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16 mayo 2015 • ¿Se atreverían a hacer una encuesta a los militares sobre las frases del gral. González Gallarza?

Jesús Flores Thies

Dos varas de medir

1.Don Eduardo González Gallarza. Capitán de Infantería 2.Don Joaquín Lóriga. Capitán de artillería. 3.Don Rafael Martínez Estévez. Capitán de Infantería

1.Don Eduardo González Gallarza. Capitán de Infantería 2.Don Joaquín Lóriga. Capitán de artillería. 3.Don Rafael Martínez Estévez. Capitán de Infantería

Ya va siendo un tópico algo pesado aquello de que si el Ejército Francés es el gran mudo, el Español le gana por ser el gran mudo, el impenetrable sordo y el ciego a tumba abierta.

El general González Gallarza, Presidente de la Hermandad de Veteranos con sede en Madrid en el Acuartelamiento del Infante Don Juan, en el Editorial de la revista “Tierra, Mar y Aire y la Guardia Civil”, ha puesto a caer de un burro a aquellos partidos, como PODEMOS, que atacan directamente la Unidad de España, y que como guinda del apestoso pastel, se “pasan al moro” sin recato. Y aquí se ha organizado inmediatamente en medios políticos y mediáticos, sin dejar pasar ni un segundo, la de Dios es Cristo en versión laica.

Si alguien es capaz de soportar la lectura de los foros de engendros periodísticos como EL PLURAL o similares, que sepa que corre peligro de muerte por la inhalación de tanto pesticida averiado, aunque sepa también que su sacrificio merecerá una indulgencia plenaria, por lo menos. Es indudable que la calidad del enemigo dignifica nuestra postura, por eso, al ver el calibre absolutamente vil y abyecto (hemos elegido las palabras menos duras), nos sentimos humillados al ver la basura que tenemos enfrente. Aunque no olvidemos que en las basuras anidan ratas y otros bichejos que provocan pandemias y muerte.

La prensa afín o separatista y sus foros, piden (entre insultos de nivel tabernario) la cabeza del general. E inmediatamente se recuerda que su padre fue ministro “franquista”, ocultando que fue algo más que eso, ya que pertenecía a la época de la Aviación heroica, por participar, con Lóriga y Esteve, en el raid Madrid-Manila realizado durante la Dictadura del general Primo de Rivera. Silenciar este hecho es como si al hablar de De la Cierva se dijera solamente que era “franquista”, y se ocultara que fue el inventor del autogiro.

El portavoz socialista en el Congreso ha dicho que el general ignora que sus compañeros militares no piensan como él por ser “constitucionalistas y demócratas”. Le hemos preguntado, sin esperanza de respuesta, que si se atreve a hacer una encuesta a los militares sobre estas frases del general; y que para no malgastar papel, que está muy caro, que lo aproveche para preguntar la opinión de la gran familia militar sobre la vil “Ley de la Memoria Histórica”, sólo apta para una sociedad envilecida. Otro “capo”, esta vez de la siniestra IU, ha pedido la cabeza del general.

Esperemos que esto quede en agua de borrajas y que el tiempo lo borre todo con otro escándalo, suceso o anécdota, aunque estamos convencidos que desde el despacho de Morenés habrá salido un primer aviso para evitar reincidencias. De lo que puede estar seguro el general González Gallarza es que todo español digno, militar o no, estamos con él.

Y para demostrar que este corrupto sistema tiene dos varas distintas para medir, hablemos de ese personaje de mal sainete apellidado Tardá, que asienta sus ”progresistas” posaderas en una poltrona en las Cortes, que según nos dicen, es la catedral laica de la voluntad popular. Voluntad Popular que permite que la zorra se meta en el gallinero.

Porque Tardá despide un tufillo mareante a “Terra Lliure”, aquella banda de terroristas separatistas que al abandonar el terrorismo activo, fue acogida con gran cariño por Tardá para meterlos en su partido de ER. Lo que no impide que este personaje, que en cuanto puede muestra su odio a España, es o haya sido en el Congreso, Portavoz de la Comisión de Defensa, Portavoz de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, Portavoz adjunto de la Comisión de Cultura, etc…

Presenciamos hace unos días el esperpéntico espectáculo de este personaje en su papel de mentecato provocador, desoyendo los consejos, avisos y hasta órdenes perentorias por parte de la Presidenta de las Cortes, la señora Villalobos, doña Celia, que siendo otro espécimen político que nos desagrada, tuvimos que reconocerle una paciencia franciscana para soportar los desplantes, gritos, desobediencias y exhibiciones de pésima educación del peludo diputado que se explayó con sus insultos a Werth. Pues no pasó nada. La Presidenta le apagó el micrófono, y cuando el mentecato provocador consideró que ya había realizado a fondo su papel, se sentó tan satisfecho. Ni siquiera lo castigaron sin postre. Nada.

¿No hay sanciones cuando un congresista se salta todas las normas, no ya del Congreso sino de la misma educación, y cuando desobedece de forma flagrante las órdenes de la Presidencia?

¿Puede volver a sentarse al día siguiente en su cómoda y rentable poltrona como si nada hubiera pasado, y sin tan siquiera retirar las palabras insultantes al ministro?

No pasó nada. El tal Wert echó en los pasillos unas coces a Franco, mintiendo como un bellaco, por su “implacable persecución” al idioma catalán, y se fue a casa con su hipócrita sonrisa. Mientras que en las tertulias televisivas de siempre, si bien algunos rechazaron la actitud de Tardá, ninguno pidió su cabeza. Incluso los de su cuerda izquierdista hablaron de Tardá como un congresista inteligente que ha tenido “otros momentos brillantes”. Pero todos admitían que estos rifirrafes son habituales en el Congreso sin que tuvieran mayor importancia.

Es decir, que un “padre de la Patria” puede ejercer de energúmeno en el Congreso, porque quizá esta forma de actuar forma parte de su “aforamiento”, mientras que un general en la Reserva, con un prestigio profesional que jamás tuvo Tardá, ha de silenciar sus opiniones sobre aquellos partidos que buscan la quiebra de la unidad de España, y que “casualmente” están entre los que piden la cabeza del militar.

Y un ejemplito más sobre las varas de medir. Cuando el obispo de Alcalá de Henares nos dice a qué partidos que NO respetan las normas cristianas NO debe votar un cristiano, se le echan al cuello los políticos y sus perros de presa de la prensa; pero cuando el Abad de Montserrat pide públicamente a la “Moreneta” que proteja a los independentistas catalanes en las próximas elecciones, los suyos lo jalean, lógico, pero los que no están de acuerdo apenas se atreven a mostrar públicamente su rechazo, y el resto otorga…