivo Provincial de Las Palmas que me remitió copia del documento citado, extraído del rollo de responsabilidades políticas numero 358/1939 (archivos judiciales).