26 febrero 2016 • España ha llegado a un difícil punto sin retorno

Comentarios reaccionarios, integristas y facciosos a aquel 23F

A estas alturas seguimos sin saber quién organizó de verdad aquel “golpe” del 23F, pero como vamos a contracorriente, que es como mejor se desarrollan los músculos, sentimos mucho que fracasara, sobre todo después de haber entrevisto (si se ve entera puede ser letal para el televidente) una película sobre aquel hecho, con la que el sistema ha querido castigar a sus cabreados súbditos. Allí aparecía lo más granado de los peores artistas representando a golpistas y golpeados. Todo un alarde de inteligencia, que es la que hay que tener para conseguir esa selección de “mataos”.

Repasando la Historia reciente de España observamos los efectos de aquel fracaso. El primero, la creación de la peor Constitución de nuestra Historia, y decimos una vez más que es la peor porque es, de todas las Constituciones que tenemos archivadas por ahí, la que ha puesto en mayor peligro la unidad de España, al considerar su quiebra como un hecho natural.

A raíz de la muerte de Franco, España se precipitó al abismo en caída libre. El paro se disparó, al igual que la Deuda, mientras el crecimiento quedaba, pocos años después, bajo cero. Pero sería el extraordinario renacer del terrorismo lo que más marcó aquellos cinco años entre la muerte de Franco y el año 1981, el del más célebre 23F.

Nos gustaría saber qué habría pasado en países como Francia, Inglaterra, Alemania o Rusia si los terroristas les hubieran asesinado a media docena de generales en sólo cinco años ¿Cuál habría sido la reacción ante esta situación? Posiblemente mucho más dura que las medidas que se tomaron aquí.

Pero creemos que de haber tenido éxito aquel golpe del 23F, que al parecer pretendía, según los más optimistas, crear unas nuevas consensuadas Cortes hasta que se redactara una nueva Constitución, se habría parado la diabólica matanza de los no-nacidos; las absurdas “bodas” de maricas; la adopción de niños por parejas de pederastas; la figura del bebé con dos “madres” lesbianas, y por padre una probeta; los proetarras en gobiernos autonómicos; separatistas en las Cortes, alguno de estos como Presidente de la Comisión de Defensa; el idioma español atacado a muerte en la enseñanza por el separatismo “legal” catalán; el crecimiento espectacular de la anti-España de PODEMOS; el mantenimiento de partidos comunistas, desaparecidos en otras partes del mundo; los insultos a la bandera, Himno y Rey; blasfemias de las coimas que se despelotan en las iglesias, parodian procesiones, o como el satánico “Padrenuestro”, recitado por una pedorra aplaudida y premiada; y hasta los gibraltareños, y su amos británicos, no se reirían de nosotros como la hacen hoy día si se hubiera mantenido una verja bien cerrada y un aeropuerto inútil… Son tantas las miserias de las que nos habríamos librado con aquel 23F, que nos autoriza a haber deseado su éxito.

España ha llegado a un difícil punto sin retorno, a menos que se empleen métodos duros, firmes e implacables para enderezar esto. No valen medias tintas, ni pactos, componendas ni enjuagues con agua contaminada. La izquierda es vengativa y destructora, la derecha cobarde e inútil, confirmando la idea joseantoniana del nulo valor de los partidos políticos. Sin ellos se reconstruyó España en los duros años 40. Una increíble reconstrucción realizada sin la menor ayuda exterior (de los exiliados mejor es no hablar…) por unas generaciones de españoles patriotas, sacrificados y entusiastas.

Parece ser que todavía hay material humano útil y sano. A ver quién es capaz de aunarnos y ponernos a marcar el paso hacia adelante. Estas ratas que hacen hoy bromas soeces (prudentemente…¡a toro pasado!) iban a correr en bandadas.

Ya hemos dicho bastante. Y para terminar, un saludo a nuestros compañeros que sacrificaron su carrera por España. Nosotros, hicimos poco, aunque el que suscribe sufrió un arresto a los pocos días de aquella fecha histórica, por defenderlos en un periódico de los insultos de la prensa hipócrita. Poca cosa, la verdad, pero salva nuestra conciencia. ¡Ah! y otra colaboración “colateral” al 23 F (sector arte), cuando a Tejero le dimos un buen consejo un día que fuimos a visitarlo en el castillo de Figueras: “si vas a pintar paisajes, no te olvides de pintar siempre los horizontes horizontales”.