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19 octubre 2016 • Como pequeño homenaje a la valentía intelectual de José Antonio

Sigfredo Hillers de Luque

Falange y Teología católica

Nota de introducción.- «La interpretación católica de la existencia es, en primer lugar, la verdadera, pero es además, históricamente, la española» (José Antonio. dicbre. 1933).

falange-cara-al-solDe cuando en cuando o más bien de tarde en tarde, surge el tema del epígrafe, como si fuera un Guadiana, en los medios de comunicación social (m.c.s.), ahora también llamado «redes sociales» o, tomándolo de la acepción anglo-sajona, «media» (de «mass media»). Ciñiéndonos al planteamiento periodístico, suele formularse en términos como «¿Se puede ser buen falangista sin ser católico?» o más concreto aún: «¿Se puede ser falangista, siendo ateo?» .

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N.B. A título de referencia… Nosotros …es decir los que procedemos del FES fundacional… ya nos lo planteamos en 1963…  y en 1974 lo reflejamos en un libro: «Ética y estilo falangistas» págs. 107 y ss. + págs. 197 y ss, .y en especial la pág.103 referente a las vicisitudes del punto 155

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La respuesta puede ser rápida y sencilla, o expuesta de forma compleja y muy detallada. A ce propos que dirían los franceses, recuerdo la época de los años 60 (1963 y posteriores) cuando iniciamos la andadura de lo que luego sería el FES y la Falange Española (independiente), según la idea soñadora o «quijotesca» que Ceferino L. Maestú, planteó muy seria y solemnemente al autor de este artículo, de crear una especie de Frente de Juventudes/Falanges Juveniles paralelo, a la vista de la política de castración política del nuevo Delegado Nacional López Cancio, que ya había comenzado por la «des-falangistización» de sus militantes. Un Maestú falangista ejemplar, ferviente católico, padre ya entonces de 8 hijos, y hoy ya con 96 años cumplidos…

En aquella época, como grupo disidente del Movimiento Nacional, nuestra urgente tarea era la captación. Para atraer a los jóvenes camaradas a integrarse en nuestras filas, era necesario hacerlo por vía del razonamiento. Habían transcurrido ya demasiados años como para creerse que la revolución falangista (la «revolución pendiente») con que soñaba José Antonio, podía hacerse desde dentro del Movimiento Nacional. Era necesario despertar o «zarandear» las conciencias -dialécticamente hablando- con golpes maestros de jiu-jitsu o kárate. Había que aprovechar cualquier ocasión con gente conocida, i.e. un encuentro fortuito en la calle, en el mismo andén del Metro, mientras llegaba el tren, etc. No era cuestión de grandes discursos de adoctrinamiento. Por ello elaboramos una especie de «pildorazos» doctrinales, divididos en «pildorazos para discutir con gentes de izquierdas» y «pildorazos para discutir con gente de derechas»…

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N.B. Al hilo de lo que antecede, recuerdo un magnífico chiste, muy bien traído, de los años 50. Se decía que la Falange (ya dentro del Movimiento Nacional desde el Decreto de Unificación nº 255 del 19 abril 1937) era como los «Almacenes SEPU»… Se entraba por José Antonio… y se salía por Desengaño. La explicación para quienes no vivieron esa época en Madrid… La «Gran Via» fue rebautizada… por decisión de Franco… después de abril 1939, como Avda. de José Antonio. Allí estaban instalados los «Almacenes Sepu» (según parece de capital judío, pero difícil de comprobar). Por su parte de atrás había otra salida (aunque no la única): por la calle Desengaño…

N.B. bis… muy personal… De ahí que cuando yo ingresé en 1944, con 9 añitos, en una Centuria del Frente de Juventudes (centuria de flechas «Hnos Pinzón»…en un caserón «histórico» de la c/ Valencia…. «histórico» porque durante la guerra había sido una «cheka» criminal del PSOE… Tardé 50 años en enterarme…), la primera vez que oí el nombre de José Antonio como fundador de la Falange… pensé para mis adentros (…menos mal que no lo exterioricé porque el ridículo hubiera sido mayúsculo…):  «¡anda que casualidad… igual que la estación de Metro!…». La estación de Metro hoy «Gran Via», se denominaba entonces escuetamente «José Antonio».

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Centrándonos en el tema, vamos a intentar conjuntar ambos procedimientos, i.e. de forma rápida; escueta y de forma detallada.

De forma escueta lo tenemos ya arriba en la «nota introductoria». Es una definición magistral. José Antonio era capaz de elaborar una definición sobre un tema amplio, amplísimo, universal, haciendo una síntesis de lo que luego podría desarrollarse toda una tesis doctoral.

Y esta magistral definición de José Antonio la ignoran tantos y tantos que hoy se declaran falangistas (y anteriormente miles y miles de militantes que durante años y años estuvieron en nuestras filas… y que se marcharon, sin enterarse…).

José Antonio, como vemos, en su valentía intelectual, que le ennoblece, en la primera parte de su definición se adentra no en el terreno de la política, sino en la Teología católica.  De forma rotunda afirma: «La interpretación católica de la existencia[1](*) es, en primer lugar, la verdadera…». José Antonio está absolutamente seguro de ello y con ese alma noble lo afirma rotundamente y además públicamente, sin tapujos. . No entra en los cálculos cicateros de los políticos «católicos» actuales de pensar «¿qué gano con ello?»; «¿qué pierdo con ello?»… «Una cosa es la Política (más bien la política con minúscula) y otra cosa es la Religión, la Teología»; «Si lo mezclo con la Religión, corro el riesgo de perder muchos votos de «buenos patriotas» que no secundan mis «opiniones religiosas», etc. etc.

Ignoro si José Antonio conocía la cita de Donoso Cortés refiriéndose a Proudhon, que figura muy oportunamente a diario en forma de consigna-recuerdo en esta página web.. .»Monsieur Proudhn ha escrito en en sus «Confesiones de un revolucionario» estas notables palabras: «Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la Teología…». Y Donoso Cortés añade… La Teología… que es la ciencia de Dios y el océano que contiene y abarca todas las ciencias… «.  Como quiera que sea, José Antonio es la personificación de este hecho irrefutable.

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N.B. Seguimos contando «confidencias personales»… Cuántas veces habré exclamado yo -en privado y en público- ¡¡Qué gran regalo nos hizo Dios con José Antonio!!:

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En realidad, casi con la nota introductoria bastaría para disipar las dudas a quienes se formulasen las preguntas arriba expuestas, i.e. si se puede ser buen falangista sin ser católico, o incluso si se puede ser falangista siendo ateo. Dice el sabio refranero español: «A buen entendedor… con pocas palabras basta»

No obstante, para remachar el clavo… Como quiera que yo no me creo capaz … ni de lejos… de superar las magistrales y tajantes definiciones de José Antonio  (¡y con solo 30 años! parece increíble…), en el resto de este artículo, vamos a ceder la palabra al propio José Antonio.  Solo añadiremos algún que otro pequeño comentario y nos tomaremos la libertad de algún que otro subrayado…

Veamos cómo concibe la Falange de José Antonio al hombre, a la persona, al ser individual: «Falange Española considera al hombre como conjunto de un cuerpo y un alma. Es decir como capaz de un destino eterno… como portador de valores eternos (sic). Y añade luego:  «capaz de salvarse o condenarse«.

Sigamos con la «Weltanschauung» en la Falange de José Antonio. En los «puntos iniciales» (dicbre.1933), José Antonio le dedica todo un epígrafe (VIII) que lo titula «Lo espiritual«:

«Falange Española no puede considerar la vida como un mero juego de factores económicos. No acepta la interpretación materialista de la Historia. Lo espiritual ha sido y es el resorte decisivo en la vida de los hombres y de los pueblos».

Aquí, como vemos, José Antonio, al referirse a «lo espiritual» en la vida de los pueblos, hace un certero análisis, pero más bien desde la Historia y desde la Sociología y no desde la Teología.

Pensemos p.e. en los casos históricos, contemporáneos a José Antonio, i.e. la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. Es indudable que el motor impulsor de sus respectivas doctrinas (Nacional-Socialismo y Fascismo) era «lo espiritual«, pero…

La gran diferencia es que José Antonio fundamenta su doctrina política en la Teología católica; en el Derecho Natural cristiano, y así lo reconoce y lo proclama públicamente. José Antonio jamás intentó crear una Religión propia o una Religión paralela. En ninguno de sus escritos. Ni siquiera en sus discursos no encontraremos ni el menor «lapsus linguae» del que pudiera deducirse semejante dislate o que pudiera traicionarle…

En tanto que el Fascismo de Mussolini se basa en el paganismo, i.e. en las glorias del Imperio Romano; en su Derecho Romano, sus conquistas no solo territoriales, con sus victoriosas Legiones romanas, sino en el mundo de las ideas, en su difusión cultural en el mundo civilizado, etc.

A título de anécdota histórica. recuerdo que hace más de 50 años, casualmente en mi primer viaje a Londres, se habían descubierto unas ruinas arqueológicas, cerca de la estación de Metro de la Torre de Londres… ¡Qué alborozo, qué alegría, qué orgullo de los londinenses (al menos de los m.c.s.) cuando los arqueólogos certificaron que eran ruinas romanas! La zona de las excavaciones, cercada. Decenas de curiosos contemplando, etc. Es decir, se sentían orgullosos de haber sido conquistados y sometidos por las Legiones romanas… y haber disfrutado de un alto nivel cultural en comparación con otras naciones, en una época determinada…

Y todavía hay pseudo-intelectuales que identifican a la Falange de José Antonio con el Fascismo..y hablan y escriben del «Fascismo español»….Ni la más remota idea.

En cuanto a la doctrina nacional-socialista en la Alemania de Hitler, se fundamenta en otra clase de «espiritualidad». Es un paganismo basado en. la pretendida supremacía de la raza aria. Su motor impulsor era también «lo espiritual». Hitler solía introducir en sus discursos (más bien arengas) términos como «valores morales» (moralische Werte); la Providencia (die Vorsehung), la Gracia (die Gnade), etc. Y refiriéndose a su pretendida fe en Dios, pronuncia la siguiente frase que lo describe (más bien lo delata): «Yo creo en el Dios, que el pueblo alemán se ha creado» (Ich glaube an den Gott, den das deutsche Volk sich geschaffen hat). Mayor paganismo y mayor dislate, imposible, i.e. Dios no crea al hombre, sino que es al revés… El hombre («el pueblo alemán») es quien crea a Dios… Se trataba de ir creando, una nueva Religión, la Religión alemana, teniendo como fundamento esencial la raza aria…

Encíclica Pío XIPio XI  en su célebre encíclica : «Mit brennender Sorge» («Con viva preocupación«) del 14.3.1937[2]… por cierto, la más profunda crítica a la doctrina nacional-socialista que yo haya leído, basándose en la Teología católica, por supuesto… Tiene frases durísimas contra esta apropiación habitual del lenguaje cristiano… «Quien no quiere ser cristiano, debería al menos renunciar a enriquecer el léxico de la incredulidad con el patrimonio lingüístico cristiano«…  Veamos algunas otras más de sus demoledoras frases, corrigiendo a Hitler:

– Revelación, en sentido cristiano, significa la palabra de Dios a los hombres. Usar este término para indicar sugestiones que provienen de la sangre y de la raza… es, en todo caso, causar desorientaciones. Estas monedas falsas (sic) no merecen pasar al tesoro lingüístico de un fiel cristiano  …..

– Si la raza o el pueblo o el Estado… los arranca de esta escala de valores terrenales, elevándolos a suprema norma de todo… divinizándolos con culto idolátrico (sic), pervierte y falsifica el orden creado e impuesto por Dios

– Solo espíritus superficiales (sic) pueden caer en el error de hablar de un Dios nacional, de una Religión nacional, y emprenden la loca tarea de aprisionar en los límites de un pueblo solo; en la estrechez étnica de una sola raza (sic), a Dios creador del mundo…

– Sobre la fe en Dios, genuina y pura, se funda la moralidad del género humano, Todos los intentos de separar la doctrina del orden moral de la base granítica de la fe… conduce, pronto o tarde, a los individuos y a las naciones a la decadencia moral.

  El necio que dice en su corazón: «No hay Dios», se encamina a la corrupción moral… Y estos necios que presumen de separar la moral de la Religión, constituyen hoy legión…

Si se cotejan las palabras del Papa Pio XI en su encíclica de 1937 con la doctrina de la Falange de José Antonio,expuesta en estos Puntos Iniciales de 1933, se podrá comprobar que, indirectamente, es un espaldarazo en toda regla. Continuemos con el punto VIII de los principios iniciales de dicbre. 1933, redactados exclusivamente por José Antonio (…a sus 30 años, vuelvo a resaltar):

«Aspecto preeminente de lo espiritual es lo religioso.

Ningún hombre puede dejar de formularse las eternas preguntas sobre la vida y la muerte, sobre la creación y el más allá.

A esas preguntas no se puede contestar con evasivas. Hay que contestar con la afirmación o con la negación.

España contestó siempre con la afirmación católica (sic)

Así pues, toda reconstrucción de España ha de tener un sentido católico” (sic).

Después de cuatro párrafos que no vamos a transcribir, pero que sugerimos al curioso lector que los lea en las Obras Completas, concluye este apartado VIII con las siguientes palabras:

«Quiere esto decir que el nuevo Estado se inspirará en el espíritu religioso católico tradicional en España y concordará con la Iglesia las consideraciones y el amparo que le son debidos».

Como se puede comprobar, ateniéndonos a los escritos de José Antonio, es relativamente fácil contestar a las preguntas, que a modo de Guadiana, aparecen periódicamente en los m.c.s.,  i.e. Si se puede ser buen falangista sin ser católico o si se puede ser falangista siendo ateo…

No obstante, vamos a dar todavía otra vuelta de tuerca. Centrémonos en tres temas principales en la doctrina de la Falange de José Antonio: la Patria; el patriotismo; la Revolución Nacional (la famosa «revolución pendiente»); el estilo falangista (manera de ser).

Son tres temas importantes, de gran hondura, pero que, sin soltarnos de la mano de José Antonio, resultan fáciles de explicar a grandes rasgos, aunque de forma extensa podrían ser materia para una tesis doctoral:

Viva la unidad de España_Jose Antonio_Ramiro_Ruiz de AldaLa Patria; el patriotismo en la Falange de Jose Antonio

«España es una unidad de destino en lo universal»

Nuevamente José Antonio basa la Política (con inicial mayúscula) en la Teología católica. «Amamos a España porque no nos gusta»… «Amamos a España con espíritu de perfección».  Del mismo modo que a nivel individual José Antonio cree firmemente que cada uno de nosotros tiene una misión (destino) que cumplir en esta vida, a nivel nacional, la Nación (la Patria) en su conjunto tiene una misión, un destino que cumplir en el orden mundial… entendiendo por tal el orden divino… Otra vez la Teología. José Antonio, desde un principio, desde su discurso del Teatro de la Comedia (29.10.1933), tenía esta idea en su mente: «Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.

No solo son bellas palabras las que emplea José Antonio, una mera ensoñación, un sentido figurado. No, en absoluto. José Antonio está hablando de España en sentido concreto y se basa en hecho históricos. Nos lo explica diáfanamente en su punto VIII:

«Por su sentido de catolicidad, de universalidad, ganó España al mar y a la barbarie (sic) continentes desconocidos. Los ganó para incorporar a sus habitantes a una empresa universal de salvación«…

Indirectamente José Antonio está reivindicando la razón última («ultima ratio» se decía antiguamente) de Isabel la Católica en la empresa de la «conquista de América» frente a la «Leyenda Negra» de que España lo hizo para saquear y enriquecerse con el oro y la plata extraída de allí. Más adelante (discurso en Cáceres 4.2.1034) lo rubrica con estas palabras: «España fue a América, no por plata y oro, sino a decirles a los indios que todos eran hermanos, todos, puesto que siglos antes en otras tierras lejanas, un Mártir (con inicial mayúscula) había derramado su sangre en el sacrificio, para que esa sangre estableciera el amor y la hermandad entre los hombres de la tierra».

Así, sin complejos, con esa valentía intelectual que le caracteriza, en un discurso político, ante militantes falangistas y simpatizantes, José Antonio fundamenta claramente su idea de patriotismo en la Teología, en la figura del propio Jesucristo. Esa es la raíz y fundamento de la Hispanidad.

No es una ensoñación calenturienta. Invitamos desde aquí al lector a que repase las «Obras Completas» y lea el mayor elogio que José Antonio hace a un dirigente socialista… Fernando de los Rios… cuando desde su escaño en el Parlamento (6 junio 1934) le dirige las siguientes palabras:

«… No hace mucho tiempo hablaba aquí don Fernando de los Ríos de la obra de las Misiones españolas. Poco después me hablaba a mí en los pasillos, de la congoja con que él había seguido en América el rastro de los conquistadores españoles. Y yo le decía a don Fernando de los Ríos: el día en que estas cosas que Vd. nos dice; el día en que esta emoción española que Vd. pone cuando habla con nosotros, las trasladen Vds. a los Sindicatos obreros, entonces ya no habrá nadie que se atreva a ponerse en el camino del Partido Socialista (sic). 

Porque si el Partido Socialista suscita enemigos… es porque el Partido Socialista se empeña en arriscarse en una interpretación marxista, antinacional…   El día en que el Partido Socialista asumiera un destino nacional…ese día no tendríamos que salir de nuestras casas a levantar el brazo, ni a exponernos a que nos apedreen y, a lo que es más grave, a que nos entiendan mal. El día en que eso sucediera, el día en que España recobrara la misión de estas dos cosas juntas, podéis creer que la mayoría de nosotros nos reintegraríamos pacíficamente a nuestras vocaciones».

Así pues, públicamente, en el propio Parlamento, José Antonio lanza a los socialistas españoles, a modo de hipótesis el reto de que si el Partido Socialista tomase el testigo de la Falange, él (José Antonio) se retiraría de la vida política y se dedicaría a su vocación personal: defender el Derecho, el Ius, la Justicia en su papel de abogado.

Finalmente recomendar al lector que repase la lectura de la bella página literaria de José Antonio: «La gaita y la lira» (11.1.1934). En la década de los 60 he conocido a camaradas que eran capaces de recitarlo completo de memoria. Frente al patriotismo superficial y sentimental, José Antonio reivindica el patriotismo racional y teológico: «Si el patriotismo fuera la ternura afectiva… los hombres cederían en patriotismo a las plantas, que les ganan en apego a la tierra…»

falange-catolica_jose-antonioLa Revolución en la doctrina de José Antonio

«Queremos implantar una justicia social profunda, para que los pueblos vuelvan a la supremacía de lo espiritual«.

Algo verdaderamente insólito en la política. Luchar por implantar en España una «justicia social profunda», pero no como un fin, sino como un medio… para conseguir como objetivo final… que los pueblos (en plural, no solo España) «vuelvan a la supremacía de lo espiritual».  Y mientras tanto generaciones y generaciones de falangistas empeñados en centrar la doctrina de José Antonio en la «reforma agraria»; la «nacionalización de la Banca», etc., sin percatarse de que todos estos temas económicos, muy importantes por supuesto, van dirigidos a un fin superior… la justicia social, pero, repito, como medio, no como un fin. Ya que el fin último y superior es que «los pueblos vuelvan a la supremacía de lo espiritual».

Y subrayamos el «vuelvan» porque en la mente de José Antonio no se trata de algo inédito, novedoso traído a España por la doctrina falangista, sino que ya existió en la historia de la humanidad. José Antonio era un admirador del s. XIII, siglo de Sto. Tomás, cuando en el mundo civilizado existía la noción y el convencimiento de un orden social derivado o ajustado a un orden divino. La definición magistral de «Ley» de Sto. Tomás incluye los términos de la «recta razón» -no «la razón» simplemente- y del «bien común» (N.B. Razón por la cual este último término…»bien común»… no entró en la por tantos admirada y «cacareada» Constitución de 1978. Los componentes de la Comisión -que habían estudiado en las Universidades «franquistas»- v.gr. entre ellos Peces Barba; Solé Tura y el propio Fraga- sabían que el «copyright» pertenecía a Sto. Tomás, y lo evitaron a toda costa).

Y al mismo tiempo, José Antonio era un admirador de la España eterna…por cierto, igual que 30 años más tarde lo sería Juan Pablo II, hoy ya canonizado (la España de Sta. Teresa; de San Juan de la Cruz, de San Ignacio, etc.)… En la España del s. XVI, el concepto de orden derivado del orden divino estaba tan arraigado en la conciencia de los españoles… en el Imperio español…en la «Edad de Oro»… que un gran dramaturgo como Lope de Vega, pone en boca de uno de sus personajes de teatro la siguiente sentencia: Todo lo que manda el Rey que va contra lo que Dios manda, ni tiene fuerza de Ley, ni es Rey quien así desmanda«. Y Lope de Vega era, repito, un gran literato, pero no un teólogo… y no había estudiado en ninguna Facultad de Derecho, pero el sentido del Derecho (con inicial mayúscula) el Ius latino, derivado de Iustitia, estaba muy arraigado en la sociedad española. No olvidemos que el teatro era la principal exteriorización de las ideas, hacia fuera, hacia el público, como ahora lo es la t.v.

Veamos cómo enlaza José Antonio su admiración por el mundo del s. XIII y su admiración por la España eterna; la España de los s. XV y XVI:  «Y llega el siglo XIII, el siglo de Sto. Tomás. En esta época la idea de todos es la «unidad» metafísica; la unidad en Dios (sic). Cuando se tienen estas verdades absolutas (sic) todo se explica y el mundo entero, que en este caso es Europa, funciona según la más perfecta economía de los siglos… El mundo se ha encontrado a sí mismo. Pronto se realizará el imperio español, que es la unidad histórica, física, espiritual y teológica« (sic).  (Discurso en Valladolid 3.3.1935).

Este es el admirable José Antonio… y vuelvo a repetir: ¡Qué gran regalo de Dios!… En un discurso político casi dos años después de las citas que hemos hecho del José Antonio de 1933, tiene la valentía intelectual de subrayar en público, ante sus militantes falangistas y simpatizantes, sin subterfugios, directa y claramente, que la doctrina de la Falange tiene su raíz y fundamento en las verdades eternas; en la unidad en Dios; en la Teología en suma.

falange-catolica_virgen-del-pilarEl estilo falangista; manera de ser en la Falange de José Antonio

Ya desde el principio, en su discurso fundacional del Teatro de la Comedia (29.10.1933), José Antonio advierte: «Pero nuestro movimiento (sic) no estaría del todo entendido si se creyera que es una manera de pensar tan solo; no es una manera de pensar; es una manera de ser,,, » Y a continuación sigue remachando el clavo… «No debemos proponernos solo la construcción, la arquitectura política. Tenemos que adoptar, ante la vida entera, en cada uno de nuestros actos, una actitud humana, profunda y completa. Esta actitud es el espíritu de servicio y de sacrificio, el sentido ascétio y militar de la vida»…

Y todo esto lo dice José Antonio, cuando todavía no se ha fundado la Falange… pero las ideas fundamentales, básicas de su movimiento político… que no partido político… las lleva en su cabeza y las expone públicamente en ese discurso fundacional del 29 octubre 1933. Y a lo largo de sus tres años de vida pública, hasta su fusilamiento el 20 novbre. 1936, lo va repitiendo y subrayando; recordándoselo a sus camaradas: «El estilo en la Falange es tan sustancial que si se perdiese, nuestro movimiento (sic) habría perdido su raíz». Incluso la frase inicial citada la repite en dos ocasiones mas en el curso de esos tres años de su vida pública y le intercala un «sobre todo», i.e. «nuestro movimiento no es solo un modo de pensar, sino sobre todo una manera de ser».

Otra frase de José Antonio que hubiera podido integrarse en el anterior epígrafe de la «revolución falangista»: «Hay que transformar a España totalmente, cambiando no solo su armadura externa, sino el modo de ser de los españoles«.

Estas frases de José Antonio no eran simplemente belleza literaria. El tenía muy claro lo que era necesario hacer: «No cabe duda que una minoría disciplinada y creyente (sic) será la que se transforme en eje implacable de la vida española, sobre el que montar el resurgimiento español, acabando con este tedio y esta chabacanería de la vida española actual».

Repetimos… todo esto no es simple belleza literaria… Cosa distinta es si se puede calificar de «sueño inalcanzable».  Otra anécdota histórica… En diversas conversaciones -hace más de 25 años- con Serrano Súñer (¿quien mejor que él conocía íntimamente a José Antonio?), Serrano Súñer llegaba a la conclusión de que aquí José Antonio se equivocó…  Es decir, sobrevaloraba a sus propios camaradas y al pueblo español en general…

De un lado había que «transformar el modo de ser de los españoles» y de otro lado había que hacerlo sobre la base de «una minoría disciplinada y creyente»…

De nuevo y en este punto tan importante de la Falange de José Antonio, volvemos a tropezarnos con la Teología, como nos advertía antes Pierre-Joseph Proudhon.  José Antonio nos habla de «una minoría disiplinada y creyente«…

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N.B. Inútil decir que la palabra «creyente» para José antonio era algo muy distinto a lo que significaba p.e. para Hitler…sobre la cual montar «el resurgimiento español», pero…  «el hombre es el sistema» (frase también repetida de José Antonio») y ahora añadimos aquí el sabio refranero español… » No hay más cera que la que arde«… i.e. «no tenemos otra»; «no tenemos más».

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Recordatorio de un Vieja Guardia miembro de la Adoración Nocturna

Recordatorio de un Vieja Guardia miembro de la Adoración Nocturna que murió por Dios y por España el 16 de septiembre de 1936

Para ir terminando, veamos algunos de los argumentos en que se basan quienes formulan las afirmaciones de que se puede ser buen falangista sin ser católico o que se siendo ateo, se puede ser militante de Falange.

El primer gran bloque de tales falangistas, es que no se han leído a José Antonio. Por nuestras filas han pasado miles y miles de afiliados a organizaciones falangistas. En época de José Antonio, tenía una explicación. Lo único que tenían era la prensa falangista donde figuraban los artículos de José Antonio o el texto o extractos de los discursos pronunciados por él. . También escuchándole en directo cuando José Antonio pronunciaba un discurso en su propia ciudad.

En aquella época fundacional, el ser falangista era un acto heroico. Casi una sentencia de muerte. Recordemos que las siglas F.E. de Falange Española empezaban a conocerse como «Funeraria Española».  Nada digamos en 1936, después de las elecciones ganadas (o «ganadas») por los partidos del «Frente Popular», culminando cuando se produce el Alzamiento Nacional del 18 de Julio 1936… perseguidos a muerte, sin juicio previo. Como es lógico en aquella época a nadie se le hacía un exámen de ingreso para ser afiliado a la Falange. Con gritar «Arriba España» era más que suficiente para demostrar su patriotismo, cuando en las calles los «progresistas» solían gritar «Viva Rusia».

También es muy usual, ya en las diferentes épocas dentro del Movimiento Nacional e incluso después de la muerte de Franco hasta nuestros días 2016, citar los nombres de falangistas históricos como ejemplo de que se podía ser falangista sin ser católico, empezando por la gran figura de Manuel Mateo, encargado de organizar los sindicatos obreros falangistas, antiguo comunista, que en 1936, fue localizado en el Madrid rojo por sus antiguos compañeros de partido, torturado y… cuyo cadáver nunca se encontró, seguido de la figura simbólica de Matías Montero («el estudiante caído»: asesinado en plena calle el 9 febrero 1934) y de un corto número de otros más

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N.B. El caso de Ramiro Ledesma, bien merece ser tratado por separado. Nos remitimos a lo escrito en el libro citado de «Ética y estilo falangistas» -1974.

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Los contra-argumentos son bien sencillos. Estos ilustres y heroicos personajes no ingresan en las filas falangistas «sub conditione», i.e. exigiendo que se les reconociese un status especial de «no creyentes» o ateos. En absoluto. Ingresan en la Falange sabiendo lo que la Falange representa, ya que la claridad del mensaje de José Antonio es proverbial. Saben a qué atenerse al ponerse a las órdenes de José Antonio.

Otro argumento fundamental son los «Puntos Programáticos» (novbre. 1934). Resulta que con motivo de la fusión el 4 de marzo 1934 de Falange Española con las J.O.N.S. de Ramiro Ledesma, éste considera primordial tener unos nuevos puntos programáticos comunes…

Entra aquí un relato histórico muy importante en la persona de Rafael Garcerán, con quien tuve una larga conversación muy ilustrativa en su casa, en 1976. Fui acompañado de tres camaradas del cuadro de mandos del FES fundacional. Como sabemos, Rafael Garcerán fue uno de los pasantes de José Antonio en su bufete de abogado, y él fue el encargado de hacer de «Miguel Strogoff» (mensajero) entre José Antonio y Ramiro Ledesma. Según nos contó Rafael Garcerán, José Antonio solía corregir, enmendar y sustituir bastante de los borradores que le transmitía Ramiro para el proyectado nuevo programa, redactando nuevas versiones…

Todos sabemos que José Antonio superaba a Ramiro en el dominio del lenguaje escrito (y nada digamos del lenguaje hablado), a pesar de que Ramiro era licenciado en Filosofía. Garcerán no solo hacía de mero «mensajero», sino que también recogía y transmitía a José Antonio el malestar que producía en Ramiro las numerosas objeciones y variaciones del texto por parte de José Antonio… Vulgarmente dicho, estaba «un poco harto»… Como quiera que sea, ante las advertencias de Garcerán, y para evitar una posible «ruptura» por ser demasiado rígido en la redacción de los «Puntos programáticos, José Antonio empezó a «ceder»… y ya no hacía tantas objeciones, correcciones ni sustituciones en los borradores de Ramiro. También es lo cierto que José Antonio no le daba tanta importancia a estos nuevos «Puntos programáticos» como se la daba Ramiro.

Un dato importante a tener también en cuenta. Estos nuevos «Puntos» no sustituían o derogaban los «Principios iniciales» de José Antonio de 1933. Esto es muy importante. En Derecho existe una máxima basada en la lógica jurídica: «Lex posterior derogat anterior»…Sin embargo esto no rige para el mundo de las ideas.  Como se puede fácilmente comprobar por las «Obras Completas», a partir de la aprobación de los nuevos «Puntos programáticos», José Antonio no modifica en nada sus ideas. Ni siquiera su lenguaje. Sigue escribiendo los mismo artículos en la prensa falangista y sigue pronunciando sus discursos con sus mismos, idénticos mensajes.

Sin embargo, psicológicamente, al menos en la mente de los jóvenes falangistas del Frente de Juventudes no fue así a lo largo de los 30 años que yo conocí. En los cursos de mandos, etc. lo normal y habitual era el estudio y análisis de los «puntos programáticos», ignorando la existencia de los «puntos iniciales», obra exclusiva de José Antonio. Gracias a las «Obras Completas» se puede demostrar que, como ya hemos dicho antes, nunca fueron derogados.

Veamos el «problemático» punto 25 referido al tema que nos ocupa: En su primera parte dice: «Nuestro Movimiento incorpora el sentido católico -de gloriosa tradición y predominante en España- a la reconstrucción nacional».  Aquí se ve reflejado claramente el espíritu de Ramiro Ledesma. Él en esa época (1934) no es una persona creyente. Es claramente un «nacionalista español»… (ver en nuestro libro ya citado la opinión de Maestú sobre Ramiro Ledesma, y que expuso en público en nuestras tertulias nocturnas de “la Ballena Alegre”).

Históricamente hablando, Ramiro acepta el «sentido católico», incluso el adjetivo elogioso de «glorioso»… siempre que vaya acompañando a la «tradición» de España y porque es «predominante en España» (factor sociológico y no teológico») y en razón a un fin determinado: ir dirigido a la reconstrucción nacional.

Así pues, se incorpora el «sentido católico» al ideario de la nueva organización (F.E. de las J.O.N.S.) porque es de «gloriosa tradición en España» y «predominante en España»… no porque sea la Religión verdadera… Consiguientemente, poco o nada que ver con el sentido teológico de la doctrina de José Antonio que hemos recogido más arriba.

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[1] Lo que en alemán se define con una conocida palabra compuesta: Weltanschauung que se suele utilizar en el terreno filosófico sin traducir, incluso en Francia o Italia. Otros muchos prefieren utilizar la palabra «cosmovisión» introducida por el comunista histórico Wenceslao Roces (catedrático de Derecho Romano) en los años 30 cuando traduce al español algunos libros de Marx. Es un craso error… «cosmos» no ha sido nunca el mundo de las ideas, sino el mundo de los astros. Nos lo confirma la propia Unión Soviética en su época «gloriosa», creando p.e. el «cosmódromo», i.e. estación de lanzamiento de sus cohetes espaciales… etc.

[2] Como sabemos, las encíclicas van escritas en Latín y luego traducidas a los distintos idiomas. Llevan como título sus dos o tres primeras palabras. En este caso se hace una excepción dado su «calado» político. Se publica primero en alemán, a modo de carta al episcopado alemán y por eso se la conoce por su título que va en alemán, claro está.