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21 diciembre 2015 • Investigador y autor de obras como "En busca del general Balmes"

Desde Mi Campanario

Entrevista a Moisés Domínguez en «La Verdad» (Murcia)

Moisés_Miliciano CapaEl 16 de Julio de 1936 se produjo en Las Palmas de Gran Canarias la primera muerte de la Guerra Civil española. Se trata del fallecimiento del general Amado Balmes Alonso, un episodio de la historia española que no acaba de ser esclarecido. Por eso, el investigador cartagenero Moisés Domínguez propone estos días una obra que pretende desvelar todos aquellos misterios que rodearon la muerte, en extrañas circunstancias, del militar. Y se apoya el autor en documentos inéditos que se creían desaparecidos desde hace casi 80 años: la autopsia del general, el testimonio del único testigo presente en el momento del disparo, las declaraciones de los oficiales que estuvieron implicados. Intriga, historia y misterio a partes iguales.

-¿Por qué decidió escribir este libro sobre Balmes?

-La historiografía oficial actual daba por sentado que el general Amado Balmes lo habían asesinado por orden del general Franco. Todo se basaba en chismes y testimonios poco fiables por lo que decidí investigar para localizar los documentos que confirmaran tal hipótesis.

-¿Qué datos novedosos aporta?

-Al investigar la muerte de Balmes me llevé la sorpresa de descubrir que todos los documentos y datos inéditos que localicé concluían que aquella fue una muerte accidental producida con una pistola Astra cuando hacían prácticas de tiro en Las Palmas. Yo he descubierto, entre cientos de documentos, la autopsia y los testimonios de los testigos que fueron actores activos o pasivos de aquel fatal desenlace.

-¿Tan extrañas fueron las circunstancias de su muerte?

-Más que extrañas, pues al coincidir en el tiempo con el levantamiento militar se presuponía que Franco estaba detrás de su muerte, pues le vino muy bien para desplazarse desde Tenerife a Las Palmas. A partir de entonces, los documentos sobre su muerte se extravían y ni tan siquiera historiadores como Ricardo de La Cierva y Ángel Viñas dieron con ellos. Un halo de misterio cubrió este suceso durante 80 años.

-¿Dónde y cómo ha conseguido la documentación inédita?

-El grueso documental de mi trabajo lo localicé en Madrid, en el Archivo de la Dirección General de Personal de Defensa. Aunque me he servido del testimonio de Julia Balmes, hija del general, y me he apoyado en peritos forenses, médicos y expertos balísticos para dar a la obra mayor peso científico, sin desdeñar su carácter divulgativo, con una lectura amena y dándole un toque detectivesco que creo engancha al lector.El trabajo me ha llevado seis meses de investigación exhaustiva hasta agotar todas las fuentes primarias.

-¿Cree usted que la investigación histórica goza de buena salud en la Región?

-No goza de buena salud por la sencilla razón de que no tiene el apoyo institucional del que gozan otras ramas del saber. No se da a conocer en las escuelas o institutos, ni llega a la universidad. Esa es la verdad. Escribir ensayos históricos en Murcia es morirse de hambre.

-¿Cuál será su próximo proyecto literario?

-Tengo pendientes tres libros más: uno sobre el fotógrafo francés René Brut, referente de la fotografía de la Guerra Civil; otro sobre los soldados de papel que combatieron en la guerra de la propaganda; y uno bélico sobre las acciones militares de la Columna Madrid. También he descubierto quién pudo ser el miliciano al que Robert Capa inmortalizó con su cámara fotográfica en un Cerro de Córdoba. He hablado con su hijo.

-Aproveche la ocasión y díganos quién era…

-(Risas). Para eso habrá que esperar al nuevo libro.