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6 enero 2020 • "Hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo"

Marcial Flavius - presbyter

Epifanía del Señor: 6-enero-2020

Evangelio

Mt 2, 1-12: Jesús nació en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes. Unos magos de oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el que ha nacido, el rey de los judíos? Porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo».

Al oír esto el rey Herodes, se inquietó, y con él toda Jerusalén; convocó a todos los sumos sacerdotes y a los maestros de la ley y les preguntó por el lugar de nacimiento del mesías. Ellos le contestaron: En Belén de Judá, pues así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel. Entonces Herodes llamó en secreto a los magos y se informó cuidadosamente de ellos sobre el tiempo en que había aparecido la estrella; luego los envió a Belén, y les dijo: «Id y averiguad todo lo que podáis sobre ese niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para que vaya yo también a adorarlo».

Ellos, después de oír al rey, se marcharon; y la estrella que habían visto en oriente iba delante de ellos, hasta que fue a posarse sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella experimentaron una grandísima alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre; se pusieron de rodillas y lo adoraron; abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Luego regresaron a su país por otro camino, pues les habían dicho en sueños que no volvieran adonde estaba Herodes.

Luis de Morales: La adoración de los magos

Luis de Morales: La adoración de los magos

Reflexión

1. Un ejemplo admirable. De la simple lectura del texto evangélico se desprende que los Reyes Magos fueron modelo en el seguimiento de la vocación divina.

1.1. Excelente disposición.
• Los autores ascéticos suponen que los Reyes Magos cuando apareció la estrella se encontraban, por su oficio, contemplando el cielo. Es decir, suponen que estaban entregados al trabajo a que su vocación natural les había llevado. Y en el trabajo advirtieron el fenómeno nuevo, desacostumbrado, extraordinario, que los cielos le ofrecían.
• Dada su buena voluntad, Dios les descubrió cuál era el valor singular de aquella estrella. Fijos sus ojos en ella, contemplándola con humildad, considerándola una señal del cielo y deseosos de interpretar su significación, merecieron de Dios luz para penetrar en el sentido del fenómeno celeste. Advirtieron que la estrella se movía y comprendieron que les invitaba a seguirla.

1.2. Prontitud en seguir la estrella.
• <<Vidimus, venimus>>. Del texto se desprende que no dudan un momento en dejarlo todo y en caminar detrás de la estrella. Hubo por su parte docilidad y solicitud.
• Auténticos hombres del tercer binario ignaciano. Lo dejaron todo arrastrados por la voz de Dios que misteriosamente les hablaba.

1.3. Confianza en Dios.
• Se lanzaron a la ventura por un camino desconocido. Sin duda no procedieron según la prudencia humana, sino según el don de consejo.
• He aquí una norma que deben guardar las almas santas cuando se sientan movidas por una inspiración celestial: una santa imprudencia, una divina temeridad puede ser el origen de su ventura, como ocurrió a los Reyes Magos. Cuando tengan conciencia de que Dios lo quiere aunque la empresa sea difícil y temeraria a los ojos de los hombres deben lanzarse a ella haciendo esta consideración: Si sale bien ¡cuánta gloria no va a recibir Dios Nuestro Señor de ella!; si sale mal, de mi humillación consiguiente, ¡cuántos beneficios no se seguirán para la santificación de mi alma!

1.4. Paciencia.
• Contemplad a los Reyes Magos soportando todas las molestias del camino largo. Las soportaban porque su determinación se basaba en la fortaleza.
• Estaban seguros de que era la voz de Dios la que hablaba en el fondo de su alma. No fue una impresión pasajera la que les movió a realizar el viaje.

1.5. Constancia.
• Dios les sometió a la más dura prueba que podían recibir: la desaparición de la estrella. Sin embargo, estaban tan seguros de la verdad de su llamada que cuando se ocultó Dios acudieron a la prudencia de los hombres para conocer el camino.
• Pusieron todos los medios humanos. No desdeñaron la sentencia de los sabios de la tierra.

1.6. Perseverancia.
• No ya guiados por la estrella, sino orientados por los sabios de Jerusalén, se encaminaron hacia la ciudad de Belén..
• Dios premió su buena disposición. De nuevo apareció la estrella que iluminó y guió su camino. <> (Mt 2,10).
• Y, al fin, como premio a su perseverancia, llegaron a la casa donde estaba Jesús con su Madre.

1.7. Generosidad y entrega.
• Conocieron la realeza divina de Jesús. Merecieron conocerla por la excelente disposición de su voluntad.
• Completaron la santa empresa que habían emprendido entregando toda su persona y sus bienes a aquel niño en el que veían al mismo Dios del cielo. Cayeron de rodillas y adoraron, es decir, le entregaron su mente y su voluntad, le reconocieron por Dios y le ofrecieron los dones de la tierra que del mismo Dios habían recibido.

2. La intercesión de María
2.1. S.Mateo nos dice que con el Niño estaba la Madre ¡Con qué gozo no vería María Santísima la llegada de aquellos tres hijos escogidos! Su oración se había anticipado a las oraciones de los Magos y, sin duda, fue singular intercesora cerca de su divino Hijo.

2.2. ¿Sería aventurado pensar que desde que salieron de su tierra María Santísima, con espíritu profético, había conocido la altísima vocación de aquellos hombres escogidos y les había acompañado durante su camino con oraciones y súplicas maternales al Niño Dios para que no decayera la fe y la constancia de los viajeros?

2.3. El Niño no podía recibir los bienes; sin duda, los recibió María Santísima. Ella conservaría el oro, el incienso y la mirra que los Magos ofrecieron a Jesús.

• ¡Qué María Santísima reciba también los propósitos de nuestra vocación!
• ¡Que ella vele para que no nos desalentemos ante las dificultades que nos ofrecen los caminos de la vida!
• ¡Que ella nos conduzca a los pies de su divino Hijo!
• ¡Que ella nos enseñe a adorar a Dios y a realizar la ofrenda representada en aquellos dones: en el oro, la caridad; en la mirra, la mortificación; en el incienso, la oración!

FUENTE: Verbum Vitae, BAC, Tomo I

Una respuesta para Epifanía del Señor: 6-enero-2020