15 abril 2017 • ¿Qué hemos hecho cada uno para mantener la memoria de aquella generación de héroes que salvó a España? • Fuente: El Implacable

1 de Abril de 1939: Día de la Victoria

Antes de ver lo que hemos escrito sobre esa fecha, es conveniente leerse esta Oración a los Caídos, verdaderamente estremecedora, que todo militar, en activo o en “pasivo”, y de cualquier graduación, deberá leer y meditar haciendo un examen de conciencia para descubrir su personal responsabilidad en la creación de esta situación y ambiente anti-Cruzada. Allá va esa oración que ya se leyó en un acto militar en el año 1972… Y es que ya la traición se olía de lejos.

Quizá parezca a alguno un poco larga, pero no sobra ni una coma. Leedla y meditadla.

LOS HÉROES YA ESTÁN CANSADOS

De aquello no queda nada. / Ya no es tuya ni la guerra / ni la paz de la Cruzada. / Unos tendieron la pluma, / otros guardaron la espada, / y el resto, desalentado / volvió en silencio la espalda.

Así se quedaron solos / todos los muertos de España. / Sin gloria, sin ideales, /porque ya no son caídos, / sino muertos sin alma. / La Historia la escriben otros / que no son tu camaradas. / Tus gestas ya no son gestas, /sólo son simples batallas. / La de Oviedo y la del Ebro, / la del cuartel de Simancas, / el Alto de los Leones, / la defensa del Alcázar… / son lágrimas fratricidas / que pretenden olvidarlas.

¡Que lejos están los muertos / de sus viejos camaradas. /Las Centurias de Castilla, / las Brigadas de Navarra, / las columnas gallegas, la Legión y la Mehala. /Los compañeros de celda / que al despuntar la mañana / morían un poco al darles el último adiós de España. / ¡Qué solos están los muertos! / ¡qué secas de sangre amarga! /Creyeron morir por algo / y no murieron por nada.

Ya no cayeron por Dios / aunque empuñaran las armas / para sacar a la luz las catacumbas de España, / y para dar Fe de Cristo en sus calles y en sus plazas. / Ni cayeron por la Patria, aunque murieran por ella / en un campo de batalla / o en un sucio paredón / de cara a la madrugada, / porque si hubieran caído por su Dios y por España / nadie podría pactar con la frente levantada / Su voto fue limpio y claro, /está escrito con las armas, / quien lo ignore que lo
lea ante Dios y ante la Patria.

Tremendo ¿a que es tremendo el poema? Y lo es porque es la triste realidad actual

Y ahora, allá va lo que hemos escrito sobre aquel glorioso…

1 de Abril de 1939-DÍA DE LA VICTORIA

Al igual que otras fechas que s celebraban años ha, el recuerdo de este 1 de Abril de 1939 ha pasado de largo, desapercibido, oculto, cuando no despreciado.

Hace mucho años un general del Ejército del Aire dijo que los vencedores en la guerra de Liberación habíamos arriado muy pronto nuestras banderas.

El resultado ha ido en efecto desolador, y hasta en las Cortes, hace algún tiempo, se pretendía considerar delito cualquier elogio, alabanza o recuerdo del Alzamiento que llaman de forma falsa, astuta y pesada “franquista·”. Pilatos (PP) se lavó las manos y la cosa quedó en ya veremos… Y lo vimos cuando ese descerebrado sideral apellidado Zapatero parió la absurda y humillante “Ley de la memoria Histórica”, admitida y secundada por el Mando Militar que cooperó hasta con entusiasmo en destrozar el Patrimonio, cuya parte militar fue increíblemente arrasado.

Ya el masónico Consejo de Europa había tenido a bien condenar al “sistema franquista” en varias ocasiones (años 2004, 2006, 2007).

Es peligroso y delicado hablar de cobardía y traición cuando se entra en temas militares, pero es indudable que aquí ha habido cobardía y traición, cuando no una connivencia, un estar con ellos, con los vencidos del criminal “Frente Popular” al que se empeñan en llamar “República”. Se podría decir que se han pasado al enemigo.

La Oración a los Caídos que hemos transcrito más arriba, es estremecedora y viene a demostrar el agujero de indignidad del denominado “Mando Militar”. No quitamos una letra de este comentario. ¿En cuánto Acuartelamiento, Academia, Institución Militar hay quien se atreva a conmemorar la fecha del Alzamiento? Les va en ello el destino, el cargo hasta la carrera.

Lo hemos escrito muchas veces, pero por si algún lector nació ayer, lo repetimos. El Patrimonio militar destruido y arrasado por cobardes y traidores (no quitamos una letra) es estremecedor y en gran parte irreparable. La Legión se pasea por ahí levantando el Cristo de la Buena Muerte, cuando debería pasease levantando su propio cadáver ¿Dónde estaba el “¡A mí, la Legión!” cuando se eliminaba el monumento a Millán Astray o se quitaba la estatua del Comandante Franco de un
acuartelamiento de la Legión? ¿Qué había en el cerebro de aquel JEMAD o de aquel Inspector de la Legión que permitieron tales villanías, y sin resistencia desde las instituciones del aquel que se denominó Tercio?

Lo que se dice en esta Oración es terrible pero es verdad, terrible verdad y debería hacernos pensar en lo que hemos hecho cada uno para mantener la memoria de aquella generación de héroes que salvó a España. Incluso, aquellos como el que suscribe, que hemos caminado por el filo de la navaja a punto de recibir un varapalo por nuestras cartas y escritos, debemos pensar en el valor de nuestro sacrificio en comparación con el de nuestros padres.

Todo viene de lejos. Recordamos cuando hace ya muchos años un par de generales de los tiempos “franquistas”, elogiaron el espíritu guerrillero español, poniendo como ejemplos al Campesino, Lister y Durruti…

Con motivo de esos “tuiteos” ofensivos hemos visto los sucios comentarios a algunos de ellos, especialmente los dedicados al Almirante Carrero Blanco. Se da espacio para que hablen y justifiquen sus bellaquerías a esa (o ese) Cassandra o al mal encarado Guillermo Zapata, espacios que se niegan a la Fundación Francisco Franco o a cualquiera que pudiera en medio minuto poner a esos bergantes y a sus entrevistadores patas arriba.

Han repuesto los bodrios cinematográficos sobre la guerra civil de Camino y de otros como él. No pierden la ocasión de enseñar la pezuña, y esta fecha que otros olvidan, ellos la mantienen para cumplir lo que les mandan sus amos.

Otro triste 1 de Abril, fecha histórica de la misma importancia para España que la batalla de las Navas o Covadonga, que ha pasado desapercibido. Los pelos se ponen de punta sólo en pensar lo que le hubiera ocurrido a aquello que se conocía como España si el 1 de Abril de 1939 hubieran ganado los rojos, hoy dulcemente “republicanos”. No hace falta mucha imaginación. El Frente Popular español echa una mano a su homólogo francés al estallar la 2ª guerra mundial, los alemanes laminan a los franceses y se plantan en el Pirineo. Nadie les impide al paso y llegan en su soplo hasta Gibraltar, y si toman impulso, se van a tomar café al cabo de Buena Esperanza. Lógicamente seríamos “liberados” por los aliados que dejarían planchada y arrasada España, sin puertos, aeropuertos, fábricas, vías de ferrocarril…, para, una vez terminada la guerra con el triunfo aliado, especialmente de la URSS, se entregara media Europa a los soviéticos, y en España se impondrían los comunistas que serían los que estaban mejor organizados, Y a volver a empezar pero esta vez once años después de la victoria nacional en Abril de 1939 con una España totalmente destruida y arrasada.

Pues nuestros pendejos y bribones de la política y el periodismo, tanto de derechas como de izquierdas, no sólo lamentan la derrota del criminal Frente Popular, sino que apoyan la “Ley de la Memoria Histórica que castiga a aquel que se le ocurra alabar el Alzamiento Nacional por haber salvado a España. En esa estamos, y con el Mando Militar, sometido al partido en el Gobierno, mirándose el ombligo.

A muchos no les gustará leer todo esto pero les reto a que me digan dónde nos hemos equivocado, exagerado o mentido