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7 junio 2019 • Por la libertad de media Europa y con la ayuda inestimable de Stalin. La otra mitad quedó en poder de la URSS • Fuente: Dichos, Actos y Hechos

Pío Moa

El desembarco en Normandía y España

Cuando De Gaulle expulsó las bases militares useñas de Francia, después de constatar que los useños le negaban información sobre el tipo de material acumulado en ellas, los useños preguntaron retóricamente si también iba a expulsar las tumbas de los soldados anglosajones muertos por liberar a Francia. De Gaulle no estaba seguro de que la invasión de Normandía estuviera destinada a liberar a Francia y nunca participó en las ceremonias conmemorativas. La razón de su escepticismo estaba en que el mando anglosajón no permitió la participación, aunque fuera simbólica, de tropas francesas en el desembarco, y que él tuvo que bregar duramente para evitar que Francia quedase sometida al mando militar anglosajón. Por su parte, los anglosajones podían considerar que la colaboración con los nazis en Francia había superado mucho a la resistencia, y desdeñaban un tanto a De Gaulle y los suyos.

El objetivo militar del desembarco era doble: crear un tercer frente a los alemanes, en vista del semifracaso del avance por Italia, y evitar que los soviéticos ocuparan toda Alemania e incluso llegaran al canal de la Mancha.  Stalin entendía que la política de los anglosajones consistía en demorar el desembarco a fin de que soviéticos se desangrasen y debilitasen al máximo antes de intervenir en fuerza. Había visto con gran desconfianza el ataque por Italia, ya que evidentemente perseguía llegar a Alemania, y quizá a Polonia, antes que el ejército soviético. Por ello presionaba por un desembarco en Francia, donde los anglosajones dudaban ante la fortaleza de la “muralla del Atlántico” y después de la desgraciada expedición a Dieppe, donde fuerzas alemanas muy inferiores habían desbaratado un ensayo de desembarco a considerable escala.

Pero, por otra parte, el tercer frente desde el oeste  urgía cada vez más ante las victorias soviéticas, que por una parte eran temidas por los anglosajones, pero por otra permitían el desembarco  contra fuerzas alemanas mucho menores que las implicadas en el frente oriental. El éxito de la operación se debió al menos en alguna parte, a un espía doble español, Juan Pujol, que, según parece,  logró despistar a los alemanes sobre el lugar donde se produciría el desembarco.

En fin, por las propias culpas de los europeos, la liberación de la parte occidental del continente coincidió con la sumisión de la parte oriental a un totalitarismo no menor que el nazi, y en conjunto  supuso también la entrada de Europa en una decadencia profunda. Culpas de las que podemos sentirnos libres los españoles, como en cierto modo venía a reconocer Ortega a su vuelta a España en 1946.

Aunque, gracias al franquismo, España no participó en aquella guerra, el desembarco tuvo también consecuencias indirectas para ella. Hasta algún tiempo antes, los anglosajones tenían muchas razones para felicitarse y hasta bendecir a Franco por su neutralidad, que les había evitado el corte del Mediterráneo occidental en momentos de agobio extremo, y les había permitido la Operación Torch en el norte de África. Pero a  partir de entonces las campañas de chantajes y amenazas contra España se multiplicaron, muchos creían próxima la invasión de España por los vencedores de Alemania, y  los derrotados en la guerra civil se creían a punto de poder volver a imponerse. Nada de esto ocurrió, pero es otra historia. Lo importante del caso creo que queda resumida en una pequeña discusión en twitter, el año pasado:

John Müller, bajo una foto de un cementerio de guerra: “Hoy es 6 de junio y esta es una playa llena de cruces de héroes que dieron su vida por la libertad de Europa”.

Respuesta mía: “Digámoslo todo: por la libertad de media Europa y con la ayuda inestimable de Stalin. La otra mitad quedó en poder de la URSS. Y, según parece, el desembarco mató a más civiles franceses que a soldados alemanes. Y aquella guerra no es asunto nuestro”

John Müller: El desembarco mató, sobre todo, a jóvenes norteamericanos. Y la libertad siempre es asunto mío.

Respuesta: “Creo que el desembarco mató a más civiles franceses que a soldados alemanes o jóvenes useños. Y la libertad es asunto de todos. Menos mal que España quedó al margen de las atrocidades de unos y otros en la SGM. Y que no debe nada a Usa ni a Stalin”.

España es el único país de Europa libre de la inmensa carga militar, política, moral emocional (y económica) del resto de Europa occidental. Pero casi nadie quiere darse cuenta de ello.