16 julio 2017 • En la última aparición de la Virgen en Fátima (octubre-1917) santa María fue vista con el hábito carmelita y el escapulario

16-julio: Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo

San Simón Stock recibiendo el Escapulario de manos de Nuestra Señora

Son muchas las naciones, pueblos e instituciones (como la Armada Española) que invocan como patrona a la Virgen del Carmen y su culto y devoción se extiende por todo el mundo.

Según la tradición, el 16 de julio de 1251 la Virgen María se apareció a san Simón Stock, superior de los carmelitas, al que le entregó el escapulario. La Virgen del Carmen prometió liberar del purgatorio a todas las almas de las personas que vistieran el escapulario durante su vida dirigiéndolas al cielo el sábado siguiente a su muerte.

Esta revelación ha sido respaldada por numerosos Papas y por el uso constante de infinidad de fieles, muchos de ellos canonizados. En la última aparición de la Virgen en Fátima, en octubre de 1917, santa María apareció con el hábito carmelita y el escapulario en la mano.

El escapulario está reconocido por la Iglesia como un sacramental: un signo que ayuda a vivir cristianamente. No es un amuleto que asegura la salvación, sino que tiene tres significados: amor y protección maternal de la Virgen, la pertenencia a María y el suave yugo de Cristo que la Virgen ayuda a llevar. Ir vestido con este hábito de la Virgen significa tenerla continuamente presente y confiar en que Ella se preocupa de asegurarnos la vida eterna.

En este enlace puede leerse una explicación más amplia del origen del escapulario del Carmen y de las condiciones de su uso

El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote e impuesto sobre el devoto:

«Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna».