18 noviembre 2015 • ¡La proporcionalidad! Gran palabro

La proporcionalidad

Está de moda la palabreja. La proporcionalidad. Rajoy la puso de moda, no hace muchos días.

A partir de ahora, todo se hará con proporcionalidad. Los ladrones robarán con proporcionalidad. Los asesinos matarán con proporcionalidad. Los violadores violarán con proporcionalidad. Los sueldos subirán con proporcionalidad. Los precios subirán o bajaran, pero con proporcionalidad. Los partidos políticos trabajarán con proporcionalidad. Las multas y sanciones se impondrán con mucha proporcionalidad. Las declaraciones políticas se efectuarán con proporcionalidad. Los jueces dictarán sentencias con proporcionalidad. El sistema judicial funcionará con mucha proporcionalidad. La violencia de género y los malos tratos se perseguirán con la proporcionalidad adecuada. El cumplimiento de la ley ¡ojo! no puede ser de otra manera que proporcional. La defensa de la Patria tiene que hacerse con mucha proporcionalidad. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado no podrán actuar si no lo hacen proporcionalmente. Las Fuerzas Armadas, lo mismo, mucha proporcionalidad. Las huelgas, se harán con proporcionalidad. El ministerio de Sanidad tiene que ordenar que a los enfermos (terminales o no) los cuiden proporcionalmente. Los profesores tendrán que enseñar proporcionalmente. Los alumnos aprenderán proporcionalmente. Se ha de gastar en las familias y en las empresas, siempre proporcionalmente. De la Constitución española no habrá que hablar sino proporcionalmente. La acogida de inmigrantes se hará con proporcionalidad. La inconstitucionalidad, del tipo que sea, se hará proporcionalmente. Los parados encontraran trabajo (o no) pero siempre proporcionalmente. Los bemoles, riñones u otra palabra similar, que todo el mundo entiende, hay que tenerlos (si se tienen) proporcionalmente. Así se podía comentar la proporcionalidad hasta el infinito, de todo lo humano y lo divino.

¡La proporcionalidad! Gran palabro.

Esto me recuerda al siniestro espécimen, con forma humana, de dos patas, y con escasas luces, pero proporcionadas que decía lo mismo que Rajoy. Él le llamaba “talante”. Estamos hablando de Rodríguez Zapatero. Y hay que mirar a donde nos llevó el famoso talante.

Pues a lo mismo nos va a llevar la famosa palabra “pro-porcionalidad”.

“Proporcionalidad” versus “talante”.

¿Qué será mejor, proporcionalidad o talante?

¿Talante proporcionado o proporcionar el talante? Misterio.

Esto es nuestro país, con proporcionalidad y talante.

Francia, ante su desgracia terrorista creciente, no actuó de forma proporcional, ni con talante. Sencillamente, actuó, sin más contemplaciones, y encima cantó la “Marsellesa”.

Que el lector opine, pero ¡ojo! Siempre proporcionalmente.