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«La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas»
Mucho se ha escrito sobre la «muerte de un Miliciano de Robert Capa». Hoy ya se sabe al 100% que ni ese miliciano era Federico Borell, ni los hechos recogidos con la cámara fotográfica, del joven fotógrafo húngaro, ocurrieron en Cerro Muriano y que todo aquello solo fue puro teatro. Periodismo de propaganda al servicio de la causa frentepopulista.
Hoy vamos a darle una vuelta de tuerca al asunto y comprobaremos con un simple dibujo, que he realizado desde otra perspectiva, que es imposible que nadie en sus cabales se ponga entre dos fuegos para hacer una fotografía.
Comprobamos como Robert Capa y su compañera Gerda Taro estaban en la imaginaria línea de fuego y de haberlo habido, los disparos hubieran impactado primero en los cuerpos de estos reporteros gráficos. Una verdadera temeridad de haber existido esa batalla, pero esa batalla no ocurrió pues el frente de combate estaba a más de 50 kilómetros de Espejo (Córdoba), lugar donde fue cazada la famosa instantánea.
Otra puntita que clavar en el ataúd de una imagen que ha pasado como una de las mejores fotografías de guerra. Mejor sería decir «posado».
2 Respuestas a El «miliciano de Robert Capa». Otra vuelta de tuerca