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10 abril 2015 • Nuestros Ejércitos están totalmente supeditados a la OTAN

Alborán

Líbano y 11-M: traición contumaz, engaño y desprecio

Carro blindadoEn ambientes cristianos, y digo bien, tanto católicos como protestantes y ortodoxos, últimamente se habla mucho del “Fin de los Tiempos”. Se alude con ello a las citas bíblicas, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, y a las “revelaciones privadas” (apariciones y locuciones), que anuncian que llegará un tiempo en que se producirán graves desviaciones en la doctrina eclesial y en el que, así mismo, la humanidad en general caerá en aberraciones que la harán acreedora al juicio de Dios.

Resbaladizo terreno es ese, pero, al menos con relación a nuestra Patria, sin duda, estamos inmersos en los últimos tiempos de España, salvo que Dios lo remedie.

España está sometida a la mayor de sus crisis morales, políticas y existenciales de su historia. La degeneración de costumbres en sus élites y en el pueblo llano es aterradora. La corrupción política amplísima y profunda, por no decir prácticamente general. Los movimientos secesionistas, y la pérdida de soberanía, poder y capacidad de defensa, aterradores y sin freno.

Nuestra economía, industria y agricultura-pesca están destruidas en gran medida. La pirámide de población invertida a extremos muy por delante del resto del mundo. La degeneración de nuestras clases dirigentes, religiosas, políticas, judiciales y militares hace que el cuerpo social español esté entregado sin defensas a los apetitos de poderes extranjeros y de depredadores internos.

Pero centrémonos en la Defensa para concretar los peligros de la situación actual.

Nuestros Ejércitos, jibarizados al mínimo en lo material y humano, y supeditados a toda clase de medidas que hacen prácticamente inoperativa su organización y nula su moral, además están totalmente supeditados a la OTAN. No es que nuestros poquitos barcos y aviones patrullen en las fronteras rusas, y nuestros antiaéreos abandonen la vigilancia del Estrecho y el Magreb para inmiscuirse en la no declarada guerra siro-turca apoyando a las milicias salfistas-wahabitas del “Emirato Islámico” anticristiano que, bajo todas las apariencias, está haciendo el trabajo sucio de Israel y EE.UU.. Lo más grave, y ya es el más difícil todavía, es que los medios que quedan dentro de nuestras fronteras están prácticamente todos bajo mando extranjero: los cazas de defensa aérea no pueden despegar sin autorización OTAN (léase USA), y nuestras pocas Brigadas están supeditadas a disposiciones que limitan casi totalmente la capacidad del mando español de depender de ellas. El resto de las Unidades operativas del Ejército de Tierra o están en el extranjero o preparándose para ir o recuperándose de una misión en el exterior.

Y en este contexto, merece la pena volver a analizar los extremos del asesinato de un soldado español por el Ejército Israelí, pues es un caso paradigmático de sumisión e indignidad de nuestras élites, corrupción de las autoridades militares y falta total de pulso de una sociedad a la que se engaña con más facilidad que a un chino (de los de antes, por supuesto). Por no hablar del peligro de estas alianzas en vísperas de una cada vez más probable guerra mundial.
Tan grave es el tema que, para edulcorarlo, la “Nomenclatura” ha organizado una visita real y la filtración del supuesto “informe oficial”. Pero, como en el 11-M, ni siquiera se han esforzado en amañar las pruebas: simplemente las han sustituido por “cuentos chinos” con apenas conexión con los hechos. Recordemos que en el 11-M, entre otras muchas enormidades, nunca se analizaron los “hornillos” de las explosiones en los trenes, como hace cualquier CSI en Miami o en el más pequeño poblado del Oeste profundo.

El País, que sigue siendo el portavoz del régimen aunque sea con Gobierno del PP, ha servido para que se nos diga que el informe técnico español, calcado del judío, da por probado que los artilleros israelitas se olvidaron de meter las correcciones balísticas. ¡Toma ya!. Eso es como decir que la NASA se olvida en ocasiones de introducir en sus cálculos la fuerza de la gravedad. Y, por eso, sin querer, y sin menoscabo de su preparación militar casi por encima de todos los ejércitos del mundo (no en vano llevan en guerra desde antes de nacer como nación moderna), metieron un proyectil casi por la ventana de la torre blindada de observación de la ONU donde estaba nuestro cabo… y siguieron disparando evitando la evacuación y tratamiento médico del mismo.

Para empezar, lo que traslada el citado diario, además de obviar que la ONU dijo que el ataque fue deliberado, es parte de las declaraciones de los que estaban en el puesto. Ni siquiera citan las conclusiones periciales. Con eso, ¡para qué más!, dan por sentado que el pasotismo, la irresponsabilidad, el miedo a la verdad y la ignorancia supina de la mayoría de los españoles dará por buenas las “explicaciones”. Y a seguir tragando hasta la próxima, sea una nueva caída por viento de helicópteros o de aviones de transporte de primerísima calidad.

Pero son tan burdas las excusas, tan cortas las patas de la mentira, que incluso se les escapa que los mandos artilleros que se desplazaron al Líbano para investigar el caso no asumieron el informe judío. ¡Faltaría más!.
Pregúntense ustedes si alguien ha analizado los restos del proyectil en el interior de la garita (y fuera de ella, incluso en los minados campos judíos anejos a la misma).

Nos hurtan analizar la prueba del delito. Porque de los restos de espoleta y metralla confinados en el interior de la torre, y algunos sin duda alojados en el cuerpo del cabo, se puede deducir el calibre del proyectil y el tipo del mismo y de la espoleta. Esto es ciencia pericial y praxis no solo militar sino jurídica.

De esto no dicen nada, ¿para qué?. Como también se olvidan de los oficiosos informes que dijeron que la autoría era de una pieza autopropulsada (ATP) tirando en puntería directa. ¿Y para qué una pieza ATP habiendo carros de combate Merkava con dirección de tiro incorporada y proyectiles semiperforantes M-830 y M-908 de una precisión total.

Para el lector que no haya hecho la mili diremos que, además, por las trayectorias y dispersión de los proyectiles artilleros de los obuses, el conseguir el impacto directo, y sin que se produjera rebote del proyectil en la pared de la torre de vigilancia, es prácticamente imposible. Además, tanto el Protocolo Hannibal del Ejército Israelí (represalia a ultranza) como La Halajá (recopilación de las principales leyes judías), lo permiten.

¿A los que mueren por la Patria los recoge (hoy) la inmortalidad?
¿Cómo estará la moral de nuestros soldados?

Frente a la contumacia en la traición, el engaño y el desprecio a los españoles, si estos no despiertan, pronto se van a encontrar con que “el fin de los tiempos” de España los arrollará en su caída.

[*] El ‘Colectivo Alborán’ lo forma un grupo de altos mandos del Ejército español, retirados y en activo, que cuentan con una cualificada experiencia militar y una notable preparación académica. A todos ellos les une un denominador común: el amor a España y la preocupación ante los acontecimientos que vive nuestra nación.