Widgetized Section

Go to Admin » Appearance » Widgets » and move Gabfire Widget: Social into that MastheadOverlay zone

25 febrero 2019

Manuel Parra Celaya

¿Esperando al Tenorio?

Ya no se trata de casos aislados, como la monja Forcadas o Sor Lucía Caram, que se declaraba tan enamorada de Artur Mas, el del pistoletazo de salida del procés, sino de la cúpula dirigente de la vida consagrada femenina, que, ahora, en lugar de dedicarse a glorificar al Creador y a elaborar sabrosos pastelitos, firman manifiestos a favor de los que están siendo juzgados por su presunta participación en el golpe de Estado separatista.

Así me lo informan los amigos de Somatemps en noticia que lleva la fecha de 14 de febrero, Día de los Enamorados, casualidad que viene a coincidir con el loco amor mundano que se ha apoderado de las sores en cuestión. Acaso ellas añoran a un don Juan Tenorio, saltador de tapias conventuales, cuya airosa capa es, por supuesto, una estelada, y con el tahalí de su acero adornado por un curioso lacito amarillo.

Si dejo volar mi imaginación, compruebo que el papel envenenado que el perillán del Tenorio ha introducido entre las páginas del libro de oraciones contiene el texto completo de la DUI y una proclama urgente para declarar la república catalana desde los monasterios, abadías y cartujas diseminadas por toda nuestra geografía.

Volviendo a la realidad de los hechos, el texto del manifiesto de las abadesas y prioras se justifica ante la situación tan grave de nuestro pueblo por el juicio del Supremo; apoya a todas las personas que defienden los derechos legítimos de la libertad de expresión, de la democracia y de la autodeterminación, para que todas las voces del pueblo catalán puedan ser escuchadas (es decir, las que propugnan la autodeterminación, no las otras), pero rechazan el uso de la fuerza, por lo que uno supone que no esconden fusiles de asalto ni granadas de mano en sus sacros recintos, justo detrás del altar dedicado a la Madre Fundadora respectiva; y prometen sus oraciones, claro, por tan piadosos temas.

Las firmantes -siempre según Somatemps– son: Esperanza Atarás (presidenta de la Federación Catalana de Monjas Benedictinas y abadesa de Sant Pere de les Puel.les), María Assumpció Pifarré (priora de Sant Daniel de Gerona), María del Mar Albajar (abadesa de Santa María de Vallbona de les Monges) y Nuria Illa (priora de Santa María de Valldonzella). He aquí el elenco.

Puede ser que alguno de aquellos trescientos sacerdotes y diáconos, firmantes de parecidos manifiestos, o alguno de los señores obispos de la Tarraconense sientan la tentación de transfigurarse en el Conquistador que inmortalizó Zorrilla, precisamente en un momento en que el Papa Francisco ha abierto la veda para investigar seducciones monjiles por también ordenados; lo seguro es que a los aspirantes a Tenorio no les han de faltar doñas Brígidas, serviciales e hipócritas, que disimulan su tercería con abundantes medallas y rosarios; más o menos, idéntico fingimiento de quienes, llamadas por su vocación y obligadas por sus votos, a entregarse a Dios como Esposo, han optado por afanarse en el sucio negociado de la política separatista y antiespañola.

El flaco favor que le viene haciendo esta tropa a la Iglesia de Cristo adquiere ya, en Cataluña, las dimensiones de un inmenso daño que solo puede ser reparado por la acción salvífica del Espíritu, en el que algunos seguimos creyendo firmemente.

Como dato anecdótico, nos gustaría saber cuántas vocaciones de novicias suscitan estas abadesas y prioras con sus actitudes y manifiestos; puede ser que solo atraigan a quienes sueñan con Tenorios envueltos en esteladas y románticas escenas del sofá a orillas del río Llobregat…

Quizás sea necesaria la presencia en escena de un Comendador justiciero para poner orden en los conventos y abadías; un Comendador que, cuando la abadesa le pregunte dónde vais, Comendador, le responda, airado y sin que la censura modifique sus versos, como ocurrió en otros tiempos, con las palabras exactas.

¡Imbécil! Tras de mi honor

que os roban a vos de aquí.