12 octubre 2015 • Cae otro mito de la izquierda • Fuente: Sandra Toro - La Gaceta.es

«Franco no tuvo nada que ver con la muerte de Balmes»

El historiador Moisés Domínguez aporta dos documentos inéditos que pueden cerrar uno de los debates aún vivos sobre los preparativos del golpe contra la República.

Franco no lo mató. Dos documentos inéditos del 16 y 17 de julio de 1936 pueden cerrar uno de los debates aún vivos sobre los preparativos del golpe contra la República, al acreditar que el general Balmes se pegó un tiro en una imprudencia con una pistola.

El historiador Moisés Domínguez, premio «Arturo Barea» de 2006 por «Tiempo perdido. La Guerra Civil en Almendral, 1936-1939», publica ahora «En busca del general Balmes», un libro en el que aporta documentos inéditos sobre la muerte del gobernador de Las Palmas, como la declaración del único testigo de los hechos (fechada el 16 de julio de 1936) y la autopsia (datada un día más tarde). Domínguez desgrana en GACETA.ES las claves del caso.

– En su libro establece que el general Balmes no se suicidó ni tampoco fue asesinado por los sublevados para tener una excusa a fin de que Franco pudiese viajar a las Palmas.

«Efectivamente, ni se suicidó ni lo asesinaron como han elucubrado historiadores cercanos a la Memoria Histórica. Balmes estaba metido de hoz y coz en la preparación del alzamiento. De hecho el día que murió estaba probando unas pistolas para entregarlas a un grupo de falangistas de Las Palmas. Fue un desgraciado accidente. Todo lo que se ha construido después son meras hipótesis tremendistas carentes del más mínimo rigor científico con el objetivo de hacer creer a la opinión pública que Franco estuvo detrás de la muerte de este General. La Agit-prog y la kitsch han tapado la verdad hasta la publicación de mi libro».

– Sorprende que algunos historiadores como el señor Viñas hayan construido algunas conocidas tesis al respecto del asesinato del general tras leer su libro. Sobre todo porque la documentación que usted aporta es sencillamente aplastante y no deja lugar a la duda.

«El profesor Viñas y otros de su cuerda solo rebaten cuando se saben vencedores .En este caso han optado por la táctica del silencio, propia en quien se cree en posesión de la verdad absoluta y queda al descubierto. La modestia en reconocer errores propios no va con estos “prestigiosos “. Si hubieran hecho bien su trabajo hubieran descubierto esos documentos que rebaten sus queridas teorías conspiratorias. Un buen maestro me enseño que la falsedad y medias verdades solo se rebaten con documentos y más documentos .Eso es lo que he hecho yo en mi libro: En Busca del General Balmes .Por eso, no espero ninguna contestación de estos historiadores de combate. ¿Que van a rebatir?».

– Además, en apoyo de sus fantasiosas tesis, estos historiadores señalan que el general Balmes era republicano de izquierdas, lo que es una manifiesta falsedad. Usted establece sin margen de duda que Balmes estaba comprometido en la sublevación y sus convicciones monárquicas eran perfectamente conocidas.

«Balmes llegó a ser amigo personal del Rey Alfonso XIII . Como anécdota le diré que cuando Balmes celebraba su ascenso a General en una conocida cafetería de Madrid el propio Rey se presentó y le felicitó personalmente. Balmes nunca fue republicano y es sorprendente que algún Historiador cercano a la memoria historia lo tache como tal pues si hubieran acudido a las fuentes periodísticas de la época hubieran comprobado que Balmes fue perseguido por los partidos de izquierdas por practicar el “ monarquismo” . Así mismo Balmes y Franco eran muy amigos .Ambos eran africanistas y habían sofocado la Revolución de Asturias. Balmes utilizó varios enlaces con Franco para estar al día de los pormenores del alzamiento. Uno de ellos es acusado por el profesor Viñas, nada más y nada menos, de ser su asesino. Hable con el hijo de ese Comandante de Infantería y le aseguro que me ratificó ,sin dejar lugar a la menor duda , que su padre nada tuvo que ver en la muerte del que además era un gran amigo».

– Usted, junto con otros dos autores, publicó un libro sobre la matanza de Badajoz cuyas conclusiones resultaron enormemente sorprendentes.

«Efectivamente, ese libro causó pavor en las huestes de la memoria histórica pues echó por tierra todas las fantasías que se habían construido al rededor de la supuesta matanza en la Plaza de Toros de Badajoz. A partir de su publicación ningún historiador de trinchera ha vuelto a escribir sobre aquel suceso. Tal es el miedo que tienen a meter la pata sobre unos sucesos que nosotros dejamos meridianamente claros. En Badajoz no hubo una matanza indiscriminada de miles de milicianos. La prensa pro-frente popular con el ínclito periodista Jay Allen a la cabeza convirtió a 500 o 600 milicianos muertos en el ataque y posterior represión en varios miles de muertos. En nuestro libro demostramos que Jay Allen nunca llegó a pisar Badajoz».

– En la misma línea, al final de su reciente libro sobre el general Balmes pone en tela de juicio algunas famosas entrevistas realizadas a Franco en 1936. En algunos casos resulta sonrojante…

«Esas entrevistas nunca habían salido a la luz y todo se fiaba a la entrevista manipulada que hizo Jay Allen al General Franco en Tetuán. Si los investigadores o el mundo académico de barrigas agradecidas hubieran acudido a las fuentes primarias hubieran descubierto cuales eran los verdaderos motivos que llevaron a Franco a sublevarse . Como dijo aquel “que Inventen otros “. Aquí parece que la investigación tiene que venir de parte de los hispanistas y siendo estos en su mayoría proclives a la ideología del Frente Popular desde luego no iban a publicar estas entrevistas al General Franco en su bien pagados libros de historia de la Guerra Civil».

– ¿Encuentra usted que su trabajo recibe de parte de los medios un tratamiento semejante al que se tributa a otros autores cuyo enfoque es más “históricamente correcto”?

«¡Como va ser semejante el trato! A algunos tuerce-botas de la historia tienen vía libre para exponer en cientos de medios escritos y audiovisuales sus teorías fantasiosas con tal de estar en contra de la Dictadura y del General Franco. Da igual la búsqueda de la verdad. Le puedo dar un dato significativo: durante meses la cadena Ser tuvo la posibilidad de dar a conocer en exclusiva del descubrimiento del los documentos perdidos del General Franco y al final ni me llamaron pero es que en un medio de supuesta derecha me expresaron literalmente “que ahora no es el momento de hablar de Franco y menos si al final desmientes que mandara asesinar al General Balmes “. Hacer historia en España es luchar contra molinos de viento. Las facultades están llenas de ganado lanar que no ponen en contradicción los falsos mitos de la Guerra Civil y el Franquismo y su única pretensión es lograr un puesto dentro la casta universitaria. Me considero un rompe-hielos de la historia en búsqueda del verdadero tesoro, ¡El Saber!».